Australia volvió a reencontrarse con la victoria en un Mundial. No lo hacía desde Sudáfrica 2010 cuando se quedó fuera de los octavos de final. Ni en Brasil ni en Rusia ni en su primer partido en Qatar lo logró. El triunfo fue gracias a una espectacular actuación de Mitchell Duke, un futbolista que juega en la segunda división de Japón.
El 15 de los ‘socceroos’ fue una pesadilla para Túnez, en una clase magistral de cómo desmarcarse, bajar a recibir, aguantarla, orientar los pases a los costados, ganar duelos y, también, marcar. Su partido fue impecable, sobre todo en la primera parte.
Australia encontró una autopista por el costado izquierdo. Por ahí desplegó su ataque. Hasta un 55% de sus llegadas en los primeros 45 minutos fueron por ese costado, con Behich y, sobre todo, con Goodwin. De sus pies salió el pase que se transformó en gol Duke.
La jugada fue contragolpe: una pelota larga al centro del campo para que Duke la baje, la coloque a la izquierda, inicie la carrera y el posterior centro que, tras tocar en Bronn, conectó Duke con un giro de cabeza perfecto, situando el balón lejos del alcance de Dahmen.
Tardó bastante Túnez en inquietar a Ryan. Al combinado de Jalal Kadri se lo vio sobre excitado en el primer periodo, cometiendo muchas imprecisiones y faltas. Las más claras no llegaron hasta casi el final del primer tiempo. Primero Dräger, con un disparo duro desde dentro del área que solo evitó que fuera gol un bloqueo de Rowles yéndose al suelo. Y después, con un remate de Mskani, en el descuento, que se fue afuera por poco.
A Jalal Kadri no le gustó nada el primer tiempo de su equipo. Movió el banco y seguramente hubo una intensa charla, ya que el equipo encaró el segundo tiempo con otra actitud. Equilibraron el partido y comenzaron a crear mayor peligro.
Pero Australia supo contener el ímpetu inicial del conjunto africano e, incluso, pudo ampliar su ventaja en el 70′ con un pase de Hrustic al corazón del área que no conectó por muy poco Leckie.
Respondió Túnez a continuación. Msakni volvió a aparecer con dos remates consecutivos que rechazó bien Ryan. No obstante, el equipo de Graham Arnold jugó con cabeza, sabiendo contemporizar y defender en bloque para acabar llevándose los tres puntos y seguir con vida en Qatar, y lograr alcanzar su mejor marca en un mundial. El camino de Túnez parece algo más complicado.
Por Susana González
Fuentes:
www.marca.com
AP
