A-League

A-League: Melbourne Victory tomó la punta por asalto

La “Big V” golpeó a Western United en el momento indicado y alcanzó a Macarthur en la cima, ya que los “Bulls” sufrieron un contundente cachetazo en casa por parte de Sydney.

Se va el 2021 en Australia y la normalidad que supimos conseguir también nos deja un interrogante de cara al futuro. Sucede que 4 encuentros debieron ser aplazados por brotes de covid-19 y la continuidad a pleno de la A-League se puso en jaque.

Por supuesto que las restricciones estarán a la orden del día y las autoridades sanitarias decidirán si los eventos masivos continúan o entran en un impasse. Mientras tanto, solamente 2 partidos se han disputado este fin de semana.

En el AAMI Park de la que fuera sede olímpica de los Juegos de 1956, Melbourne Victory se impuso 3-1 sobre Western United y es líder en sociedad en la Primera División del Fútbol de Australia. Sólida performance para los entrenados por Tony Popovic, que aprovecharon una ráfaga de 1 minuto para darle el tiro de gracia a su rival.

A los 18´, Jason Geria quebró el cero con un cabezazo de pique al suelo, luego de un tiro de esquina ejecutado por Jake Brimmer desde la punta izquierda. El desconcierto del “United” fue tal, que en menos de 60 segundos tuvo que sacar 2 veces del medio.

Salida desde el Ecuador y pérdida del balón para iniciar sesión de contraataque. Joshua Brillante robó la pelota y estuvo ídem para llegar al borde de la tierra prometida. Francesco Margiotta la tocó hacia atrás para la aparición de Brillante, quien sometió a Jamie Young con un derechazo rasante y cruzado.

La visita acortó el margen a 4 minutos del epílogo, con una bola cruzada de Lachlan Wales y la artera pifia de Roderick Miranda en su intento por rechazar. De aire la calzó Aleksandar Prijovic, quien sacudió la red local con un hermoso remate.

Sin embargo, el “Victory” metió la estocada final cuando liquidó el pleito en el cuarto minuto de tiempo agregado. Marco Rojas la llevó atada de costa a costa y antes de entrar al área rival la soltó para Nicholas D´Agostino. Certero derechazo al primer palo y cosa juzgada para la “Big V”.

Sydney FC le cerró la puerta en la cara a Macarthur FC con una goleada 3-0 en el Campbelltown Stadium de la ciudad olímpica de los Juegos de 2000. En esa suerte de clásico regional de Sydney, el hermano mayor le tiró la experiencia en la cara al novel conjunto de los “Bulls”, que ahora comparte el liderazgo con Melbourne Victory.

La visita quebró el cero a los 11´, cortesía de Patrick Wood. Delicioso pase profundo de Paulo Retre para la subida de Max Burgess por derecha y el envío rasante que Wood recogió en plena área chica.

El segundo vino 17 minutos más tarde, con un jugadón de Trent Buhagiar digno de aplausos. El delantero nacido en Umina metió un tremendo pique e impuso velocidad para escaparse por derecha. Centro por bajo al segundo palo y Burgess le acertó al arco, para elevar la cuenta a 2.

La goleada tomó forma un rato antes de la hora de juego. Wood por izquierda llegó hasta el fondo desairando a Craig Noone y metió el centro de la muerte. Arremetió Buhagiar, quien se llevó puesta la bola y decoró el 3-0 definitivo.

(Foto Principal: @aleaguemen)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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