Del séptimo círculo del infierno a tocar el cielo con las manos sin escalas. Los “Elefantes” ahora sí que pisaron fuerte en casa y se quedaron con el tercer trofeo continental de su historia.
Una trama digna del mejor guionista para una película que realmente fue merecedora de todo tipo de premio de la academia. Ni el más optimista imaginó el increíble giro argumental y la fiesta del fútbol en el “Continente Negro” deleitó al público en general en la pantalla grande.
En el Estadio Alassane Outtara de la ciudad capital de Adbiján, Costa de Marfil derrotó 2-1 a Nigeria y se consagró campeón de la Copa Africana de Naciones 2023.
Un recorrido que se tornó turbulento para el organizador porque estuvo a punto de irse a dormir muy temprano. Triunfo en el estreno ante Guinea-Bissau y golpe al mentón propiciado justamente por las “Super Águilas”. La paliza 0-4 frente a Guinea Ecuatorial dejó en la lona a los marfileños y provocó el despido del entrenadore francés Jean-Louis Gasset, que dejó a un equipo a la deriva y con el cartel de “papelón” colgado en la frente.
Pero los milagros existen y la ayuda externa llegó para que los “Elefantes” clasificaran a octavos como mejores terceros (incluso con diferencia de gol negativa) para tener una vida más en el torneo. Enfrente el campeón reinante, Senegal, que tuvo registro perfecto. Sin embargo, el dueño de casa acertó en los penales y se metió entre los 8 mejores de la Copa (y con el interino Emerse Fae como el encargado de agarrar el fierro caliente). Llegó Mali en cuartos y contra viento y marea el local sacó adelante un partido que lo encontró en inferioridad numérica pero que pudo ganarlo a segundos de ir a los penales.
El envión anímico de los “Elefantes” se impuso ante las garras de los “Leopardos” congoleños y el sueño preliminar de jugar la gran final llegó por el camino pedregoso, pero lo alcanzó sin mirar hacia atrás.
Del otro lado un seleccionado nigeriano que con un recorrido más lógico, que fue de menor a mayor y que sólo recibió 2 goles en contra en todo el certamen y en las semis ante Sudáfrica debió ganarlo 2-0 pero que al final tuvo que definirlo por penales. Segundo round para “Águilas” y “Elefantes”, esta vez por el título.
El local tuvo más empuje y en la primera etapa contó con algunas chances para desbloquear el marcador. Mark Alain Gradel tiró una chilena luego de un rebote en el área chica y su pirueta se fue apenas desviada por el primer palo. Simón Adingra escaló por la izquiera y metió un fierrazo que fue salvado por el arquero Nwabali. Hasta que se despertó la visita y con un balón detenido se puso en ventaja.
Minuto 38 y un córner de Ademola Lookman desde la izquierda fue peinado por Samuel Chukwueze en el primer palo. Pelota elevada y a la carga fue William Troost-Ekong, quien dijo que sí con la cabeza y alojó la bocha en el ángulo superior derecho de la valla defendida por Yahia Fofana. Otra vez el capitán nigeriano plantó bandera ante el país organizador.
No se desanimó del todo el elenco marfileño porque atacó como nunca y fue a buscar la igualdad con el mismo ímpetu del primer tiempo. Adingra volvió a desbordar por la izquierda y un centro venenoso hizo que el arquero Nwabali rechazara a medias. Le quedó a Gradel y su disparo milagrosamemte dio en un defensa y le volvió a las manos al guardavallas nigeriano.
Franck Kessie probó desde lejos y otra vez Nwbali conjuró el peligro. Inclinaba la cancha el dueño de casa y el harto merecido empate llegó un rato después de la hora señalada. Córner de Simón Adingra desde la punta izquierda y paso en falso de Nwbali en la salida. Cabezazo de pique al suelo de Kessie y delirio naranja en las tribunas.
Pero la película no podía ser completa si la actuación estelar del hombre que venció a la adversidad. El flashback del guión nos mostró a un Sebastián Haller que mudó sus goles desde Ajax hacia Borussia Dortmund pero que hace 2 años se enfrentó cara a cara con la desgracia. Un cáncer testicular no solamente puso en riesgo su carrera sino también su vida. Haller peleó y se recuperó y ese empeño demostró que la vida siempre da revancha y nadie mejor que él para cambiar el sufrimiento por felicidad plena.
Minuto 81 y Adingra no paraba de hacer estragos por el costado izquierdo. Llegada al fondo y envío en paralelo para que Sebastien Haller metiera un anticipo ofensivo colosal y diera vuelta el marcador. Un gol que vale un título, un abrazo, un festejo… un canto a la vida.
Costa de Marfil ahora tiene 3 títulos continentales en su palmarés y desde Egipto 2006 que el país organizador no es profeta en su tierra. Quinta final perdida para Nigeria, que también tiene 3 coronas africanas pero hasta el momento será difícil destronar a los “Faraones”, máximos ganadores con 7 conquistas.
Parecía que los “Elefantes” se encaminaban solitos al cementerio luego de ese panorama desolador. Ni el más fanático creyó en el recorrido que vino después. Pero así es el fútbol y siempre hay revancha. Justamente en África, donde se juega como se vive. Y ya lo dijo Rudyard Kipling: –“Uno no puede resistir el encanto de África”.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
Síntesis:
Costa de Marfil (2): Y. Fofana; Aurier (Singo), Kossounou, Ndicka y Conan; Kessie, Seri (Amani) y S. Fofana (Sangaré); Gradel (Diakité), Haller (Krasso) y Adingra. DT: Emerse Faé.
Nigeria (1): Nwabali; Ajayi, Troost-Ekong y Bassey; Aina, Onyeka (Moffi), Iwobi (Yusuf) y Sanusi (Aribo); Chukwueze (Simón), Lookman (Iheanacho) y Osimhen. DT: José Peseiro.
Goles: Franck Kessi (62´) y Sebastien Haller (81´) (CDM); William Troost-Ekong (38´) (NGA)
Árbitro: Dahane Beida (Mauritania)
(Foto Principal: @CAF_Online)
