#ENTREVISTAS
TORNEO FEDERAL B
Los Cuervos del Fin del Mundo
Juan Matías “Lagarto” Avendaño, además de jugar fútbol 11, está en la Selección Argentina de Futsal. El volante conoció primero el fútbol sala y a los 13 años comenzó en el deporte más popular del planeta; hoy practica ambos en paralelo. ¿Cómo se vive el fútbol en el Fin del Mundo? Este cuervo nacido en Tierra del Fuego, es más que idóneo para contarlo.
Pasen y conozcan un poco más en profundidad a uno de los referentes que posee el plantel del equipo fueguino y que, como si fuera poco, representa a nuestro país en el creciente y cada día más difundido Futsal. Sus ideas, sus sueños y mucho más en esta entrevista exclusiva de “El Rincón del Fútbol”.
RdF – Contrariamente a lo que suele suceder, conociste primero el Futsal en lugar del fútbol…
MA – En Tierra del Fuego se empieza con el futsal en las categorías infantiles que son a partir de los 3 y 4 años; ahí arranqué y el primer contacto con el fútbol 11 lo tuve a los 12 años, a esa edad comencé con ambas actividades en paralelo. Entrenaba de 8 a 10 futsal y de 10 a 12 fútbol.
RdF – ¿Cómo están Los Cuervos en esta etapa en el Torneo Federal B?
MA – Muy contentos, con ganas de crecer. Somos todos de la ciudad, hemos jugado desde muy chicos juntos y nos tocó esta posibilidad del Federal B después de ocho años de estar en el C. El plantel está enchufado, con ganas de lograr los objetivos que son mantener la categoría e intentar pelear el pase a la próxima etapa. Estamos felices, jugadores, cuerpo técnico, dirigentes e hinchada.
RdF – En Ushuaia tienen muchas complicaciones climáticas. ¿Trabajar con esas inclemencias los prepara mejor para enfrentar canchas con climas más estables??
MA – Estamos acostumbrados, para nosotros es normal. La liga local generalmente empieza a fines de octubre y aunque competir en esta época es nuevo, no es nada que no se pueda manejar. Creo que dentro de todo nos prepara mejor. Al entrenar con nieve, si bien el piso es más rápido, la cancha se vuelve más pesada; nos suma mucho trabajar en un clima así, incluso en lo referente al compromiso y a la unión grupal, todo se ve reflejado. Lógicamente que cuando vamos a otras canchas, lo disfrutamos mucho, incluso con el viento que puede llegar a ser muy fuerte.
RdF – Me contabas de las expectativas grupales, ¿en lo individual cuáles son tus metas?
MA – Seguir creciendo como jugador y como persona. Después de la lesión que tuve (rotura de ligamentos), volver formar parte del plantel, ir entrenando día a día, poder jugar todos los fines de semana; la idea es ir superándome, aprender cosas nuevas, cuestiones técnicas y tácticas; mejorar.
RdF – ¿La experiencia del Futsal te ayuda o, más allá de las similitudes, no hay punto de unión?
MA – En algunas cosas como la toma de decisiones, manejo de vestuario, cómo relacionarse con el grupo. Pasa que un plantel de futsal es corto, entonces tenés más interacción con tus compañeros; en fútbol 11 al ser mayor cantidad de personas, te llevás bien pero quizás no es tan cercana la relación. Con respecto a las similitudes, son deportes diferentes, la estrategia y la técnica son distintas. Sí ayuda mucho el futsal con la resolución en los espacios reducidos; te da mayor rapidez para resolver. Es una virtud que aporta.
RdF – ¿Cómo manejás la exigencia que demandan las disciplinas y el hecho de practicarlas en paralelo?
MA – Trato de equilibrarlo. A la mañana voy al gimnasio, después al entrenamiento de futsal y de ahí a mi trabajo como profesor de educación física en la Escuela Municipal. Durante la tarde voy un rato a mi casa y luego al entrenamiento de fútbol 11. De lo que hay que cuidarse es de las temperaturas; en futsal entrenás en un espacio cerrado, calentito y salís para encontrarte con que hacen cinco grados bajo cero, entonces tenés que tener mucho cuidado y no sólo en eso, sino también en la alimentación, en la salud en general.
Por el momento el físico me da para poder jugar los dos.
RdF – Dadas las circunstancias en que debieras decidirte por una u otra, ¿podrías elegir?
MA – (Risas) Es una pregunta difícil de responder. Sería muy complicado, por suerte hasta ahora no me pasó y trato de organizarme para poder seguir en ambos deportes. Si sucediera supongo que tendría que analizar la situación, cómo me encuentro en cada uno. (Risas) ¡Espero que no me pase!
RdF – Las imágenes de la cancha donde juegan de locales, realmente quitan el aliento. ¿Qué dicen los rivales cuando ven semejante maravilla?
MA – Que tenemos un paisaje privilegiado dentro del mundo del fútbol. Quizás infraestructuralmente haya ciertas cuestiones que nos faltan y que otros estadios sí poseen, como canchas cerradas o vestuarios acordes. Nosotros jugamos en la cancha municipal que es la única de la ciudad con césped sintético y que tiene una tribuna para unos 600 espectadores, pero en todos los costados se pueden apreciar las montañas, El Canal De Beagle, el glaciar, el Monte Olivia. Nos ha pasado en el Federal C de estar jugando, tener que tirar un córner y que en ese momento un crucero esté aparcando en el puerto.
No sé, tenés de fondo las montañas nevadas, los bosques también: trato que no se vuelva una costumbre y cada vez que voy a entrenar, me detengo un momento e intento seguir apreciándolo.
RdF – En 2017 hay tres equipos de Tierra del Fuego en el Federal B, ¿cómo se llevan con los equipos de Río Grande? Tienen casi las mismas complicaciones.
MA – Con varios de los chicos de Camioneros y Victoria nos enfrentamos en torneos de futsal y en algún momento formamos parte de la selección de Tierra del Fuego, cuando participamos de “Los Juegos de la Araucanía”, que es una competencia patagónica entre Argentina y Chile. En general se mantiene una amistad; se compite adentro de la cancha y nada más.
En Río Grande el viento que es mucho más fuerte que en Ushuaia. Sucede que cuando estás jugando y el arquero saca, el viento es tan potente que la pelota vuelve a caer en el área y no podés salir. Te puede pasar también que en el primer tiempo haya un sol radiante y en el segundo llueva, nieve o caiga granizo. Son circunstancias, hay que jugar con el clima que toque y buscar la manera de llevar los partidos adelante. Por eso en la semana aunque llueva, nieve o truene, no se falta a entrenar.
RdF – ¿Sos hincha de Los Cuervos del Fin del Mundo o hay algún otro equipo que te apasione?
MA – Soy hincha de Ushuaia. Cuando era chico era simpatizante de Boca y por jugar en All Boys tengo un poco de mi corazoncito ahí, pero soy hincha de mi ciudad y de Los Cuervos. Siempre apoyo el deporte fueguino, vóley, básquet, ¡en lo que sea! ¿Medio raro, no? Lo siento de esa manera, soy hincha de Ushuaia.
RdF – ¿Te gustaría saludar a alguien, enviar algún agradecimiento?
MA – Sí, le agradezco a mi familia, a mis amigos y a los dirigentes, cuerpo técnico y jugadores; sin esa unión, nada de esto sería posible. También a toda la gente que siempre nos apoya y para ustedes en el Rincón, por ayudarnos a difundir nuestra tarea. A veces para nosotros es muy difícil hacerlo, somos una isla alejada de Argentina y nos cuesta mucho salir de acá. Gracias por el aguante y por la difusión.
Somos un club bancado por los dirigentes, por la gente que nos acompaña y por nosotros mismos, por esto siempre estamos a la espera que aparezca algún sponsor porque los gastos de la participación en el Federal B son muy altos y nos hace falta alguien que nos ayude a solventar esos costos.
RdF – Se viene el Mundial de Futsal Misiones 2019, ¿verdad?
MA – Así es y estoy preparándome con mucha fe y muchas ganas para intentar en entrar en la lista de 18 jugadores que van a participar en lo que queda del 2017 y el 2018, que va a ser un preparativo para 2019. Trataré de estar dentro de la lista final de 12 que se convocará para el mundial, estoy mentalizado en eso y aprovecho que estoy jugando el Federal B con mis amigos, con mi club y sigo entrenado en el futsal de Los Cuervos; uno de mis sueños es participar del mundial de Misiones.
RdF – Imaginemos por un momento que Cuervos asciende al Federal A y llega a la final por un lugar en el Nacional B. En simultáneo está la final del Mundial y estás convocado para ambos… ¿Qué hacés?
MA – (Risas) ¡Me corto en dos! Sería muy lindo llegar a esas instancias, pero no sé, no te puedo responder. Estoy comprometido con los dos objetivos, así que sólo te puedo decir que me partiría en dos… (Risas)
FOTOS:
Gentileza de Matías Avendaño