Argentinos Juniors le ganó de visitante a River Plate gracias al golazo que metió Gabriel Florentín cuando el partido se terminaba.
Argentinos logró un triunfazo en Nuñez, por el rival que venció, por como venia y por como lo venció, por todos esos condimentos, los tres puntos que se lleva a La Paternal dejaron de ser un simple triunfo para convertirse en un triunfazo. Y mucho tuvo que ver el arquero Lucas Chaves, quien intervino de manera correcta cada vez que fue exigido, el más sobresaliente de una noche con ocasiones de gol varias, pero en las que predominó la fricción y la incomodidad para jugar de ambos lados. River todavía debe estar preguntandose cómo. Cómo no le pudo ganar a un rival duro, es cierto, pero de menor jerarquía. Debe estar preguntandose si fue la reciente obtención de la Supercopa Argentina jugada hace tan solo cuatro días ante Racing que le pasó factura, tanto física como futbolísticamente o si fue simplemente la falta de puntería la que no le permite estar entre los puestos de arriba en su grupo.
No hubo un claro dominador del juego, en la primer parte el local tenía la clara intención de ser protagonista, pero enfrente tuvo un rival incómodo en todo momento y que ejercía presión en todos los sectores de la cancha. El Millonario contó a lo largo de la primer mitad con un par de ocasiones claras de gol como el remate de Milton Casco que reventó el travesaño, un tiro libre de Nicolás De La Cruz que se fue apenas elevado y un remate de larga distancia de Paulo Díaz, quien probó al ver adelantado a Chaves, en tanto que el Bicho no se quedó atrás e inquieto varias veces a Franco Armani, primero con remate de Gabriel Hauche que el arquero logró tapar, luego un remate de Javier Cabrera de larga distancia que se fue desviado y cuando se acercaba el entretiempo, una corrida de Hauche luego de la habilitación de Gabriel Ávalos en la que Armani logró achicar a tiempo y dejar sin ángulo de definición al Demonio.
Ya en la segunda etapa el Muñeco decidió renovar las energías y mandó al campo a Agustín Palavecino en busca de alguien que cree juego, a Rafael Borré, siempre peligroso en el área adversaria y a Jonatan Maidana, para mayor solidez defensiva, en lugar de Matías Suárez, Jorge Carrascal y Robert Rojas. Y surtió efecto, ya que se vio un equipo más dominante, llegando con más claridad al arco de Chaves y poniendo a prueba una y otra vez al arquero, primero con un remate de Julián Álvarez que Chaves logró desviar con el pie, luego con un cabezazo de Rafael Borré que se estrelló en el palo y finalmente un remate de Palavecino que terminó en córner. Pero se desinfló, cedió la pelota y ahí se vio la mejor imagen del equipo de Gabriel Milito, firme en defensa, haciendo las transiciones rápido y complicando a la defensa local con el juego por las bandas y la búsqueda incesante a Gabriel Ávalos. Y ahí empezaron a llegar las ocasiones para los de La Paternal, como cuando un boxeador recibe y recibe , agota al rival y luego manda la ofensiva, golpe tras golpe, pero esta vez era remate tras remate.
Primero fue Javier Cabrera quien enfiló para el gol pero Enzo Pérez llegó a cerrar antes de que saque el disparo por encima de Armani, luego un par de intentos con Franco Moyano y Diego Sosa y finalmente llegó el KO. Cuando el reloj ya marcaba los 90 minutos de juego Carabajal cedió para Gabriel Florentín, este dejó plantado a Paulo Díaz y sacó un soberbio disparo que tomó la comba necesaria para meterse en el ángulo de Franco Armani y poner el 1 a 0.
Con el tiempo adicionado corriendo River intentó llegar a un empate que no le dejé un sabor tan amargo en la boca y estuvo cerca de lograrlo cuando Borré quedó mano a mano con Chaves, pero nuevamente el arquero se lució y dejo sin margen de acción al colombiano ahogándole el grito. Argentinos se llevó tres puntos y una inyección anímica bárbara, mientras que River volvió a convivir con los fantasmas de la primera fecha ante Estudiantes, la de generar en demasía, no ser efectivo bajo los tres palos y quedarse con las manos vacías.
Foto Principal: InfoBaires
