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Lejanos recuerdos de una potencia

La única alegría de Inglaterra en un Mundial data de 1966, hace prácticamente 52 años. En el medio hubo pocas actuaciones para destacar y demasiadas decepciones, incluida la eliminación en fase de grupos de Brasil 2014. Repasamos la historia mundialista de una Selección que lleva un buen tiempo sin dar la talla en una Copa del Mundo y buscará volver a ser animador de la mano de una nueva generación de futbolistas.

Los inventores del fútbol, la tierra en la que allá por 1863 se pateó por primera vez una pelota de forma oficial. Toda esa historia previa fue forjando el camino de una Selección histórica, que sin embargo ha sido carente de grandes triunfos. En cuanto a lo que a números atañe, Inglaterra formó parte de 15 de los 21 mundiales disputados hasta el momento. Su mejor resultado fue la conquista del trofeo en 1966, mientras que su peor actuación fue la de Brasil 2014, quedando eliminada en fase de grupos. Disputó 62 encuentros mundialistas, ganó 26, empató 20 y perdió 16, con un saldo de 79 goles a favor y 56 en contra. Su goleador histórico en Copa del Mundo es Gary Lineker, que marcó 10 tantos en dos mundiales, mientras que el futbolista que disputó más partidos es el arquero Peter Shilton, con 17 juegos entre 1982 y 1990. Lo siguen Bobby Charlton, Bobby Moore, Terry Butcher y Ashley Cole, todos con 14. Los jugadores ingleses que más mundiales disputaron fueron Bobby Charlton y Rio Ferdinand, con cuatro cada uno, con la particularidad de que Ferdinand formó parte de dos de esas cuatro convocatorias sin jugar siquiera un minuto.

Primeros años mundialistas: Sin pena ni gloria

Inglaterra no participó de los primeros tres mundiales debido a un desacuerdo con la entonces incipiente FIFA de todas las naciones que conforman el Reino Unido en el año 1928. Luego de casi veinte años, en los que los ingleses lograron victorias ante la Italia campeona de 1934 y la Alemania de los nazis en 1939, además de soportar la álgida etapa de la Segunda Guerra Mundial, los británicos se volvieron a unir a la FIFA en 1946 y lograron disputar su primer Mundial en el año 1950, en el que tuvieron una pronta eliminación al no poder ganar el Grupo 2, ya que España se impuso frente a ellos, Chile y Estados Unidos. En 1954, los ingleses lograron superar la fase de grupos, en un extraño sistema donde sólo se enfrentaba a dos de los tres rivales de la zona, finalizando en primer lugar tras cosechar un 4-4 ante Bélgica y un 2-0 ante Suiza. No obstante, los británicos vieron finalizada su participación al caer 4-2 ante Uruguay, defensores del título en aquel momento. Previo al Mundial de Suecia 1958 el seleccionado sufrió un inesperado golpe anímico con la Tragedia de Múnich, en la que murió gran parte de la delegación del Manchester United en un accidente de avión. Roger Byrne, Tommy Taylor y Duncan Edwards, entre otros participantes de la Selección, perdieron la vida dejando un vacío difícil de suplir y la ilusión inglesa quedó truncada nuevamente en fase de grupos de esa Copa del Mundo. Tras igualar sus tres partidos, ante Brasil, la Unión Soviética y Austria, el segundo equipo clasificado del Grupo 2 debió definirse en un desempate entre los Three Lions y la URSS, en el que el cuadro soviético se impuso por 1-0. En 1962 el cuadro británico pudo superar la fase de grupos, pero se cruzaron en cuartos de final con una implacable Selección de Brasil, posteriormente bicampeona, y fueron barridos con un 3-1 inobjetable que derrumbó sus aspiraciones.

England ’66: La Copa, en casa

La única alegría futbolística de la que los inventores de este deporte se precian sucedió en sus tierras y en el año 1966. El camino comenzó tras superar en primer lugar el Grupo 1, empatando sin goles con Uruguay, duelo que despertó cuestionamientos, aunque los mismos fueron derribados con las posteriores victorias 2-0 ante México y Francia. El elenco anfitrión debió entonces cruzarse con Argentina en un álgido duelo de octavos de final. En dicho partido los locales se vieron beneficiados por una polémica expulsión de Antonio Rattín, por demorar el juego. Luego de esta incidencia al árbitro alemán Rudolf Kreitlein se le descontroló el encuentro y éste terminó siendo una disputa encarnizada en la que se vio poco fútbol. Sin embargo, a doce minutos del final Geoff Hurst consiguió el 1-0 con el que los ingleses lograron el pase a semifinales, donde esperaba Portugal, elenco al que vencieron 2-1. Un doblete de Bobby Charlton, figura de ese partido, le aseguró la final a los británicos dejando en el camino a la selección del temible goleador Eusébio -máximo anotador de ese Mundial con 9-, quien descontó de penal.

Llegó el momento de la final, y enfrente estuvo la Alemania de Franz Beckenbauer y Helmut Haller. El duelo fue vibrante, con muchas emociones y giros en el marcador: los alemanes se pusieron arriba mediante Haller, Inglaterra empató por su goleador Hurst y pasó a ganarlo a poco del final con un gol de Martin Peters, pero finalmente los germanos sacaron ese espíritu de lucha para poner el 2-2 que llevó la cosa a tiempo suplementario, a un minuto para el final. Allí fue que ocurrió algo que hasta hoy es considerado como uno de los goles más sospechosos de la historia. A los seis minutos del primer tiempo extra, Hurst recibió en el área y sacó un remate que pegó en el travesaño y no cruzó la línea, pero fue convalidado. Esto quebró el partido en favor de los ingleses, que con otro tanto de Hurst, quien aún ostenta el récord de ser el único futbolista en marcar un hattrick en una final de Copa del Mundo, coronaron esa recordada victoria 4-2 en tiempo suplementario con la que los Three Lions se consagraron campeones mundiales frente a un Wembley rebosante de alegría que vio al capitán Bobby Moore levantar el trofeo Jules Rimet. Moore había sido nombrado capitán por el entrenador Alf Ramsey, que en el momento de su asunción había predicho que Inglaterra sería campeona del mundo, y tras esa victoria sobre los alemanes su vaticinio se vio cumplido.

La foto del campeón. El equipo de 1966, en único en levantar una Copa del Mundo para la Selección inglesa. (Foto: FIFA.com)

El post campeonato: la desilusión del ’70 y una larga crisis

Tras la mayor conquista en su historia, llegó el Mundial de México 1970, al que lógicamente llegaron como uno de los candidatos a levantar el trofeo. En la previa muchos pensaban incluso que el plantel inglés era mejor aún que el que había sido campeón cuatro años antes. Con Gordon Banks, Bobby Moore, Geoff Hurst y Bobby Charlton, puntales del ’66, más maduros, y la compañía de futbolistas como Alan Ball, Martin Peters, Alan Mullery o Allan Clarke, más obviamente la conducción desde el banco de Alf Ramsey, la expectativa era grande. La fase de grupos, no obstante, no fue nada fácil para el equipo británico, culminando en segundo lugar detrás de un cuadro brasileño que se transformó luego en una de las selecciones más aclamadas de la historia, y ante el que cayeron por 1-0. Sin embargo, las victorias ante Rumania y Checoslovaquia, también por la mínima, le dieron a los Three Lions el pase a cuartos de final. El destino los puso nuevamente frente a Alemania, como cuatro años atrás, pero esta vez la historia tuvo un final diferente. La batalla, como aquella vez, fue reñida hasta el final y necesitó también de tiempo suplementario para definirse. Inglaterra vencía 2-0 con tantos de Mullery y Peters, pero apareció nuevamente el espíritu guerrero alemán para igualarlo 2-2, gracias a Franz Beckenbauer y Uwe Seeler, y llevar el cotejo a tiempo suplementario. Allí apareció Gerd Müller, goleador y una de las figuras de esa Copa del Mundo, para poner el definitivo 3-2 y sepultar las ilusiones inglesas de un bicampeonato.

El tanto de Müller que dejó afuera a la Inglaterra del ’70. Después de esa participación, se desencadenó una fuerte crisis en el fútbol inglés. (Foto: DPA)

Tras la eliminación en México, los británicos no iban a volver a un Mundial hasta el año 1982. La debacle comenzó al quedar afuera de la fase final de la Eurocopa 1972, nuevamente a manos de Alemania. Esto, sumado a la no clasificación al Mundial de 1974, quedando afuera tras perder un choque clave ante Polonia, derivó en la renuncia de Alf Ramsey y la asunción en el cargo de Don Revie. El paso de este entrenador no fue para nada bueno, ya que Inglaterra se quedó afuera de la Eurocopa de 1976 y, ya con los métodos de Revie altamente criticados, la clasificación al Mundial de Argentina 1978 les fue esquiva, esta vez ante Italia y quedando afuera por diferencia de gol. Revie fue despedido antes de que se consumara la segunda ausencia mundialista consecutiva de los Three Lions, pero el interino Ron Greenwood nada pudo hacer para evitar un nuevo fracaso. Cabe destacar que la Federación Inglesa desestimó el pedido del por entonces célebre Brian Clough para tomar el mando de la Selección. Greenwood se hizo definitivamente con el cargo de seleccionador y logró posteriormente devolver a Inglaterra a un Mundial, en España ’82. En esa Copa del Mundo, los británicos superaron la primera ronda ganando un grupo que compartieron con Francia, Checoslovaquia y Kuwait, pero sucumbieron en la segunda ronda luego de empatar sus dos duelos sin goles ante Alemania, Selección que ganó esa zona y alcanzó las semifinales, y España.

La era Bobby Robson

Luego de la eliminación en 1982, Bobby Robson tomó las riendas de la Selección inglesa hasta 1990, en un período que tuvo sus altas y bajas. Bajo su mando, Inglaterra logró su segundo mejor resultado en una Copa del Mundo, justamente en 1990, pero fracasó estrepitosamente dos años antes en la Eurocopa 1988 y fue dejado afuera en cuartos de final en 1986 por Argentina, con el famoso e inolvidable doblete de Diego Maradona. En aquella convocatoria estuvieron futbolistas como Peter Shilton, Gary Stevens, Terry Butcher, Gary Lineker, Bryan Robson, Chris Waddle y John Barnes, quienes fueron la base de la plantilla que, cuatro años más tarde, ilusionó a los ingleses por última vez en un Mundial. Y es que en el ’90 los Three Lions lograron llegar a semifinales luego de superar a Bélgica en octavos de final con un agónico tanto de David Platt en el alargue y de darle vuelta en cuartos un partido vibrante a Camerún -también en tiempo suplementario- por 3-2 de la mano de un par de penales de su goleador Gary Lineker. Los británicos acarreaban la ilusión de volver a disputar una final, no obstante finalizaron en el cuarto lugar tras caer por penales en semifinales ante el campeón Alemania, que otra vez se les cruzó en el camino para eliminarlos, luego de empatar 1-1 y perdiendo también 1-2 ante el local, Italia, en el duelo por el tercer puesto.

Los ingleses, abatidos tras caer por penales ante Alemania. Fue la última vez que los Three Lions estuvieron a las puertas de una final. (Foto: Getty Images)

Un largo rato sin protagonizar

Tras llegar lejos en el ’90, la no participación de los británicos en Estados Unidos 1994 fue toda una sorpresa. En una etapa clasificatoria donde Inglaterra y Holanda eran los favoritos, Noruega tomó sorpresivamente el lugar del cuadro inglés. En Francia 1998 se dio la vuelta de los ingleses, pero el final llegó pronto con decepcionante eliminación nuevamente ante Argentina, esta vez por penales y en los octavos de final luego de un entretenido 2-2. Más adelante, el elenco británico experimentó la rabia de quedar a las puertas de una semifinal en 2002 y 2006, con derrotas ajustadas frente 1-2 frente Brasil, que sería el campeón de ese Mundial, y otra salida por penales, esta vez ante Portugal luego de igualar en cero. En 2010 el límite de los británicos volvieron a ser los octavos, ante una selección de las grandes como lo es Alemania -por tercera vez al hilo-, pero con el plus de un 4-1 humillante. Igualmente, nada superó el enorme golpe anímico que significó la eliminación en fase de grupos en el pasado Mundial. Tras salir sorteado en el ‘grupo de la muerte’ junto con Italia, Uruguay y Costa Rica, el seleccionado británico fue uno de los primeros que se quedó sin chances de clasificar. Sus derrotas 1-2 ante Italia y Uruguay hicieron que los Three Lions llegasen sin chances a enfrentar a la sorpresiva Costa Rica -ganadora de aquel grupo-, elenco con el que solamente pudieron igualar 0-0 para irse a casa muy temprano y cosechando solamente un punto, además de las cataratas de críticas de los hinchas y la prensa. En el medio de todos esos mundiales pasaron futbolistas que brillaron con sus clubes pero no pudieron llevar al seleccionado a pelear hasta el final ni una Eurocopa ni un Mundial. Los nombres de Steven Gerrard, Frank Lampard, Wayne Rooney, David Beckham, Rio Ferdinand, John Terry, Alan Shearer o Michael Owen serán recordados por ser grandes valores e incluso leyendas de sus clubes, pero también partícipes de una generación frustrada a nivel internacional.

Los lamentos de Rooney y Gerrard lo dicen todo. El duro golpe de la salida en fase de grupos en Brasil 2014 culminó el ciclo mundialista de varios símbolos. (Foto: Getty Images)

Tras todo un camino recorrido, los inventores del fútbol buscarán sacarse las ganas de protagonizar este año en Rusia. Un plantel que cuenta con la fuerza de una nueva generación naciente de interesantes futbolistas conducidos por Gareth Southagate tiene como objetivo acabar con la enorme pila de decepciones. Con el gran debe de no alcanzar siquiera una semifinal hace 28 años y la carga adicional de tener buenas generaciones de jugadores desperdiciadas a cuestas, Inglaterra buscará en Rusia 2018 que la historia cambie.

 

 

Foto destacada: FIFA.com

Juan Saber

Mi nombre es Juan Sáber, tengo 22 años y estoy por recibirme de Licenciado en Ciencias de la Comunicación en UADE. No conocía RDF antes, llegué porque me acercaron la propuesta y sentí que era un proyecto viable y en el que podía aportar. Me tocará cubrir Arsenal, club en el que ya estoy trabajando para otro medio y que aprendí a conocer bien (más allá de ser hincha). Es un club muy especial, por diversos motivos, y siento que la posición que logré en mi otro trabajo me da las condiciones como para poder acercar buena información sobre el mismo.

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