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“Die Kängurus”

La primera aparición mundialista de los “Socceroos” fue en 1974, en una Alemania todavía convulsionada por el fresco recuerdo de la masacre de Münich. No hubo goles pero sí un empate, como para mostrarle al mundo que en el país del rugby y del cricket, el fútbol también dijo presente.

Australia tuvo su estreno en una Copa del Mundo en 1974, del lado capitalista del Muro. Era la tercera vez que los oceánicos se inscribían en unas eliminatorias para la Copa del Mundo: el debut para Inglaterra 1966 terminó con un humillante resultado global de 9-2 en favor de Corea del Norte, Selección que tendría una sorprendente actuación en territorio británico.

Tampoco mejoraron las cosas hacia México 1970, donde cayeron en la ronda final ante Israel, con un resultado agregado de 2-1. Pero no querían faltar a la aventura en Alemania y la tercera sí que resultó la vencida.

No fue sencillo, ya que superó ajustadamente a Irán (ganó 3-0 en la ida y perdió 2-0 en la revancha) y necesitó de un tercer partido para doblegar a Corea del Sur e imponerse por la mínima en Hong Kong (cortesía de Jimmy Mackay).

El suelo alemán aún permanecía manchado de sangre y la herida por lo sucedido en 1972 no cerraba. Durante los Juegos Olímpicos de verano, el grupo terrorista “Septiembre Negro” secuestró y asesinó a 11 atletas israelíes, lo que desató una crisis internacional sin precedentes y puso en vilo la seguridad para cualquier evento de gran convocatoria en el futuro.

Al menos por esas cuestiones puramente deportivas, el seleccionado de Israel no se clasificó para el Mundial de Alemania: perdió 1-0 ante Corea del Sur en la final del Subgrupo A de Asia con gol de Cha Bum-Kun, delantero que años más tarde tendría una notable carrera nada menos que en la Bundesliga.

Los “Socceroos” eran debutantes en una Copa del Mundo, al igual que Haití (dejó sin Mundial nada menos que a México por primera vez por eliminatorias), Zaire (el primer seleccionado de la denominada “África Negra”) y el vecino que escuchó la música fuerte del otro lado del Muro y no quiso perderse la fiesta: Alemania Oriental.

Precisamente Australia formó parte del Grupo 1, junto con ambos seleccionados germanos y Chile. Disputó sus primeros 2 encuentros en el Volksparkstadion de Hamburgo y el cierre se dio en el Olympiastadion de la capital.

El estreno fue ante “la otra Alemania”, con caída de 2-0 por anotaciones de Colin Curran en contra y de Joachim Streitch. Luego sufrió una previsible goleada 3-0 por parte del anfitrión, culpa de los tantos de Wolfgang Overath, Bernhard Cullmann y un tal Gerd Müller.

Chile sacó cuentas para la última fecha del grupo y un eventual triunfo sobre los australianos (más una derrota de la Alemania comunista en manos de la dueña de casa), los depositaría en la ronda final. Nada de eso le salió a los trasandinos: la férrea defensa de los oceánicos mantuvo el cero en su arco y así obtuvieron su primer empate en una Copa del Mundo. El impacto fulminante que significó el gol de Jürgen Sparwasser para el inesperado 1-0 en favor de Alemania Oriental, dejó a ambos seleccionados teutones entre los 8 mejores del certamen.

Este rejunte de ingleses, yugoslavos, escoceses y pocos nativos que tuvo Australia durante su primera Copa del Mundo fue la primera declaración de interés por un deporte que parecía olvidado al otro lado del planisferio.

Porque lo único que se sabía de Australia no iba más allá de los canguros, koalas y eucaliptus. Y justo les tocó debutar en un Mundial donde nuevamente Alemania gritó campeón sin ser el gran favorito, tal como había sucedido 20 años antes frente a la Hungría de Puskas. Es que los germanos no tuvieron mejor idea que exprimir a la “Naranja Mecánica” y levantar la segunda copa ante su gente.

Al menos los “Socceroos” tomaron prestados algunos kiwis de sus vecinos neozelandeses y escribieron sus nombres en la lista de participantes… y claro que a su primera experiencia le sacaron el jugo.

Los muchachos dirigidos por el bosnio Zvonimir “Rale” Rasic. (Foto de Michael Archer, en Soccer Nostalgia)

(Foto Principal: FIFA.com)

Emiliano Schiavi

Soy Emiliano Schiavi y siempre me interese por el fútbol internacional. Sin cable ni internet me las arreglaba leyendo el "Guerin Sportivo" o cualquier revista extranjera que sólo se conseguía en pocos kioscos del Centro. También me acompañaba algún VHS sobre la historia de los mundiales y nunca me cansaba de verlos. Por eso le preste atención al fútbol de Europa, Africa, Asia y - si estaba aburrido - Oceanía. Descubrí un medio maravilloso como la radio y conocí buena gente (grandes amigos) que me acercaron al Rincón del Fútbol. La radio es una pasión, pero escribir es un deleite. Y todos los dias lo hago en este espacio, donde investigo y me gusta informar y entretener. Mi mayor expectativa para este nuevo proyecto es seguir aprendiendo. Porque a los 45 años también se aprende, créanme. Tengo total libertad para expresarme, leer y ser leído. Porque nadie desafina cuando uno escribe lo que se le canta. Digamos todo ...

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