Gustavo Gómez decidió no aceptar la cláusula en torno al valor del dólar que rige su contrato y su llegada al “Xeneize” parece prácticamente imposible. En Boca dan por caída la negociación.
Cuando parecía que la interminable novela de Gustavo Gómez había llegado a su fin, y el deseo más anhelado por Guillermo Barros Schelotto se hacía realidad, un nuevo capítulo se sumó a la saga en horas de la tarde: el central paraguayo se negó a aceptar la cláusula que regula el valor del dólar en los contratos del plantel “xeneize” y su llegada está muy lejos de concretarse.
Innumerable cantidad de veces el cuerpo técnico de los “mellizos” insistió sobre el arribo del hombre del Milán de Italia al presidente del club de la Ribera, Daniel Angelici. Y siempre por un motivo u otro la negociación quedo trunca. Este mercado de pases “ampliado” no fue la excepción: uno de los primeros nombres que surgió para reforzar el plantel bicampeón del futbol argentino de cara a un semestre cargado de actividad, fue el de zaguero con paso por Lanús. Angelici estuvo a punto de viajar a Italia previo al Mundial para empezar las tratativas con los dirigentes del “Rossonero”. Pero al ver, nuevamente, las idas y vueltas que se avecinaban decidieron cancelar el viaje y poner en el “frezzer” las negociaciones.
Con la llegada de Izquierdoz y con Magallán dentro del plantel, parecía que la novela de Gómez estaba definitivamente cerrada. Pero el mismo día de la bomba que detonó la llegada de Mauro Zárate al mundo azul y oro, se reflotó la posibilidad de que el central se pusiera la casaca “xeneize”.
Cuando parecía imposible Boca y Milán acordaron el monto del traspaso, y la institución boquense, las cifras del contrato con el paraguayo. Ayer Gómez llego a Argentina, recorrió las instalaciones de Casa Amarilla junto a Guillermo y se realizó parte de la revisión medica. Para hoy quedaba la firma del contrato.
Pero evidentemente el destino (o el mismo jugador) no quiere que se unan los caminos de Boca y Gómez. A pesar de que el monto del contrato estaba acordado, el central del Milán no quiso saber nada con que el valor del dólar que regule su ingreso no sea al valor libre sino a uno acordado previamente como sucede con el resto de los integrantes del plantel.
A esta altura, y ya con el cansancio de tantas idas y vueltas, los dirigentes “xeneizes” no piensan modificar su postura en torno a este punto. Y la chance de que Gómez juegue en Boca es prácticamente nula y atada a la decisión del central paraguayo. ¿Se podrá limar esta aspereza y que el avión que parte a Sarasota, EEUU, el sábado cuente con el jugador que tanto desea Guillermo? Mañana, quizás, haya un nuevo capítulo en esta novela. O, tal vez, el desenlace se escribió hoy.
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