Ocho “socios” se acercaron ayer a dialogar con el plantel de San Lorenzo tras la práctica. Pidieron actitud de cara al clásico con Huracán. Mientras Pizzi sigue delineando el equipo.
Las puertas no se abren para todos. Así sucede en la vida como también en situaciones más cotidianas. Y ayer en San Lorenzo se dio una muestra de ello. Es que la práctica matutina fue a puertas cerradas. Pero no para todos…
Un grupo de ocho “socios” ingresó tras la finalización del entrenamiento Cuervo para hablar con los jugadores. Y como se da en este tipo situaciones la historia es clara: pidieron actitud para lo que se viene.
Y lo que se viene es el clásico con Huracán el domingo a las 15.30 en el Ducó. Tras la dura derrota ante Central Córdoba, el Ciclón debe levantar cabeza. Y los ocho “socios” se encargaron de dejarlo bien en claro.
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En el plano futbolístico, Juan Antonio repitió el mismo equipo que paró el martes con una única modificación: salio el juvenil Alexander Díaz e ingresó Angel Romero para ocupar el puesto de nueve.
Nicolás Navarro; Gino Peruzzi, Fabricio Coloccini, Ramón Arias, Bruno Pittón; Gerónimo Poblete, Mauro Pittón; Ezequiel Cerutti, Fernando Belluschi, Héctor Fértoli; y Ángel Romero fueron los once que ayer eligio Pizzi.
Resta saber si Oscar Romero se meterá en el equipo y si finalmente jugará su hermano Angel de centrodelantero. Con Blandi casi descartado, el paraguayo parece sacarle ventaja a Diaz, Bareiro y Gaich (hoy se reintegra a las prácticas tras su participación en la seleccion sub23).
Imagen destacada: Vamos Ciclón