Los “Culés” consiguieron la epopeya y están entre los 8 mejores de Europa. El “Barsa” tenía que meter 1 gol en 40 minutos pero luego serían 3 en en los últimos 28. Merecidísimo castigo para los parisinos, que pecaron de mezquinos con una ventaja, a priori, irremontable.
Barcelona aplastó 6-1 a París Saint Germain y pudo revertir el 0-4 sufrido en el Parque de los Príncipes, para coronar una noche mágica y escribir una página gloriosa en la historia del fútbol mundial.
No era para nada fácil levantar una diferencia de 4 ante un rival que había mostrado su mejor versión en casa. De hecho, en la máxima competición continental de clubes jamás se había dado una remontada y ulterior clasificación tras haber sufrido una diferencia adversa de 4 goles. Pero a este equipo de Luis Enrique nunca hay que darlo por muerto y el gigante dormido despertó con un partido memorable.
A los 3 minutos, Luis Suárez de cabeza consiguió el primero y las esperanzas estaban intactas de acuerdo al plan inicial: asfixiar al rival y convertir goles muy rápido. Unai Emery decidió replegar a su equipo y cederle balón y territorio, casi sin atacar. Realmente llama la atención que con una abultada diferencia de 4 goles a favor, su equipo no tenga la inteligencia suficiente para jugar con la desesperación del rival.
A los 40´ Iniesta fue puro talento y usó el cerebro para generar el segundo grito, que comenzó con una gran jugada individual y concluyó con un blooper de Layvin Kurzawa, para un grotesco gol en contra. Ventaja de 2 al descanso y Barcelona estaba a mitad de camino del resultado y de la gesta.
A los 50´, otra torpeza defensiva posibilitó el tercer gol catalán: Thomas Meunier se vio superado en una carrera de Neymar y trastabilló en el área. Al caer en un acto reflejo, lo derribó al brasileño dorado y le cometió un penal infantil. Lionel Messi estaba ante la pena máxima de su vida y con un zurdazo autoritario elevó la cuenta a 3, pese a que Kevin casi los aTrappa.
El plan de los franceses era simple: por más que el rival domine y no te salga nada bien, SIEMPRE alguna chance de gol vas a tener, es fija. A eso apostó un equipo que arrancó el partido 4 goles arriba. Un argumento demasiado pobre, pero que se cumplió con creces, porque no fue una chance sino que fueron dos.
Edinson Cavani avisó a los 52´ con un gran anticipo ofensivo que besó el vertical izquierdo de Ter Stegen. Pero 10 minutos más tarde llegó el baldazo de agua fría y el uruguayo de Salto aprovechó un rebote en el área para conseguir el tan ansiado gol. Frustración en el campo de juego y las tribunas, porque ahora se necesitaban 3 goles para seguir en carrera.
Barcelona se desinfló y comenzó a sufrir el partido. No inquietaba, no tenía juego asociado y no recibió más goles simplemente porque PSG se dedicó a rifar la pelota y no jugar con ella.
Ángel Di María tuvo una chance inmejorable para liquidar la serie, pero Javier Mascherano estuvo rapidísimo en el cruce y evitó la sentencia de muerte.
Entonces apareció Neymar y su sello dorado. Tiro libre perfecto a los 88´ para levantar a la tropa (faltaban 2 goles más y quedaba poco tiempo). Iban 90 minutos y un discutible penal sobre Luisito Suárez encendió de nuevo la llama de la esperanza. Esta vez lo ejecutó Neymar y puso el 5-1.
El reloj marcaba 5 minutos más de adición y los “Culés” fueron a por el milagro. Hasta el propio Ter Stegen invadía el área contraria en busca de un cabezazo heroico. El Camp Nou era una caldera y se respiraba ese olor a hazaña impensada unos minutos atrás.
Otra vez Neymar con temple de acero, no se desesperó y metió el balón en el corazón del área de un equipo que ya ni marcar sabía. Solito por el medio apareció Sergi Roberto para batir a Trapp y lograr la media docena. Éxtasis total porque la historia se revertía y la escribía a su antojo este ENORME grupo de jugadores. Desazón total en los galos por la serie regalada … ¿a quién se le ocurre perder de esa manera y con semejante ventaja?
Luis Enrique había declarado que “si ellos hicieron 4 goles, nosotros podemos hacer 6”. Míster, permítame decirle que su plan salió redondo, que el anuncio de la no renovación de su contrato le quitó toneladas de presión a un equipo golpeado. Usted ganó la batalla porque sus soldados fueron al frente y entendieron cómo sobreponerse ante la adversidad. Sepan disculpar, pero no es ni más ni menos que el PUTO AMO.
(Foto Principal: Mil Jugadas)