Los de Siniša Mihajlović le propinaron una paliza al elenco rosanero y treparon a puestos de competiciones europeas. Una gran actuación de Adem Ljajić, con dos tantos, guió al Toro a su tercera victoria consecutiva. La nota insólita del duelo fue que finalizó jugandose ¡sin luz!.
El elenco más humilde de Turín se encuentra en un excelente momento de forma, y en el posticipo de la jornada en Italia lo iba a demostrar plenamente con una exhibición de goles. A pesar de esto, las cosas no arrancarían de la mejor forma para el cuadro granata debido a que el local iba a encontrar con una pelota parada la ventaja. Ivaylo Chochev conectó el centro desde la izquierda de Haitam Alessami y puso las cosas 1-0. Sin embargo, el conjunto turinés desperaría y comenzaría a argumentar con fútbol y goles por qué está en el pelotón de arriba de la Serie A. A los veinticinco, Adem Ljajić empató la cuestión con un disparo excelente que hizo impotente la estirada del golero Josip Posavec. El Toro seguiría buscando y sobre los cuarenta minutos, volvería a aparecer el serbio Ljajić con una maniobra digna de su habilidad y un gran tiro colocado que decretó el 2-1. Antes del descanso habría más, ya que Marco Benassi estiraría la ventaja visitante luego de culminar una acción colectiva por el medio en la que Daniele Baselli le cedió la pelota en tiempo y forma.
En el complemento, el Toro salió decidido a liquidar la cuestión. Iago Falqué sacó un potente disparo desde lejos que le bajó de golpe a Posavec y estuvo a punto de ser el cuarto gol. Sin embargo, este tanto llegaría inmediatamente después, luego de que Baselli, que había asistido en la anterior conquista, cerrara por el lado opuesto un centro violento del lateral Antonio Barreca. El argentino Lucas Boyé ingresó por el estelar Ljajic y tuvo el quinto con un remate lejano, pero Posavec se estiró bien y lo despejó al córner. Palermo contestó pasado el cuarto de hora, luego de que un centro desde la izquierda encontrara a Ilija Nestorovski, pero el delantero local no pudo encontrar el arco con su zurdazo. El rosanero tendría otra posibilidad cuando Accursio Bentivegna encontró un espacio a la espada de la zaga, pero Joe Hart apareció para negarle el descuento. Para colmo, a la poca claridad del local para atacar, se le sumó un hecho insólito: faltando menos de diez minutos para culminar el duelo, las luces se apagaron. Lo extraño fue la decisión del juez Michael Fabbri, que luego de unos instantes con el juego parado, decidió que el partido culmine… ¡a oscuras!. Esto no alteró de ninguna forma el resultado final, que mostró un lapidario 4-1 para un Torino que no para de crecer ante un Palermo que es un gran candidato a bajar de categoría.
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