San Lorenzo le ganó a River por 2 a 1 y se acomodó en puestos de clasificación. Nicolás Fernández y Jalil Elías metieron los goles del Cuervo, mientras que Federico Girotti anotó el descuento para el Millonario.
De hormiga. Así fue el trabajo de San Lorenzo para lograr la victoria en Núñez, ante un River que cometió errores que pagó muy caro y que cuando tuvo que enderezar el rumbo, se encontró con la figura de Sebastián Torrico. El primer error lo tuvo a los 15 minutos, cuando Enzo Pérez quiso jugar hacía atrás y le dejó la pelota a Nicolás Fernández, quien quedó solo ante Franco Armani y definió para poner el 1 a 0.
A partir de ahí San Lorenzo trabajó el partido, se replegó de manera ordenada y supo muy bien cuál era su tarea, cercar el área de Torrico y una vez que se hacía del balón apostar a los rápidos de ataque, Angel por un lado, Oscar por la otra banda y Uvita por el centro, quedando continuamente mano a mano contra una defensa descompensada del local por las continuas escaladas de Gonzalo Montiel y de Fabrizio Angileri los escasos 25 minutos que duró en cancha, hasta que fue sustituido por Jorge Carrascal y Milton Casco se encargó de hacer su labor.
A River se le notó que le falló su motor, ya que Enzo Pérez ofreció un nivel que lejos está del que tiene acostumbrado al público, errático en los pases, cometiendo faltas innecesarias que le daban aire a un San Lorenzo que por tramos se sentía ahogado con los embates ofensivos que protagonizaron Julián Álvarez, Jorge Carrascal y Rafael Borré, este último errático en la definición.
El segundo tiempo fue un calco del inicio del primero, el Millonario controlando la posesión y poniendo a prueba a Torrico, que respondía de manera soberbia ante cada situación. Y fue tan calcado el inicio que a los 51 minutos Jalil Elías apareció para capturar el balón cedido por Romero y la posterior pifia de Fernández y poner el 2 a 0.
Marcelo Gallardo movió el banco en busca de la reacción, haciendo ingresar a José Paradela en lugar de Agustín Palavecino y a Federico Girotti por Julián Álvarez. Más allá del cambio de nombres, el desarrollo del encuentro fue el mismo, River dominaba, tenía el balón, atacaba por las bandas y tenía la activa participación de Nicolás De La Cruz en el armado del juego, pero una y otra vez se encontraba con Torrico, que no hacía más que afirmar que gran parte de la victoria era gracias a él. En el único momento que Torri falló fue a los 74 minutos, cuando no pudo despejar un rebote en Alejandro Donatti y apareció Federico Girotti para empujar la pelota y poner el 2 a 1.
Los últimos minutos fue cuando el Cuervo más transpiro, teniendo que aguantar los embates por las bandas y los centros para Girotti, que estuvo a dos centímetros de poner el empate, pero el cabezazo reventó el travesaño y se fue por arriba. Dabove incluso acertó en el momento de hacer los cambios, primero con Troyansky por Fernández, buscando que el 9 aguante más el balón y aleje el balón del cambio propio, y luego con los ingresos de Sabella y Pitton, en busca de piernas frescas en defensa.
El Ciclón se quedó con tres puntos importantísimos pensando en la clasificación a la siguiente fase de la Copa de la Liga y mejoró su imagen con respecto al empate ante Argentinos y a las derrotas sufridas en el plano internacional, primero la de Santos que lo dejó fuera de la Libertadores y luego de la Huachipato en el inicio de la Sudamericana. River por su parte sufre demasiado la ausencia de un jugador desequilibrante en ataque como Matías Suárez y dejó pasar la chance de quedar prácticamente clasificado, sumando un nuevo partido sin ganar en el Monumental.
Foto Principal: Prensa San Lorenzo
