Victoria trascendental sobre Tottenham en Londres para subirse a la cima y quedar a tiro del título con una fecha por jugar. Ningún equipo se consagró 4 veces seguidas en 122 años de historia pero los “Cityzens” de Guardiola tiene todo para reescribirla y dejar su marca.
Corría de atrás porque estaba ocupado (y preocupado) por renovar su título europeo pero se dio la frente contra el gigante “merengue” y tuvo que volver a poner las cosas en orden en el medio local. Por eso, en el London Stadium, Manchester City doblegó 2-0 a Tottenham Hotspur y regresó a la punta de la Premier League.
Quedó pendiente este cotejo correspondiente a la jornada 34 y la encrucijada local planteaba 2 escenarios: mantener las esperanzas de clasificar a Champions pero a la vez ayudar al rival citadino de toda la vida (Arsenal) o bien resignarse con jugar la Europa League y complacer a una hinchada que desea con fervor que los “Gunners” continúen con su sequía local.
No hubo nada extraño ni lugar a suspicacias porque ambos jugaron con porfesionalismo y hasta se vio una versión un poco timorata del tricampeón inglés. A los 5 minutos de partido, Rodrigo Bentancur exigió a Ederson Moraes con un zurdazo desde el borde del área y los de Ange Postecoglu plantaron su bandera de ir hacia adelante.
La respuesta “ciudadana” llegó 10 minutos más tarde con una pifia artera de Hojbjerg dentro del área y una volea de Phil Foden que Vicario conjuró con éxito.
Se terminaba la primera etapa y una milagrosa doble salvada en el área local dejó increíblemente el marcador en silencio. Centro de Foden desde la izquierda y Erling Haaland le dio como venía y su disparo fue bloqueado por Mickey van de Ven. Le quedó servida a Bernardo Silva y el zurdazo del luso se encontró con la reacción in extremis de Dragusin, quien se quedó firme para resistir la bala y la pelota le dio en su cuerpo para perderse al tiro de esquina. Un verdadero milagro.
Comenzó el complemento y los de Guardiola empezaron a amigarse con su estilo. Kevin De Bruyne puso a prueba a Vicario con un zurdazo desde la media luna del área y el italiano salvó con una gran atajada. Fue el preludio porque cuando se encienden los que saben, la chispa del gol es inevitable.
Minuto 51 y una perfecta triangulación desbloqueó el resultado. De Bernardo para la diagonal de De Bruyne y el quirúrgico toque al medio para la entrada de Haaland, quien solamente la tuvo que empujar y así alejar los fantasmas acerca de su “sequía goleadora”.
Pasada la hora de juego se produjo una situación que sería crucial para el futuro del encuentro. Cristian Romero fue a disputar una bola y accidentalmente lo golpeó al arquero Ederson. El brasileño terminó lastimado y a regañadientes abandonó el campo de juego. Su sustituto, el alemán Ortega Moreno salió a la cancha y se convertiría en el héroe inesperado.
Primero porque le tapó un pie a mano a Kulusevski dentro del área y chica. Pero luego se mandó una de esas atajadas que quedan en la memoria y que suelen gritarse como un gol propio. Manuel Akanji tropezó con el balón y Heung Min-Son se fue camino a la gloria. Cara a cara con el portero alemán tuvo el empate y Ortega Moreno se hizo gigante con una salvada monumental.
Encima en el minuto final llegó una réplica fulminante y todo Londres lloró porque la visita sentenció la historia. Jeremy Doku se escapó por la izquierda luego de un sensacional pase de Foden y obligó a Pedro Porro a la torpeza de derribarlo en el área. Penal que Haaland cambió por gol para liquidar el pleito y acercar a su equipo a su cuarta estrella consecutiva.
Por Emiliano Schiavi / @ejschiavi
(Foto Principal: @ManCity)
