Los Reds se sacaron de encima con justicia al West Bromwich por 2-1 y son líderes provisorios junto al Arsenal, esperando el resultado de mañana del Manchester City. Mané y Coutinho, la gran figura del juego, autografiaron el triunfo mientras que Craig Dawson descontó para los Baggies.
En Anfield, el Liverpool pretendía un triunfo que lo coloque como líder provisorio, aprovechando el empate del Arsenal en el anterior turno y a la espera de lo que haga mañana Manchester City. Como se esperaba, el cuadro local se hizo con la posesión y la iniciativa, buscando lastimar por el flanco derecho de su ataque. El primer avance llegó por ese lugar cuando tras un centro de Jordan Henderson que encontró a James Milner el cabezazo del inglés diera en el techo del arco de Ben Foster. En veinte minutos y mediante un ataque letal, el conjunto de Klopp abriría el tanteador. Philippe Coutinho le dejó con clase la pelota a Emre Çan sin tocarla, éste abrió a la izquierda para Roberto Firmino y el brasileño encontró con justeza en su centro a Sadio Mané para que el senegalés empuje al gol. El local seguiría yendo al frente, encontrando otra oportunidad en la que en una recuperación, Lallana se asoció con Çan, quien le devolvió la pelota al inglés cuyo remate salió muy desviado. A diez minutos del descanso, los Reds aprovecharían un descalabro defensivo de los Baggies para ponerse 2-0. Luego de un mal rechazo de Foster, comprometido por su defensor, la pelota derivó en un Coutinho que hizo pasar de largo dos defensores con un enganche sobrerbio y después la acomodó en el segundo poste del golero inglés. El descanso recibía al anfitrión con una ventaja cómoda.
En la segunda mitad las cosas no cambiaron mucho en su inicio, por lo que Liverpool bajó algo el ritmo con el que atacó en la primera mitad, aunque no dejó de tener chances. Coutinho encontró con un exquisito pase filtrado a Firmino, pero la definición del brasileño fue bloqueada por Gareth McAuley antes de que se transformara en el tercer tanto. Dos minutos más tarde, Dejan Lovren lo tuvo en una pelota parada al cabecear un tiro libre desde la derecha de Coutinho, sin embargo Foster le sacó el gol con una excelente estirada. El enlace brasileño condujo un nuevo contragolpe en el que le cedió la pelota a Çan entrando al área, sin embargo Jonas Olsson, que se arrojó jugándose la vida, evitó que el alemán convirtiera un tanto seguro. El primer avance de la visita llegaría recién a los setenta y tres minutos, cuando James Morrison intentó un derechazo desde veinte metros que se fue abriendo y pasó cerca del palo derecho de Loris Karius.
Restando diez minutos, West Brom le puso algo de incertidumbre al encuentro al descontar en una pelota parada. El central norirlandés McAuley capitalizó el revuelo que se armó en el área local tras un córner y puso el 1-2. Los visitantes se evalentonaron con el descuento y empezarían a dejar espacios que Liverpool pudo haber capitalizado para sentenciar el choque, mas no tuvo la precisión necesaria. Inmediatamente después del tanto de West Brom, Mané encontró a Firmino con un centro, pero el cabezazo del brasileño no representó un problema para Foster. El senegalés inició otro contragolpe, hizo la pausa y cedió al ingresado Georginio Wijnaldum, que a su vez le entregó el tercero a un Firmino que seguía sin poder vulnerar al arquero de los Baggies. Wijnaldum tuvo la última del duelo con un disparo desde la medialuna que no encontró el arco por centímetros. A pesar del intento de la visita por empatar mediante la carga aérea, el duelo culminó con el 2-1 merecido para los Reds, que continúan en buena racha y son líderes provisorios junto al Arsenal.
Foto: Four Four Two.
