“Y dijo Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él (…) Entonces Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar (…) Y de la costilla que Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre”. (Génesis 2:18-24)
Roger Vadim fue un destacado cineasta francés que comenzó su obra en la segunda mitad de la década de 1950. Su debut en el Séptimo Arte se dio con el film “Et Dieu… créa la femme”, con su musa inspiradora, Brigitte Bardot.
La película narra la historia de una joven huérfana que es adoptada por una familia en Saint Tropez, en la Costa Azul del Mediterráneo. Juliette Hardy (así se llama el personaje de Brigitte Bardot) tiene 18 años y es una joven demasiado liberal (y sexualmente activa). Eric Carradine es un maduro empresario rico que pretende comprar un astillero de esa zona para derribarlo y montar un hotel & casino. Carradine – interpretado por Curd Jürgens – se sienta atraído por la joven y decide conquistarla. No está solo en este menester, ya que tiene 2 competidores por delante: Antoine Tardieu (Christian Marquand), el hermano mayor de la familia que posee el astillero en cuestión y Michel Tardieu (Jean-Louis Tritignant), quien es el hermano menor. Hay que decir que Antoine corre con ventaja porque Juliette está enamorada de él.
Pero la joven produce un efecto irresistible en todos los hombres. Su belleza es cautivante, y más aún su personalidad desinhibida. Su familia tutora no está de acuerdo con su forma de ser y quiere regresarla al orfanato. Michel quiere salvarla y decide casarse con ella. Juliette aprende a amarlo… pero el deseo está latente, ya que Antoine – su verdadero amor – está cerca y la joven deberá reprimir sus impulsos para no liberar la desenfrenada y lujuriosa Juliette que lleva adentro. ¿Fidelidad a su esposo o libertad sexual?. Qué dilema…
Donde no hay dudas es en el fútbol galo: un líder y dos aspirantes animan una competición que al menos esta temporada rompió con la monotonía del absoluto dominio parisino.
Precisamente París Saint Germain será quien inaugure la journee 25 con una visita de riesgo: deberá salir indemne de la tierra del mejor vino del mundo en su excursión a la casa de Girondins de Bordeaux.
Mañana Guingamp se juega sus últimas fichas a la clasificación continental con un difícil compromiso de local ante Lyon. Dijon y Caen quedaron al borde del precipicio y no pueden regalar nada en su lucha por no descender: se verán las caras en el Municipal Gaston Gerard de la ciudad de la famosa mostaza.
Lille abrirá las puertas del Stade Pierre Mauroy para recibir a un Angers en zona de play-off por la permanencia. Los goles del puntero Mónaco se esperan en el Louis II en su compromiso ante un renovado Metz.
La Tía Nancy no puede descuidarse en su objetivo de quedarse en la Primera División y un eventual triunfo sobre Montpellier le presentaría un panorama alentador. La Ciutat Mondina se viste de fútbol y Toulouse quiere prolongar la alegría ante el comprometido SC Bastia.
El domingo habrá un atractivo duelo en el Roazhon Park: Rennes viene en picada y a puro empate, pero será un hueso duro de roer para Niza, uno de los escoltas. Saint-Etienne puede escalar un peldaño más en la escalera europea frente al colista Lorient, que necesita sí o sí un resultado positivo.
La fecha se va a cerrar con un interesante partido en el Stade de la Beaujoire: Nantes pondrá a prueba al Olympique de Marsella de Payet.
Roger Vadim murió un 11 de febrero de 2000 a causa de un linfoma. Puso en escena a Brigitte Bardot, quien fue su esposa durante 5 años. Luego estuvo en pareja con Catherine Denueve y también con Jane Fonda. Roger nunca anduvo con vueltas y confesó que “la fidelidad me irrita”.
“Et Dieu… créa la femme” causó demasiado revuelo del otro lado del Atlántico, porque en Nueva York las autoridades católicas de Lake Placid compraron todas las entradas de los cines y lanzaron la amenaza de excomulgar a quienes vieran la película. Vadim hizo una remake en 1987 con Rebecca de Mornay (bella sí, pero no se puede comparar con la diva francesa, digamos todo) y no tuvo demasiado éxito.
Y Vadim dijo: – “Quería mostrar a una chica joven normal cuya única diferencia era que ella se comportó de la forma en que un niño puede, sin ningún sentimiento de culpa en el plano moral o sexual”.
La joven Juliette reflejaba lujuria y se transformó en un objeto de deseo. “Esa chica se hizo para destruir a los hombres”, es una de las frases del film. Brigitte fue un símbolo sexual pero se impuso a los estereotipos con su carisma y compromiso: fue una de las primeras defensoras de los derechos de los animales.
“Ya entregué mi belleza y mi juventud a los hombres. Ahora, les entregaré mi sabiduría y mi experiencia a los animales”, dijo BB y así plantó su bandera. Es que Brigitte – además de ser la criatura más bella del mundo – constituyó el emblema de la mujer libre e independiente, que no tiene tabúes sociales.
No quedan dudas: Dios creó a la mujer… y Roger Vadim le dio vida a un mito.
(Foto: Pinterest)
