Horario especial en el Raúl Conti. El partido de la Selección Argentina ante Estonia impulsó a reprogramar buena parte de la jornada tanto en la Primera División como en la Primera Nacional. Y por eso Guillermo Brown e Instituto se iban a ver las caras tempranito: 11 de la mañana. Afortunadamente el frío más crudo de los días anteriores había dejado paso a un solcito abrasador que calentó a un público que se fue acercando de a poco a acompañar al local.
Los cordobeses llegaban con el andar firme a Madryn: dos victorias al hilo y un 4to puesto en la tabla que lo asumían en el rol de candidato. La Banda se empezaba a reacomodar tras una racha negra y quería volver a subirse al Reducido. En condición de local venía con 2 triunfos seguidos que alimentaban la ilusión.
De entrada el equipo de Bovaglio mostró sin titubeos que quería imponer su protagonismo a través de la tenencia de la pelota y de la dinámica que pudieran aportarle Santiago Rodríguez – que venía de hacerle 2 goles a Tristán Suárez – y Leonardo Monje, el 7 bravo que supo incomodar a los defensores madrynenses en esos primeros minutos. Sin embargo los locales empezaron a alejar el partido del arco de Perafán (quien hacía su debut) y lo sumieron en cierta fricción, con un Juan Ignacio Silva muy combativo en la mitad de cancha, hasta poder dar un paso al frente e imponer condiciones.
De hecho la más peligrosa la iba a tener el equipo de Yllana que en una contra muy bien conducida por Rodrigo González (siempre determinante) no logró rematar con justeza Colazo y se fue por arriba del travesaño. Fue un aviso de lo que llegaría pronto. Desde la derecha Agustín Sandona mandó un centro, la pelota la desvió Sergio González y desde la izquierda Rodrigo González mandó un precioso y preciso centro con derecha para que Renso Pérez sorprendiera a todos entrando por atrás y con la cabeza mandandola a guardar al arco del veterano Jorge Carranza. Iban 22 minutos y Brown se ponía 1 a 0. Para el volante de 34 años era su quinto gol en el torneo, el máximo anotador de su equipo.
Instituto sintió el golpe y Brown comenzó a sentirse más cómodo en el partido. Bajo la batuta de Silva todo el equipo creció. Muy destacable lo de Esteban Obregón con un despliegue impactante tanto por el frente de ataque como en tareas defensivas. Se vio un equipo compacto y agrupado, con capacidad para recuperar la pelota tras pérdida y manejar luego los hilos a través de las conexiones entre sus jugadores más criteriosos.
En la segunda parte Instituto salió con mayor ímpetu pero la concentración de La Banda impidió aproximaciones más certeras. Y cuando lo sometieron apareció Perafán con una atajada sensacional tras un remate a quemarropa de Rodríguez para empezar a conquistar al público. A Brown se lo veía seguro y con confianza pero no lo podía liquidar. Ambos equipos movieron el banco de suplentes en buena cantidad y cuando el partido se moría Mancinelli despejó y la pelota le cayó a Obregón que, aún desgastado, encabezó una contra en la que terminó definiendo magistralmente desde afuera del área. 2 a 0 y delirio entre los hinchas locales.
Ganó Guillermo Brown y ganó bien. Tercera victoria al hilo como local, 7 de 9 en los últimos 3 partidos, un crecimiento en el juego y una resurrección tras una racha peligrosa con muchas derrotas. Se subió al décimo puesto de la tabla, dentro del Reducido. Para Instituto, un golpe inesperado aunque no se corre del objetivo trazado que es ascender a Primera División.
Imagen destacada: Daniel Feldman
