El equipo brasilero le ganó 2-1 a Lanús en el Néstor Díaz Pérez y celebró su tercera Copa Libertadores. Fernandinho y Luan anotaron para el Tricolor, mientras que Sand convirtió el descuento de penal.
El sueño de Lanús de quedarse con la Copa Libertadores 2017 concluyó. En un marco espectacular, la Fortaleza recibió más de 45 mil espectadores, que cantaron, gritaron, alentaron y sufrieron. El equipo de Almirón se quedó en el último escalón y no le alcanzó para ser campeón. El conjunto tricolor ganó por 2 a 1 -3-1 en el global- y se quedó por tercera ocasión con el certamen más importante del continente.
Lanús llegó al segundo encuentro decisivo con una mirada optmista pese a la caída en Porto Alegre por 1-0. En el primer tiempo, Lanús no se mostró sólido. Comenzó nervioso y si bien el juego era repartido, nunca pudo tomar las riendas el partido. Gremio empezó de menor a mayor y con Arthur como emblema en ofensiva hacía circular el juego en la mitad de la cancha sin ser punzante. Los del sur no tuvieron creatividad en la ofensiva, su juego era muy horizontal, sin alguien que le diera variantes, Román Martínez encargado de diseñar la ofensiva granate, no pudo asentarse ni ser influyente en todo el partido. Mientras que el elenco brasileño fue certero, a los 27′, tras una pérdida de José Luis Gómez en la mitad de la cancha, Fernandinho se escapó solo y remató con potencia para abrir el marcador.
Con el resultado a su favor, los gauchos jugaron de manera inteligente siempre alrededor de Arthur. A los 41′, los dirigidos por Almirón recibieron otro duro golpe cuando Luan fue esquivando defensores y definió con una exquisita vaselina que dejó sin oportunidades a Andrada.
En el complemento, Lanús reaccionó y comenzó a jugar más en campo contrario. Gremio, por su lado, jugó tranquilo con el resultado a su favor. El gol de penal de Sand le puso suspenso a los últimos minutos, pero aunque terminó jugando con 10 hombres, Gremio nunca sufrió.
Con pitazo final, Gremio festejó junto a los casi 5 mil brasileros que se acercaron hasta el barrio del sur de Buenos Aires. El público granate, pese a la desilusión de la derrota, se despidió del equipo con aplausos y un grito de aliento.
Gentileza imagen: La Nación