“La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche”, esta frase la pronunció alguna vez Albert Einstein y bien podría servirnos para describir lo que un grupo de hinchas de Los Andes fue forjando a partir de sentir la angustia de no poder ir a la cancha a ver a su equipo de fútbol.
Allá por los años 2008/2009, la Asociación del Fútbol Argentino decidió prohibir el ingreso a los estadios para los hinchas visitantes del fútbol de Ascenso. Federico Fucile y algunos amigos decidieron calmar la abstinencia de no poder ir a ver al Mil Rayitas pintando paredes. Así nació un movimiento artístico urbano que lleva el nombre de “Ganando las calles”.
Un buen día, Federico impulsó la idea de pintar una pared que se encuentra muy cercana a su domicilio, en los alrededores del Parque Municipal de Lomas de Zamora. Cristian Rodríguez, “el artista del grupo”, como a Federico le gusta llamarlo, y otros muchachos, atacaron a pinceladas aquella pared y fue el puntapié inicial que hoy en día lleva 215 pintadas en paredes lomenses, incluyendo una de las tribunas del estadio y el gimnasio del club.
“Al principio éramos tres o cuatro, después se fue sumando más gente. La verdad es que contagia, la idea era pintar el barrio y reflejar nuestra pasión en las paredes” relata Federico. Y la verdad es que cualquier persona que se interne a caminar por las calles de Lomas, quiérase o no, es sorprendida por un mural de Los Andes.
Esa primera pintada impulsó las ganas por seguir, al principio pintaban escudos, algún fondo lindo y alguna frase que reflejara el amor hacia el club. Pero el paso del tiempo los llevó a perfeccionar los métodos y fueron surgiendo las más variadas ideas. Así aparecieron, por ejemplo, las Islas Malvinas como ejercicio de la memoria colectiva: “Las Malvinas siempre las tenemos presentes, es algo que no queremos olvidar y hay que reflejarlo siempre. Hay diez o quince paredes hechas con las Malvinas, es algo que nos representa mucho y no queremos que la gente se olvide, es una lucha constante que tenemos”. Pero también aparece evidenciado el gusto por el rock local: frases y dibujos de Luca Prodan, Los Redonditos de Ricota, Almafuerte y La Renga, entre otros, forman parte de los murales. Como así también el rock extranjero con Motorhead y Los Ramones. Hay algo que Federico destaca y es que “las pintadas son 100% de Los Andes, nunca agredimos a nadie, no hacemos cajones (ataúdes), nada, solamente todo para Los Andes, no nos interesa el resto de los clubes”.
Hay otros personajes que se pueden ver en las pintadas que van desde Larguirucho a Los Simpsons y esto tiene su explicación en el rango de edad de estos pintores urbanos, ya que ronda entre los 20 y los 40 años. Se comunican a través de WhatsApp y le van dando forma a una idea. El aporte de cada uno determina un bosquejo de lo que desean reflejar, sin embargo, cuando se encuentran delante de la pared, ahí mismo definen lo que van a pintar.
Federico cuenta que siempre fueron respetuosos con los vecinos. Cada pared pintada tiene como origen el permiso del dueño. Les ocurre que cuando están pintando se les acerca alguien para ofrecerles otras paredes, incluso personas que ni siquiera son hinchas de Los Andes pero ven en la estética y la impronta que le ponen los muchachos algo atractivo. Han llegado a tener ofrecimientos de amigos que le pidieron pintar alguna habitación de su casa a cambio de dinero, pero el movimiento tiene una impronta clara: “cuando nos piden eso pasamos, nosotros pintamos en la calle”. Una excepción se la llevó el gimnasio del club donde pintaron algunos escudos como así también el Eduardo Gallardón, que luce en sus tribunas algún escudo de los muchachos.
Gracias a que la movida creció bastante, a los vecinos que los convocan para que vayan a pintarles alguna pared, les piden que sean ellos quienes aporten la pintura. Lo que sobra sirve para otra pared y además juntan dinero entre ellos para algunos gastos. Al principio llegaron a realizar rifas para solventar los gastos.
El nombre del movimiento surgió a partir de una idea de Cristian: “Los Andes es, sin dudas, el capo del sur, somos los más grandecitos. Los vecinos verdecitos y los celestes (en alusión a Banfield y Temperley) no existen en comparación a nosotros y dijimos: ya que somos los capos de Lomas vamos a ganar las calles con las pintadas, entonces se le ocurrió “Ganando las calles”.
Es notable la pasión que le ponen estos artistas urbanos a cada una de sus obras. Se sienten orgullosos de lo que están haciendo y cada pintada les lleva unas 12 o 13 horas. Cuando la arrancan, no paran hasta terminarla, nunca la dejan a medias.
En el horizonte del grupo hay varias paredes que están aguardando por sus pinceles. Federico lo sabe y redobla la apuesta: “Sé que fabulo un poco, pero sería un sueño que algún día Lomas de Zamora sea un lugar turístico por las pintadas de nuestro amado Mil Rayitas”.
Como siempre digo, la pasión por el fútbol va más allá del campo de juego y ese sentimiento se dispara hacia distintas formas de expresión. Las paredes de Lomas hablan, dicen algo concreto y creativo. Algo surgido de una angustia y que nos demuestra que el futbol y el arte también van de la mano.
A continuación les dejo un video donde podrán apreciar la magnitud de estos murales Mil Rayitas:
Ilustración: Martín Tobaldo Pastore (https://www.facebook.com/martin.tobaldopastore)
