Copa Sudamericana

Fluminense se clasificó con mucha angustia

El equipo brasileño no la pasó nada bien en la altura de Potosí, donde perdió 2-0 con el local, Nacional, aunque logró asegurarse el pase a la segunda fase de la Sudamericana por diferencia de gol, favorecido por la victoria 3-0 que había obtenido en el partido de ida jugado en el Maracaná.

Ese colchón de goles le daba bastante margen para afrontar la revancha sin mayores sobresaltos, pero los 4.067 metros de altura de la ciudad boliviana se transformaron en una oscura pesadilla para el conjunto carioca.

Nacional, un equipo mediocre y muy limitado,  trató de sacar provecho de la ventaja ambiental desde el arranque y ya en el primer tiempo produjo varias situaciones de riesgo que exigieron al arquero Julio César.

Con el 0-0 al cabo de los primeros cuarenta y cinco minutos daba la sensación de que se fortalecía la chance de los brasileños, pero en el segundo tiempo la térmica del partido subió de manera abrupta e inesperada hasta alcanzar una dimensión dramática.

Con dos goles del delantero Reina a los 6′ y a los 16′, el segundo de tiro penal, Nacional pasó a ganar 2-0 y puso a los visitantes al borde del knock out.

Quedaba media hora por delante y parecía que al conjunto carioca le iba a costar mucho aguantar.
Pero Flu sacó pecho  y logró sobreponerse a ese momento de adversidad. En vez de abroquelarse para cuidar a ultranza la diferencia mínima que todavía lo beneficiaba se soltó en la cancha, buscó asumir el control de la pelota con el buen manejo de Robinho (foto) y Jadson y de esa manera equilibró el desarrollo del juego en el momento más complicado, cuando lo acechaban todos los fantasmas.

El partido siguió su marcha con esa tónica hasta que en los minutos finales Nacional volvió a acorralarlo empujado por su necesidad, aunque los bolivianos no pudieron cerrar la noche con una hazaña.

Fue muy elocuente y conmovedora la imagen del final una vez terminado el partido con la gran mayoría de los jugadores brasileños desplomándose en la cancha exhaustos.

No tenían fuerzas ni para festejar, pero el gran esfuerzo valió la pena. Fluminense ya está en la segunda ronda y puede alimentar el sueño de volver a ser protagonista importante en un certamen internacional.

Gerardo Sobrado

Foto: Getty images

 

 

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