Morace fue la primera futbolista que marcó por triplicado en una Copa del Mundo. No fue casual, ya que un año antes se dio el gusto de jugar al póker en la mismísima “Catedral del Fútbol”.
Las “Azzurre” – el Seleccionado de Fútbol Femenino de Italia – formó parte de las 12 pioneras que inauguraron los Mundiales, en 1991. China fue el país organizador y las chicas por primera vez alzaron la voz en un deporte que parecía tener la exclusividad de los varones.
El estreno de las italianas fue de lo mejor. Una 11 mil personas se acercaron al Estadio de Jiangmen para presenciar el duelo entre las “Azzurre” y China Taipei.
Realmente no hubo equivalencias entre europeas y asiáticas. Feriana Ferraguzzi abrió la cuenta a los 15´ y Adele Marsiletti estiró la ventaja en el minuto 29. Todo dentro de lo que se esperaba, hasta que una ragazza pateó el tablero y casi sin darse cuenta se metió en la historia del fútbol mundial.
Carolina Morace nació en Venecia un 5 de febrero de 1964 y debutó en la “Nazionale” en 1978, con apenas 14 años, en un partido frente a Yugoslavia.
Morace mostró sus credenciales el 18 de agosto de 1990. En el mítico Estadio de Wembley y como preliminar del denominado por aquel entonces Charity Shield (ahora es el Community Shield) entre Liverpool y Manchester United, los Seleccionados Femeninos de Inglaterra e Italia midieron fuerzas.
Las “Azzurre” ganaron 4-1 con un póker de un ciclón llamado Carolina, quien al día siguiente fue tapa de la “Gazzetta dello Sport” …
Con tamaño antecedente, Morace iba a dejar su marca de rompe redes en la cita mundialista. Porque a los 37´, 52´ y 66´ iba a facturar por triplicado para sellar el lapidario 5-0 de Italia sobre China Taipei. Estreno con goleada y Carolina sería la primera en conseguir un triplete en un Mundial.
En una entrevista concedida a FIFA.com en octubre de 2016, Morace confesó: -“No tengo muchos recuerdos de ese campeonato” (…) “Soy una persona que nunca lo celebraba demasiado cuando marcaba; no sé por qué. Por supuesto, la emoción estaba ahí, eso sí. Era joven y, cuando metes tres goles con tu selección, siempre hay emoción y te sientes orgullosa, y crees que has hecho algo extraordinario”.
También agregó: –“Cuando eras una jugadora, en ese momento no te das cuenta de que eres una pionera ni de que estás haciendo historia. Así que todo parecía normal, y simplemente pensabas: ‘tengo que marcar porque soy la número 9 y ese es mi papel’. Solamente más tarde comprendes plenamente que has estado en el primer Mundial en la otra punta del mundo, y haciendo historia”.
La propia Carolina marcaría el único tanto en el éxito italiano sobre Nigeria en la segunda jornada y el cierre de la fase de grupos sería con una derrota 0-2 ante Alemania. En los cuartos de final no pudo con Noruega, que se impuso 3-2 en tiempo suplementario y mandó de vuelta a casa a las “Azzurre”. Como experiencia, lo de Italia fue mucho más que positivo.
A título personal, para Carolina Morace significó visibilizar sus condiciones y poner la piedra basal de lo que sería el crecimiento posterior de un deporte que pedía mayor protagonismo femenino. Morace disputó 153 partidos con la “Nazionale” y marcó 105 goles: ella sola tiene más tantos que el podio junto de los varones, integrado por “Gigi” Riva (35), Giuseppe Meazza (33) y Silvio Piola (30).
Esta veneciana despertó más pasiones que la mismísima Laura Antonelli en el film de Mauro Bolognini. Es que su relación con la pelota fue y será inquebrantable. Morace ha sido sinónimo de gol y a lo largo de la historia muchas han podido imitarla. Pero igualarla, jamás.
(Foto Principal: FIFA.com)
