Los de Mourinho manejaron mejor el encuentro en Balaídos y, con gran un tiro libre de Rashford, se llevaron un 1-0 clave ante el Celta de Berizzo. Los Red Devils tienen todo a favor de cara a la vuelta en Manchester.
En las tierras gallegas del Estadio de Balaídos se enfrentaron un Celta de Vigo con ganas de escribir otra gran página en su historia y un Manchester United que necesita ganar esta Europa League para asegurarse un puesto en Champions la proxima temporada. El partido fue parejo en el inicio, con ambos avanzando y a la vez pensando en no descubrirse. Luego de esos diez minutos “de estudio”, llegó la primera del local a través de un centro de Nemanja Radoja para Daniel Wass, que llegó por detrás libre pero falló increíblemente su cabezazo. Del otro lado, un disparo de Marcus Rashford atajado de gran forma por Sergio Álvarez fue la contestación de los ingleses. El conjunto visitante no fue a refugiarse, pero a medida que el partido se desarrolló encontró mayor comodidad en la fase contragolpeadora y continuó generándole problemas a los gallegos. Prueba de ello fueron un centro peligroso de Henrikh Mkhitaryan que por poco no encontró a Rashford y un pase profundo de Paul Pogba para el armenio, a quien Álvarez le ahogó el grito de gol. La última de la primera etapa también fue para los de José Mourinho, esta vez apelando al juego directo. Tras peinada de Marouane Fellaini, una combinación entre Rashford y Jesse Lingard terminó en un disparo del último, otra vez tapado por Álvarez, gran figura de esa primera etapa.
A los dirigidos de Eduardo Berizzo les costó hacer pie hasta el descanso, ya que si bien intentaron lastimar a su rival su elaboración de oportunidades estuvo floja, principalmente por la poca participación en ese ítem de Iago Aspas y las contadas ocasiones en las que Pione Sisto pudo desequilibrar. Pese a esto, en la segunda parte pudo verse a un mejor Celta en los primeros minutos, circulando el balón ante unos Red Devils más retrasados. Esto se tradujo en un par de chances de gol entre los diez y los veinte. La primera fue un cabezazo -mas bien un impacto con el hombro- de Aspas tras un centro de Wass que salió cerca del arco de Sergio Romero. Más tarde, el argentino tuvo que aparecer para mantener el cero al despejar un remate de Sisto por encima del travesaño. La única respuesta del United en ese lapso fue una corrida de Rashford culminada con un disparo muy desviado. Sin embargo, el joven inglés iba a sacar la cara por su equipo a los veintidós minutos mediante un tiro libre magnífico -otra faceta que parece haberle añadido a su juego- al palo del arquero, ante el que Álvarez nada pudo hacer.
Desde aquel momento, una especie de manto de letanía se apoderó del partido y éste comenzó a jugarse exactamente como le convino al United. Los de Berizzo quisieron revelarse, pero les costó demasiado. Solamente un desborde del lateral Jonny, que llegó por izquierda y le cedió la pelota atrás a Aspas para que el ’10’ desviase su zurdazo fue la única acción de riesgo de los gallegos. Los de Manchester resistieron ante un local que mostró poco volumen de juego como para acercarse al empate y finalizaron tirando pelotazos al área, sin éxito. Inclusive tuvieron que lidiar con la lesión de Ashley Young, que había ingresado previamente por Mkhitaryan, algo que obligó a Mourinho a hacer un cambio conservador para completar el objetivo de la resistencia, misión cumplida al final del día. Victoria importante para los Red Devils, que de la mano de un Rashford que no para de crecer completaron una parte importante del trabajo para afrontar el choque de vuelta en Old Trafford con una ventaja para nada despreciable. Celta deberá mostrar más de lo que exhibió hoy si quiere un milagro en Inglaterra que lo deposite en la final de Solna.
Foto destacada: Uefa.com (@EuropaLeague)
