Austria fue un hueso duro de roer pero la historia dijo presente y la “Nazionale” se metió en cuartos de final. Bélgica o Portugal aparecen en el horizonte europeo de la “Azurra”.
El candidato sufrió más de la cuenta pero sacó a relucir su oficio y quedó más fortalecido que nunca. En el Estadio de Wembley, Italia dio cuenta de Austria por 2-1 y sacó pasaje para los cuartos de final de la Euro 2020.
La historia le hacía un guiño a los de Roberto Mancini porque siempre hubo éxito italiano cada vez que se vio la cara contra el “Wunderteam”: 3 veces por 1-0 y otra 2-1 a favor (siempre en Copas del Mundo).
Una fase de grupos perfecta con puntaje ideal, sin recibir goles en los últimos 11 juegos y con un invicto de 30 partidos. Los pergaminos de la “Nazionale” eran más que suficientes para imponerse sobre un seleccionado austriaco que todavía no llegó a consolidarse luego del ostracismo de más de 20 años (Francia 1998 fue su última aparición con vida en un Mundial).
Los de Franco Foda propusieron un trámite aguerrido y una rudeza a la hora de marcar. El aspecto físico debía primar por sobre el intento de jugar que Italia mostró bajo la gestión de su DT y los primeros minutos hubo más fricción que fútbol.
La intensidad mermó pasado el cuarto de hora inicial e Italia de a poco comenzó a hacerse dueño del balón y del territorio. Austria cedió protagonismo peligrosamente y la “Azzurra” de a poco hizo circular la pelota por los costados. Claro que no funcionó el tándem Verratti-Barella en la mitad de la cancha y la generación de juego se vio trunca a la hora de alimentar a Lorenzo Insigne, Ciro Immobile y Domenico Berardi (este último fue de lo más flojo en el conjunto italiano).
La más clara estuvo en los pies de Immobile, quien se animó a un lejano disparo de derecha y la bola hizo un sonido metálico para perderse apenas ancha. Estaba al caer el grito “azzurro” ante un “Wunderteam” que sólo se limitó a defenderse.
El segundo tiempo mostró una cara diferente para los comandados por el alemán Foda. Más sueltos, más animados y menos comprometidos con su propio arco: Austria maniató a Italia por momentos y la puso contra las cuerdas con el despliegue del incansable David Alaba, del cerebral Marcel Sabitzer y del solidario Marko Arnautovic.
Avisó Alaba con un tiro libre desde el borde del área que se fue centímetros arriba del horizontal. Luego el flamante defensor del Real Madrid le bajó de cabeza una pelota a Arnautovic, quien metió un preciso testarazo y venció a Gianluigi Donnarumma. Sorpresa en la Catedral con el grito sagrado austriaco pero luego silenciado por una milimétrica posición adelantada del ahora delantero de Bologna.
Mancini se dio cuenta que el mediocampo tenía nula conexión y le dio rodaje a Matteo Pessina y Manuel Locatelli. También le metió frescura al ataque con los ingresos de Andrea Belotti y Federico Chiesa. Se fueron al suplementario pero Italia retomó el protagonismo perdido.
Minuto 95 y al fin se desbloqueó el marcador. Envío pasado de Leonardo Spinazzolla para un Chiesa que hizo todo bien: la bajó con la frente y enganchó con la pierna derecha para hacer pasar de largo a su marcador Stefan Lainer. Bola picando y latigazo de zurda para batir a Daniel Bachmann. Golón del hijo del gran Enrico.
Se terminaba la primera parte de la prórroga y la “Azzurra” consiguió el raddoppio. Belotti aguantó una pelota en plena área chica y pivoteó para que Pessina recogiese el guante. Zurdazo cruzado del volante de Atalanta y 2-0 arriba la “Nazionale”, como para que el tiempo le dé la razón a Mancini por los cambios.
Austria no merecía irse zapatera con la buena imagen que dejó y con mucho amor propio consiguió el descuento. Córner de Louis Schaub desde la derecha y perfecto anticipo ofensivo de palomita de Sasa Kalajdzic a los 114´. Adiós la imbatibilidad italiana luego de 1014 minutos.
No hubo tiempo para una reacción ni hazaña inusual. Es cierto que el nerviosismo y el temor se apoderó de una selección que tenía todo bajo control luego de ponerse 2-0 en ventaja. Pero a veces se sufre e Italia sorteó un duro escollo como para consolidarse en el lote de los favoritos.
Será Bélgica o Portugal el próximo adversario, que se enfrentarán mañana en Sevilla. La “Nazionale” viajará a Münich y tendrá a un rival de fuste en el camino. La reconstrucción está en marcha y el renacimiento quiere seguir en su apogeo. Esta vez no pintó el mejor cuadro, pero alcanzó como para confiar en la grandeza de su arte.
Síntesis:
Italia (2): Donnarumma; Di Lorenzo, Bonucci, Acerbi y Spinazzola; Barella (Pessina), Jorginho y Verratti (Locatelli); Insigne (Cristante), Berardi (Chiesa) e Immobile (Belotti). DT: Roberto Mancini.
Austria (1): Bachmann; Lainer (Trimmel), Dragovic, Hinteregger y Alaba; Laimer (Ilsanker), Schlager (Gregoritsch), Grillitsch (Schaub), Sabitzer y Baumgartner (Schopf); Arnautovic (Kalajdzic). DT: Franco Foda.
Goles: Chiesa (95´) y Pessina (105´) (ITA); Kalajdzic (114´) (AUT)
Árbitro: Anthony Taylor.
(Foto Principal: @EURO2020)
