Los hermanos Romero continúan en Paraguay y aún no hay fecha concreta para su retorno. Los entrenamientos con la selección guaraní ya finalizaron. Mientras, el plantel Cuervo empezó con la puesta a punto.
Nada llama ya la atención respecto a Oscar y Ángel Romero. Desde el mismo momento de su llegada, San Lorenzo sabía que los hermanos, además de su talento, traen consigo actitudes que cuanto menos llaman la atención. Y su ausencia en el regreso a los entrenamientos del Ciclón forma parte de esto.
Los gemelos viajaron, con autorización del CASLA, a Paraguay el 29 de mayo. Además de encontrase con sus seres queridos, tuvieron una yapa. La selección comandada por Eduardo Berizzo organizó entrenamientos para los habitualmente convocados que se encontrasen en tierras guaraníes. Angel y Oscar formaron parte del grupo con el plus que esto significa en relación a nuestro país.
Pero cuando el regreso a las prácticas en nuestro país se acercaba, desde el Cuervo se comunicaron con los jugadores que estaban en el interior y en el exterior de la Argentina. La idea era que los involucrados volviesen cuanto antes a Buenos Aires a sabiendas de la cuarentena que deberían atravesar.
Los gemelos por supuesto que recibieron el pedido del Azulgrana, quien incluso tenía listo un charter para traerlos de regreso. Pero los paraguayos se opusieron con una argumento entendible: de acatar la cuarentena, sería un retroceso en cuanto a los entrenamientos que tenían encima con la Albirroja.
Angel y Oscar no quieren saber nada con un aislamiento al pisar tierras argentinas. Pero si esta normativa no se cambia, deberán hacerlo y cuanto más se demore su retorno, más tarde se sumarán a los entrenamientos del Cuervo. Además, hay que agregar que las prácticas con el combinado paraguayo ya llegaron a su fin.
¿Hay alguna precisión sobre la vuelta de los hermanos?. Se especula con que sera el fin de semana, pero no es nada seguro. Las únicas certezas son que son una debilidad de Marcelo Tinelli, que para Mariano Soso es un dolor de cabeza y que algunos de sus compañeros ya están cansados de los privilegios de los gemelos.
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