El elenco turinés sostuvo su 3-0 en la ida y logró dejar en cero nuevamente al Barcelona, que no pudo pasar del 0-0 en el Camp Nou, quedando eliminado y cortando una racha de quince victorias al hilo como local en Champions League bajo el mando de Luis Enrique.
Un Camp Nou repleto acobijó la vuelta de un encuentro que, pese al 3-0 de Juventus en la ida, despertaba muchísima expectativa de ver cómo Barcelona iba a reaccionar luego del golpe recibido en Turín hace una semana. Sin embargo, los ilusionados culés no pudieron ver otra remontada épica ante los italianos. Lejos de intentar refugiarse, Juventus estuvo bien plantado en los primeros diez minutos. Los bianconeri intentaron jugar del medio hacia arriba en ese inicio, provocando momentos de zozobra cuando Paulo Dybala y Juan Cuadrado se juntaron un par de veces. Tras ese lapso inicial, el local empezó a empujar un poco más a un cuadro turinés que respondió achicando bien los espacios y, al recuperar, filtrando balones que generaron algún contragolpe. La primera importante fue un disparo de Gonzalo Higuaín, mientras que luego llegó un contraataque por derecha finalizado entre Dybala y Cuadrado, quien intentó una pirueta que salió por arriba. Sobre los veinte minutos se empezó a ver lo mejor de Barcelona, que encontró lugar por la izquierda de su ataque, lugar por donde se ubicó Neymar. La clave por ahí estuvo en las continuas subidas de Jordi Alba, que asistió en las dos más claras. Primero, un envío controlado a medias por Suárez y rematado apenas afuera por Messi. Luego, tras un anticipo de Sergio Busquets que encontró su enésima subida, el lateral le colgó el balón a un Neymar cuyo zurdazo salió cerca del palo derecho de Gianluigi Buffon. Messi volvió a intentarlo sobre la media hora, pero su tiro lejano fue tapado por Buffon.

Tras diez minutos de una meseta en el encuentro, con un Barça más apagado y una Juventus menos contragolpeadora, llegó un nuevo ataque de los de Massimiliano Allegri. Un activo Miralem Pjanić habilitó con un pase pinchado a Higuaín, que tras hacer una gran diagonal no pudo disparar con fuerza de primera. La segunda parte tuvo a Juventus más decidida a volcarse al contragolpe y en los primeros minutos gozó de dos posibilidades para marcar. Gran pase de Higuaín para Cuadrado, que sacó un latigazo de derecha que salió apenas desviado. El colombiano volvió a explotar su velocidad a espaldas de la zaga cuando Pjanić lo puso a correr, pero resolvió de mala manera tras sacarse de encima a Alba. Barcelona, que hasta ahí se había entregado solamente a lo que haga Neymar, empezó a encontrar esperanza en un par de jugadas de Messi. A los doce, el ‘10’ controló sensacional un balón de Ivan Rakitić y sacó un zurdazo rastrero que salió apenas afuera. Más tarde, llegó una chance inmejorable para el astro argentino: tras una mala salida de Buffon, Luis Suárez metió la pelota al medio del área y Messi, increíblemente, remató de derecha por encima con el arco vacío.
Los minutos pasaron y tanto Luis Enrique como Allegri movieron el banco. El español quemó las naves, armando una línea de tres hombres e introduciendo a Paco Alcácer, mientras que el entrenador italiano sacó a Dybala y puso a Andrea Barzagli para reforzar su línea defensiva. Luego de aguantar avances de los catalanes con más ímpetu que fútbol asociado, llegó un contragolpe del elenco italiano conducido por Higuaín que finalizó en un remate rebotado de Pjanić que Marc Ter Stegen desvió por encima del travesaño. La parte final del choque mostró a un elenco catalán desesperado por alcanzar al menos un gol y a una Juventus defendiendo muy cerca de su arco. Sin embargo, el peligro de los culés no pasó de un centro venenoso de Neymar que Buffon alcanzó a desviar con alguna complicación. El cuadro bianconero, que repelió esos avances con muchísima suficiencia, pudo además haber liquidado la serie de haber acertado el pase final en alguna réplica aunque las piernas y las decisiones en el toque final no tuvieron la frescura necesaria. El partido se fue con el 0-0 y el pase a semifinales para una Juventus que fue implacable ofensivamente en la ida, logró reducir a Barcelona y, sobre todo, “humanizar” a los tres de arriba de los culés a través de un trabajo colectivo notable en defensa, liderado por Giorgio Chiellini y Leonardo Bonucci. Ahora, el cuadro turinés se erige más que nunca como candidato y buscará alzar la Champions por primera vez desde 1996.
