San Lorenzo volvió a entrenar luego de la derrota de ayer ante Atlético Tucumán. Se viene el clásico con Huracán y solo sirve ganar. “No soy el papa de nadie para ir motivando”, manifestó Jorge Almirón.
La idea era cambiar la pálida imagen dejada en el empate 0-0 con Vélez. Pero no pudo ser. San Lorenzo perdió 2-0 con Atlético Tucumán en un postergado de la 7° fecha de la Superliga y el rendimiento volvió a ser flojo. La despedida del publico azulgrana, con murmullos y algún que otro silbido, es una muestra del presente del CASLA. La llegada de Almirón trajo un cambio de aire. Pero el nivel de juego sigue siendo pobre como cuando estaba Biaggio. Y los resultados siguen sin aparecer. Para colmo se viene el clásico con Huracán. Y allí solo sirve ganar.
“Nos faltó profundidad. Tuvimos situaciones de gol. Llegábamos con claridad pero nos faltó tomar mejor las decisiones. En el primer tiempo teníamos espacios para jugar y se movieron bastante bien, pero teníamos que ser más profundos y ser más incisivos”, expresó Almirón en conferencia de prensa a lo cual agrego “ellos con poco nos sacaron la ventaja y nos ganaron. Después, cuesta arriba, con la ansiedad y la carga que vienen teniendo los jugadores podía haber sido diferente, pero se repuso intentando sostener la idea en el segundo tiempo. Nos faltó el gol”.
Más allá de asumir la responsabilidad que le toca (“Sería muy fácil para mí buscar responsables pero la máxima responsabilidad es mía”), una de las frases que más repercutió fue una dirigida hacia sus jugadores al comentar “si están bien de ánimo o no, no es una excusa. Tienen que levantarse, trabajar, y madurar rápido. No soy el papá de nadie para ir motivando a los jugadores. Los chicos tienen que auto motivarse. Están en un equipo grande”.
Ayer los de Boedo tuvieron la pelota durante gran parte del partido, mas notoriamente en el complemento, donde el partido se jugó en campo tucumano. Pero las buenas intenciones se diluían en 3/4. No es necesario mencionar que este equipo necesita más de Botta y Beluschi. Y que extraña horrores a su capitán y goleador Nicolás Blandí.
Los del Bajo Flores volvieron a entrenar hoy divididos en dos grupos. Los que jugaron ayer realizaron tareas regenerativas mientras que los que no lo hicieron, llevaron a cabo ejercicios en espacios reducidos con tenencia de pelota y presión.
En cuanto a los lesionados, Blandí intensificó los trabajos con la redonda con la idea de poder estar disponible el domingo y Pablo Mouche realizo ejercicios de kinesiología.
Semana intensa de trabajo para Almirón y sus dirigidos. Es imperioso volver al triunfo luego de cinco partidos, contando Copa Argentina. Para poder escalar en la tabla que lo ubica al CASLA cerca del fondo y a 19 puntos de Racing. Y sobre todo para regalarle una alegría a su gente en el Gasómetro en un año cargado de sinsabores.
Imagen destacada: Prensa CASLA