El entrenador de Boca sabe que en la revancha con River se juega su continuidad en el Xeneize. Con elecciones de por medio, Alfaro no tiene margen de error. Es a todo o nada.
Gustavo Alfaro tiene una extensa carrera como entrenador. En algunos lugares se codeo con la gloria, como cuando con el humilde Arsenal logró la Copa Sudamericana. Y también, como le pasa a todos los DT, tuvo momentos de pena. Quizás su paso por San Lorenzo sea uno de ellos.
Pero nadie duda de la trascendencia que adquiere la revancha con River para el mundo Boca. Y a esto no escapa Alfaro que el martes 22 afrontará el partido más importante de su carrera como entrenador.
Hombre de inteligencia probada y de discursos con contenido, Alfaro sabe que el desenlace de la llave de semifinales de la Libertadores marcara su suerte en el club de la Ribera.
Una eliminación a manos del Millonario, aún con el oficialismo reelecto en diciembre, sería imposible de digerir. Si a un hombre del club como Guillermo Barros Schelotto, con el asterisco de más tiempo en el cargo pero con títulos locales en su haber, se le hizo imposible seguir que puede esperarse que ocurra con Lechuga. Simple deducción..
En caso de que Alfaro con sus dirigidos consiga la difícil tarea de dar vuelta el 0-2 ante los de Nuñez, el panorama será completamente diferente. Y aunque se pierda la final de la Libertadores, el DT tendra más “espalda” para “pelear” por su continuidad. Porque hay algo que en Boca está claro: la obsesión por alcanzar la séptima Copa es enorme. Pero el deseo de cambiar la racha con River lo es aún más.
Además, como se mencionó en párrafos arriba, las elecciones a desarrollarse el 15 de diciembre en el Xeneize, también son un factor de peso. Si resultara electa una lista opositora, es indudable que va a querer barrer con todo rastro del actual oficialismo, incluso quien sabe, aun con Alfaro imponiéndose a River. De no ocurrir esto último, con Ameal o Beraldi o quien sea, a partir de enero se verá una cara nueva en el banco de Boca.
“Línea de lo que sea, pero que Boca gane”, afirmó Alfaro en Cena Anual Solidaria de Boca la semana pasada, tras lo cual agregó “estamos trabajando muy bien, comprometidos, con ganas de luchar. Lo juramentamos en la cancha de River y lo empezamos a vivir al día siguiente. Estamos dos goles abajo y es cuesta arriba, pero tenemos la fe intacta y estamos con ganas de sacar adelante la eliminatoria”.
Clasificación a la Copa Libertadores 2020. Subcampeón de la Copa de la Superliga. Campeón de la Supercopa Argentina. Semifinalista de la actual Copa Libertadores. Puntero vigente de la Superliga. Números más que interesantes para el ciclo de Alfaro en Boca de enero a este parte. Claro está con la deuda de escaso nivel de juego. Pero tanto las estadísticas como el estilo de su equipo quedará sujeto a lo que suceda la noche del 22. Podrá ser el partido que marque el fin de la estadía de Alfaro en el Xeneize. O quizás también le de la llave de una puerta que lo conduzca a la gloria.
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