En el inicio de la fecha 23 de la B Nacional, el equipo de Rondina se impuso por 2-0 ante el de Carlos Casares gracias a los goles de Leandro Garate y Facundo Pons. De esta forma, volvió momentáneamente a la cima del torneo.
El club de Sarandí continúa con la ilusión latente de retornar a la Primera División del fútbol argentino de forma directa. En un encuentro muy disputado, logró un triunfo vital ante un Agropecuario que se plantó bien en la cancha, que lo sorprendió y que vino decidido a llevarse algo.
El equipo de Felipe De La Riva, hoy con Francisco López y Héctor Santillán a cargo, ya que el DT debía cumplir fecha de suspensión, fue más que el del “Huevo” Rondina desde la presión ejercida en los últimos metros y las chances generadas. El celeste y rojo entró impreciso, sin hallarse en el campo de juego y sin poder pasar los tres cuartos finales.
Sin embargo, por esos factores que hacen al fútbol el deporte más emocionante de todos, el Arse encontró el gol en el momento menos pensado. A los 34 de la primera parte, un ataque aislado encontró a Gastón Álvarez Suárez en el borde del área; el zurdo la paró, se perfiló y buscó el palo más lejano de Salort, pero la pelota encontró en el camino a Leandro Garate, en quien terminó desviándose para vencer al 1 del Sojero. Sin ser más, el cuadro local cerraba la primera parte con un 1-0 a favor que no le era merecido, sino más bien trabajado.
Para el complemento, Rondina mandó a la cancha a Ramiro López (más tarde a Alejo Antilef y a Facundo Pons) para lograr tener la posesión del balón que no había sido tal en la mitad anterior. Agropecuario, por su parte, no se dio por vencido y salió decididamente a buscar el empate. Y lo tuvo por duplicado: la primera antes de los 20, con un cabezazo de Gonzalo Papa que estalló el travesaño y evitó que se cumpla la ley del ex, y la otra a los 39 con un nuevo testazo, esta vez de Gagliardi, que contuvo de correcta manera Maximiliano Gagliardo, que apareció como en Campana ante Villa Dálmine en un momento clave. Para colmo, a los 45 clavados, Antilef tuvo un contraataque que de milagro salvó Ezequiel Parnisari en la línea. El volante había vencido a Rosso y a Salort, pero sin poder rematar fuerte al fondo de la red. El partido seguía con el final abierto.
Pero de tanto buscar y buscar, Arsenal se dio el gusto de un desahogo antes del pitazo final de Rey Hilfer. En un nuevo contraataque ante un Agropecuario dedicado al ataque, Pons quedó mano a mano con Salort, y el de Venado Tuerto no falló. Levemente se la picó de zurda, la pelota rebotó al menos cuatro veces contra el suelo antes de tocar la red, y todo terminó con el festejo del delantero en el suelo y la mayoría de sus compañeros sobre él.
Arsenal volvió a sumar de a tres y a arrebatarle la cima a Sarmiento ilusión por un punto (43 sobre 42), pero los de Sarandí cuentan, con el de hoy, dos juegos más que los de Junín. Por lo tanto, un eventual empate o triunfo del Kiwi los vuelve a poner adelante.
La próxima fecha el Arse quedará libre y recuperará esa distancia de cotejos disputados. Justo en esa chocarán Sarmiento y Chicago, por lo que será determinante el resultado entre ambos para ver si el Viaducto llega a la última jornada (visitante de Defensores de Belgrano, aunque antes tendrá el compromiso por Copa Argentina ante Atlanta) con chances matemáticas de ascender o forzar un “desempate”. Lo cierto es que la ilusión sigue a flote y nadie se la quitará.
Fotos: @NachoMendezOk.
