No sólo de rugby y cricket vive Nueva Zelanda. El fútbol tuvo su primera aparición mundialista en España 1982, con aquel equipo comandado por Wynton Rufer, quien se destacara muchos años en la Bundesliga. El regreso de los “Al Whites” – así se conoce al seleccionado nacional – se produjo en Sudáfrica 2010 y 3 empates (uno de ellos ante la vigente campeona Italia) los dejaron afuera en primera ronda. Aunque invictos, digamos todo.
Para el regreso a la escena mundial hubo que construir las bases a nivel local y el fútbol en Nueva Zelanda se volvió profesional a partir de 2004: se creó la denominada Stirling Sports Premiership, con 10 equipos participantes y un sistema de franquicias. Al estilo NBA, no hay ascensos ni descensos y se juegan 2 ruedas en el sistema todos contra todos. Los 4 mejores clasificados disputan – a partido único en el estadio del equipo mejor posicionado en la fase regular – las semifinales y los vencedores la gran final.
A la instancia de semifinales se clasificaron Auckland City (el más ganador con 6 títulos), Team Wellington (vigente campeón), Waitakere United (tiene 5 conquistas en su palmarés) y Hawke´s Bay United (fue finalista en 2015).
Los “Navy Blues” de Auckland City derrotaron 1-0 a Hawke´s Bay con un gol de Micah Lea´alafa y la otra semifinal pareció un partido de rugby porque Team Wellington y Waitakere empataron 6-6, pero “Team Welly” se impuso 3-2 en los penales y los mismos actores iban a repetir la película final de la temporada pasada.
En el North Harbour Stadium, ante 1113 espectadores, Team Wellington ganó 2-1 y retuvo el título para levantar la segunda corona de su historia. Un par de goles de Ben Harris (10´ y 51´), quien sumó 11 gritos en 14 partidos, permitieron al conjunto dirigido por el inglés de ascendencia portuguesa, José Figueira, terminar con el reinado de Auckland y empezar a soñar con una nueva era en el fútbol neocelandés. El santiagueño Emiliano Tade (27´) consiguió el empate transitorio y redondeó una buena temporada personal con 12 goles en 15 encuentros. El goleador fue Tom Jackson, del equipo campeón, con 16 tantos en 14 partidos.
Los finalistas serán los representantes de Nueva Zelanda para la próxima Champions League de Oceanía y a semejanza del rugby, hay un premio consuelo para el equipo que finaliza en el último lugar en la fase regular. Por tercer año consecutivo, Southern United se hizo acreedor de la “Cuchara de Madera”.
Aotearoa o “Tierra de la gran nube blanca”… así bautizaron los maoríes a la fascinante isla de Nueva Zelanda. La identificación con el rugby es tan grande que una encuesta reveló que el 65 por ciento de la población desearía cambiar los colores de su bandera y agregar el helecho plateado, distintivo propio de los “All Blacks”.
Dicen que un explorador llamado Kupe se subió a su waka hourua (canoa de viaje) y se adentró por el Pacífico hasta llegar al puerto de Hokianga, en Northland, hace aproximadamente 1000 años. Descubrió una tierra llena de encanto y que fue hogar de guerreros ancestrales.
El fútbol ha crecido y reclama su lugar. La mudanza de la vecina Australia fomentó el desarrollo inicial y la posterior hegemonía neocelandesa en la región. “Team Welly” renovó su carnet de ganador al otro lado del mundo. No hace falta ensayar el haka o alguna danza guerrera: esta vez alcanza con ver un pelota rodar.
(Foto: NZ Football)