Sinónimo de gloria para la familia del barrio. Llevó al Arse a la cúspide del fútbol argentino y sudamericano al lograr cuatro de los cinco títulos oficiales que tiene el club en su vitrina. Además, potenció a jugadores provenientes de las fuerzas básicas que hoy brillan a nivel local e internacional.
Gustavo Alfaro nació el 14 de agosto de 1962 en la ciudad santafesina de Rafaela. En Atlético de dicha ciudad tuvo su único desempeño como futbolista profesional entre 1988 y 1992 (126 PG y 6 goles). Anteriormente, tuvo un paso regional en Sportivo Norte y otro en Club Atlético Villa Alvear (Resistencia).
Su corta carrera como jugador no es muy recordada por muchos, pero sí lo es y será su camino como director técnico, por ser artífice de conquistas progresivas en Olimpo (campeonato 2001/2002 de B Nacional y ascenso a Primera) y en Quilmes (ascenso a Primera). También tuvo traspiés en su carrera, por supuesto, como en Belgrano en 2001, en San Lorenzo en 2005/2006 y en Rosario Central en 2008/2009.
Pero si de Alfaro hablamos, entonces hay que hablar de Arsenal, mejor dicho, de dos arsenales, distintos en su conformación, pero igual de gloriosos: uno lo agarró entre mediados de 2006 y 2008 y otro, entre 2010 y 2014.
Asumió en el Viaducto con el objetivo de escaparle a la tan temida promoción (el plantel anterior venía de cumplir una de las peores campañas del club en la máxima categoría). Para ello, convocó apellidos de renombre que no habían tenido su mejor último año, entre ellos, Mario Cuenca, Gabriel Loeschbor, Lucas Valdemarín y Mauro Óbolo; además, contó con otros que ya estaban como un precoz Alejandro “Papu” Gómez, Cristian Llama, Juan Pablo Caffa, Jorge Ortiz, Santiago Raymonda, Carlos Casteglione y demás. En su primer año disputó 38 encuentros, ganó 17, empató 11 y perdió 10, quedando quinto en la tabla general. De esta forma, Arsenal no sólo se despegó de las posiciones comprometedoras, sino que además se ganó un lugar en un torneo internacional por segunda vez en su historia: la Copa Sudamericana 2007.
Entrado en la temporada 2007/2008, Alfaro formó un plantel lleno de caudillos: en el arco se mantuvo un gigantesco Cuenca; abajo se rubricó una línea de 4 con Javier Gandolfi (a veces Darío Espínola), Jossimar Mosquera, Aníbal Matellán y Cristian Díaz; en el medio se destacaron Casteglione, Andrés San Martín y Javier Yacuzzi, entre otros; y de tres cuartos para adelante, José Luis Calderón, el “Papu” Gómez, Raymonda y el tan recordado Martín Andrizzi. En su 50º aniversario, el celeste y rojo cerró el segundo semestre de 2007 de manera inolvidable e impensada, alzando el trofeo de la Sudamericana en cancha de Racing tras imponerse por diferencia de gol de visitante ante América de México (3-2 la ida en el Estadio Azteca y 1-2 la vuelta en el Cilindro). De yapa, el club disputaría por primera vez en su historia una Copa Libertadores y además viajaría a inicios de agosto a Japón –también por primera vez– para jugar la edición inaugural de la aún vigente Copa Suruga Bank (la cual ganaría con Daniel Garnero como DT).
Con la gloria en sus manos, Alfaro terminó el Clausura 2008 en la décima posición y la fase de grupos de la Libertadores sin pena ni gloria, pues, el equipo sufrió dos goleadas en contra históricas ante los que meses más tarde disputarían la final del certamen, Fluminense (0-6) y LDU de Quito (1-6), y emigró al fútbol árabe, sabiendo que el destino lo iba a volver a cruzar con el celeste y rojo.
Antes de ello, pasó por el Canalla rosarino, aunque no duró mucho (apenas 14 partidos). Y finalmente, en agosto de 2010 inició el segundo ciclo de Alfaro a cargo del primer plantel del Viaducto, y nuevamente, con muy buenos números que se vieron reflejados en los accesos a las copas Sudamericana 2011 (llegó hasta Cuartos de Final, cuando lo eliminó la U de Chile de Sampaoli) y Libertadores 2012, esta última, con una nueva ida en fase de grupos (donde debió medirse con Boca, Fluminense y Zamora), pero por sobre todo en la consagración histórica en el Torneo Clausura 2012, donde el Arse se coronó aquel domingo 24 de junio, día en el cual se jugaron en simultáneo siete partidos distintos para definir al ganador del certamen, los ingresos a las copas, el último cupo de la promoción y los descensos.
Podría decirse que a partir de ese torneo nació la denominada época dorada de Arsenal. Además del Clausura, el Viaducto sumó dos estrellas más: la Supercopa Argentina 2012 al imponerse por penales ante Boca y la Copa Argentina 2013 al derrotar categóricamente por 3-0 a San Lorenzo, ambas finales desarrolladas en Catamarca.
En este segundo ciclo, a diferencia del primero, Alfaro logró lo que no muchos pudieron en Arsenal: exprimir al máximo las fuerzas básicas del club. Nombres propios como Iván Marcone, Nicolás Aguirre, Damián Pérez, Hugo Nervo, Ramiro Carrera y Darío Benedetto, todos nacidos en el Viaducto, se rebelaron y pasaron a ser de simples juveniles a referentes y voces de un grupo que se consagró tres veces en dos años, llegando a 2014 como el segundo más ganador del país detrás de Boca, al cual lo había destronado tanto en el Clausura como en la Supercopa Argentina.
A su vez, “Lechuga” hizo que estos “ex juveniles” asimilaran a la perfección su idea y propuesta, acoplándolos, en primer lugar, con futbolistas de gran talla como Cristian Campestrini, Luciano Leguizamón, Juan Pablo Caffa (tras su vuelta de Europa), Lisandro López (recién llegado de Chacarita), Guillermo Burdisso, el “Marciano” Ortiz, Carlos Carbonero (había sido relegado en Estudiantes) y Emilio Zelaya, entre otros. Y en segundo, con algunos más experimentados, como Mariano Echeverría, Diego Braghieri, Milton Caraglio, Julio Furch, Martín Rolle y Mauricio Sperdutti, además de la presencia en el vestuario de dos ídolos como Gastón Esmerado y Oscar Limia.
Sin embargo, el inicio del 2014 no fue el mejor para la relación entre Alfaro y Julio Ricardo Grondona, presidente del club. Fue creciendo la tensión entre ambos por razones que sólo se saben puertas adentro y, aparentemente, post derrota 2-1 ante Peñarol en Uruguay por la Copa Libertadores algo se habría terminado de quebrar. Siguieron corriendo los partidos, hasta que llegó el día (10 de abril) en que Arsenal recibía a Santos Laguna por la ultima jornada de la fase de grupos de la Libertadores 2014. Tras un triunfazo por 3-0 y clasificación a Octavos de Final por primera vez, el DT anunció en conferencia de prensa que no iba a seguir en el club una vez culminado el semestre. Eso generó un disgusto grande al presidente del Arse, al cual lo sorprendió la noticia. No obstante, “Lechuga” dirigió el próximo compromiso (13 de abril) ante un Gimnasia LP que lo venció 2-0 en el Bosque, y al día siguiente le comunicaron que no se presente a trabajar ya que el entrenador de la reserva en ese entonces, Roberto “Fito” González, iba a hacerse cargo del plantel.
Alfaro no se terminó presentando al siguiente entreno del grupo, pero sí se acercó al Estadio Julio Humberto Grondona para despedirse de cada integrante del mismo y de cada empleado de la institución con quienes compartió el día a día durante varios años.
Era martes alrededor de las 15:00 horas, cuando se abrió el portón principal del club y salió “Lechuga”, quien se topó con 50 simpatizantes que fueron a despedirlo y misma cantidad de periodistas (récord en Arsenal en aquel tiempo) que fueron a buscar su testimonio: “En Arsenal pase lo años más lindos de mi vida”, dijo Alfaro, entre lágrimas, a los medios presentes, mientras un simpatizante lo abrazaba y le agradecía por todas las alegrías vividas gracias a él. Luego de sus declaraciones, el DT, con mucha humildad y grandeza como pocos, saludó y se fotografió con cada uno de los que interrumpieron su día, incluso jornadas laborales, para ir a decirle “adiós”, “hasta pronto”, “hasta luego”…
De hecho, “Lechuga” volvió a Sarandí, pero como DT adversario, dirigiendo a Tigre (1 PE y 1 PP), a Gimnasia LP (1 PE) y a Huracán (1 PE); también lo enfrentó fuera del barrio con Boca (1 PG) en la última Superliga. Sin dudas, el DT más glorioso en la historia del club sigue teniendo las puertas y los brazos abiertos para volver cuando él lo desee.
Los números definitivos de Alfaro como DT de Arsenal:
Primer ciclo:
- Primera División 2006/07: 38 PJ; 17 PG, 11 PE y 10 PP. 57 GF y 46 GC (+11 DG). Efectividad: 54,38%.
- Primera División 2007/08: 38 PJ; 14 PG, 9 PE y 15 PP. 41 GF y 49 GC (-8 DG). Efectividad: 44,73%.
- Sudamericana 2007: 10 PJ; 4 PG, 5 PE y 1 PP. 15 GF y 9 GC (+6 DG). Efectividad: 56,66%.
- Libertadores 2008: 8 PJ; 4 PG, 0 PE y 4 PP. 9 GF y 16 GC (-7 DG). Efectividad: 50,00%.
Parcial: 94 PJ; 39 PG, 25 PE y 30 PP. 122 GF y 120 GC (+2 DG). Efectividad: 50,35%.
Segundo ciclo:
- Primera División 2010/11: 38 PJ; 15 PG, 12 PE y 11 PP. 47 GF y 41 GC (+6 DG). Efectividad: 50,00%.
- Primera División 2011/12: 38 PJ; 17 PG, 11 PE y 10 PP. 51 GF y 35 GC (+16 DG). Efectividad: 54,38%.
- Sudamericana 2011: 6 PJ; 2 PG, 1 PE y 3 PP. 6 GF y 8 GC (-2 DG). Efectividad: 38,38%.
- Libertadores 2012: 8 PJ; 3 PG, 1 PE y 4 PP. 10 GF y 8 GC (+2 DG). Efectividad: 41,66%.
- Copa Argentina 2011/12: 2 PJ, 1 PG, 0 PE y 1 PP. 3 GF y 3 GC (0 DG). Efectividad: 50,00%.
- Primera División 2012/13: 38 PJ; 17 PG, 9 PE y 12 PP. 44 GF y 44 GC (0 DG). Efectividad: 52,63%.
- Supercopa Argentina 2012: 1 PJ; 1 PE. 0 GF y 0 GC. Efectividad: 33,33%.
- Libertadores 2013: 6 PJ; 2 PG, 1 PE y 3 PP. 10 GF y 15 GC (-5 DG). Efectividad: 38,88%.
- Copa Argentina 2012/13: 6 PJ; 5 PG, 1 PE y 0 PP. 11 GF y 2 GC (+9 DG). Efectividad: 88,88%.
- Primera División 2013/14: 32 PJ; 10 PG, 10 PE y 12 PP. 31 GF y 37 GC (-6 DG). Efectividad: 41,66%.
- Supercopa Argentina 2013: 1 PJ; 1 PP. 0 GF y 1 GC (-1 DG). Efectividad: 0,00%.
- Libertadores 2014: 6 PJ; 4 PG, 0 PE y 2 PP. 11 GF y 4 GC (+7 DG). Efectividad: 66,66%.
Parcial: 182 PJ; 76 PG, 47 PE y 59 PP. 224 GF y 198 GC (+26 DG). Efectividad: 50,36%.
- TOTAL: 276 PJ; 115 PG, 72 PE y 89 PP. 346 GF y 318 GC (+28 DG).
Fotos: Olé, Fotobaires, Télam, La Nación (Sebastián Rodeiro), Photogamma (Adolfo Lazzarini), El Gráfico, Copa Argentina – Sitio oficial, SportsCenter, Ignacio Méndez y @hablemosdelarse (Twitter).
