Un día como hoy pero hace 30 años, River pagaba la deuda que tenía con su historia y escribía la página más gloriosa de su brillante historia. En una emocionante noche de lluvia, con un Monumental repleto de 80.000 almas millonarias derrotaba por 1-0 al América de Cali con gol de Juan Gilberto Funes y se consagraba campeón de la Copa Libertadores de América enterrando de una vez y para siempre a los viejos fantasmas.
Bajo la dirección técnica del Bambino Veira y con un Enzo Francescoli principesco y goleador, River había obtenido el torneo 85/86 con 10 puntos de ventaja, consagrándose 4 fechas antes del cierre del mismo. Llegaba entonces la hora de afrontar la tan ansiada Copa Libertadores pero las cosas no serían fáciles porque luego del Mundial de México, el uruguayo fue transferido a Francia y así el Millonario perdía a su joya. Amuchastegui, el otro delantero de aquel equipo inolvidable, también se alejaba y Morresi -el socio del Enzo- al bajar su nivel perdía el puesto.
Las dudas que generaba la pérdida de la delantera completa fue rápidamente acallada con la llegada de Antonio Alzamendi y Ramón Centurión que pagaron con goles la confianza depositada en ellos. Sumado esto a que el Beto Alonso recupero la histórica Nº 10 y como ídolo-símbolo se puso al frente del sueño tan anhelado.
River empezó a independizarse, mire qué coincidencia, de sus fantasmas un 9 de julio cuando se trajo un valioso empate en uno de la Bombonera; tras empezar perdiendo consiguió la igualdad por intermedio de la incansable rueda de auxilio de aquel plantel: Roque Raúl Alfaro.
A partir de allí, la primera fase fue un desfile del equipo de Núñez que consiguió 5 victorias en fila. Sendos 2-1 en Montevideo ante Wanderers (dos de Alzamendi) y Peñarol (dos de Centurión); luego en casa aplastó por 4-2 al blanquinegro de la costa oriental (Alzamendi, Alonso (2) y Centurión) 3-1 al Carbonero (Alzamendi, Centurión y Enrique) para finalizar eliminando a Boca por 1-0 (otro de Alzamendi).
Llegaba así la fase semifinal; en aquel tiempo eran dos zonas de tres equipos en donde los ganadores avanzaban a la final. A River le tocó bailar con la más fea: Barcelona de Guayaquil y el campeón defensor Argentinos Jrs.
River empató de visita con Argentinos en el arranque y luego goleó en Guayaquil y en el Monumental al Barcelona. 3-0 en Ecuador (Alzamendi, Centurión y Gorosito) y 4-1 en Núñez (Centurión 2, Alzamendi y Quiñones en contra). Goleadas que terminaron siendo fundamentales para lograr el pasaporte a la final ya que Argentinos Jrs. venció a River por 2-0 en el Monumental y, al terminar igualados en puntos, debieron recurrir a un partido desempate en cancha de Vélez.
Aquel partido fue una batalla futbolística épica por lo emotivo, vibrante y duro del cotejo. River se topó con un Argentinos Jrs. notable que defendió su corona a capa y espada. Dos equipos de hombres que se sacaron chispas. Fue empate en 120 minutos y al no sacarse ventaja, River pasó a la final por diferencia de gol.
Llegó la final tan deseada. Otro año terminado en 6 tenía a River en el cotejo decisivo. Como en el 66 ante Peñarol y como en el 76 ante Cruzeiro, el Millonario tenía la posibilidad de alzar la ansiada Copa Libertadores y allí lo esperaba el América de Cali de Falcioni, Gareca, Ischia, Cabañas, entre otros. River dio el golpe en Cali donde le quitó un invicto de 7 años a los diablos rojos, con goles de Alonso y un hombre que se incorporó en las semifinales directamente para entrar en la historia grande: El Búfalo Funes.
Hasta que al fin, un 29 de octubre, la noche soñada se hizo realidad y en un Monumental lleno como pocas veces se lo vio, River saldó la vieja deuda que tenía con su rica historia. Lo que no pudieron conseguir próceres de la talla de Amadeo Carrizo, Passarella, Luque, Pinino Más, Artimé, Perfumo, y el mismísimo Angelito Labruna como DT, entre otros, este grupo de titanes modernos lo consiguió y en aquella inolvidable noche de lluvia con un golazo del Juan Gilberto Funes, River ganó 1-0 alzó la histérica Copa Libertadores y enterró los viejos fantasmas de una vez y para siempre.
Si sos hincha de River y estuviste ahí, si lo viste por la tele, si lo escuchaste por la radio seguramente recordarás qué hacías aquella noche y con quién te abrazaste. Si te lo contaron o lo leíste porque naciste años más tarde tenés que saber que esa jornada entró en la historia más gloriosa de River Plate, que se colgaba para siempre la chapa de CAMPEÓN DE AMÉRICA.
¡¡Excelente nota, Daro!! Me emociona :’)
A algunos se les pone la piel de gallina al evocar esta fecha 😉