El 2016 fue un año duro para Temperley. El equipo “gasolero” nunca logró acomodarse a la Primera División del fútbol argentino y tanto en la primera mitad del año como en la segunda, realizó campañas muy flojas que lo tienen a un paso del descenso.
El año de Temperley comenzó ahí por el mes de febrero, el equipo conducido en ese entonces por Iván Delfino, enfrentó a Boca en el estadio de Banfield. Durante ese encuentro, Temperley realizo un gran partido que concluyó en un empate en cero.
A pesar de un arranque positivo ante un grande del fútbol argentino, Temperley se diluyó con el paso de las fechas y fue en la jornada 13 donde la dirigencia, comandada por Hernán Lewin, decidió quitar del puesto a Iván Delfino.
Para las últimas tres fechas, el que estuvo sentado en el banco fue Gustavo Álvarez (hombre que más adelante tomaría mayor protagonismo), quien es el encargado de dirigir a la Reserva del club. Temperley finalizo el campeonato ubicado en la posición 13, con un saldo de cuatro triunfos, igual cantidad de empates y ocho derrotas. Además, su mala campaña lo dejo por encima de Argentinos Juniors, equipo que descendió a la B Nacional.
Para la segunda mitad del año, Carlos Mayor tomo las riendas del “Gasolero” con un único objetivo: la permanencia en Primera División. Teniendo en cuenta lo antes mencionado, la ilusión comenzó a crecer cuando en el arranque del torneo, el “Celeste” se impuso a Patronato por 1 a 0 con gol de Adrián Arregui. Nuevamente, como en el pasado torneo, Temperley no pudo continuar lo hecho en la primera fecha y se cayó muy rápido.
Para colmo, los malos resultados deportivos se juntaron con la inesperada renuncia de Hernán Lewin tras las constantes amenazas de la barrabrava del club. Con el presidente, se iban años de trabajo y dos ascensos que se lucharon desde abajo.
La suerte de Carlos Mayor también caería luego de que en la fecha 9 el entrenador fuese despedido por la dirigencia, ahora comandada por el ex vicepresidente del club, Alberto Lecchi.
El mal momento de Temperley caía nuevamente en manos de un viejo conocido, Gustavo Álvarez. El entrenador fue llamado de urgencia para que comande al equipo en lo que quedaba del torneo e intentase cerrar de la mejor manera el año.
Temperley cierra el año con 14 partidos disputados, donde solamente consiguió tres triunfos, cuatro empates y siete derrotas. Temperley se enfrentará a Tigre cuando se reanude el torneo y comenzará el operativo permanencia. Gustavo Álvarez sabe que si su equipo muestra carácter, nada es imposible.
Foto de portada: El Gráfico