RUSIA 2018
Demostrando una enorme mejoría desde lo futbolístico, aunque todavía sin poder golear como pretende, la Selección nacional venció 2 a 1 a Nigeria y se metió en los octavos de final de la Copa del Mundo. El rival en esa instancia será ni más ni menos que Francia.
Con sufrimiento, nervios y emoción, el equipo argentino consiguió un resultado más que necesario y logró los tres puntos que lo clasificaron a octavos de final. Islandia cayó ante Croacia y no pudo alcanzar a la Argentina en la tabla de posiciones, quedando última en el Grupo D. El elenco croata se ubicó primero y Nigeria finalizó en el tercer puesto.
Desde el pitazo inicial la “Albiceleste” demostró que quería llevarse el partido; manejo de pelota, de tiempo y de la mano de un Éver Banega que, probablemente haya disputado su mejor duelo con la camiseta de la Selección. Desde su entendimiento del juego y de lo que el equipo precisaba, consiguió unir los puntos que en los encuentros anteriores Argentina tenía dispersos: abrió la cancha, liberó a Lionel Messi de la obligación de crear juego y le permitió a “La Pulga” ser quien Lío sabe ser, ese futbolista que cambia todo, que define resultados. Y justamente un pase del volante de Sevilla de España, que desde el mediocampo vio que el delantero de Barcelona FC se movía en dirección al área nigeriana, fue la puntada con hilo: Messi amagó a abrirse, Banega la tiró al espacio, Lío la capturó entre dos defensores y de derecha, definió sobre la posición del arquero. Grito de gol desesperado, necesitado y exacto: Argentina se ponía 1 a 0 y manejaba las acciones.
Con respecto a lo defensivo, desde la presencia de Franco Armani en el arco y la sobriedad de Nicolás Otamendi y Marcos Rojo, Argentina jugaba con criterio. Javier Mascherano se mostró un tanto impreciso los primeros minutos, pero luego se acomodó y fue la muralla que suele ser. Los laterales también cumplieron su función y Gabriel Mercado pudo controlar a Ahmed Musa, de la misma manera en que Nicolás Tagliafico anuló a Kelechi Iheanacho.
Se fue el primer tiempo con la ventaja mínima y Argentina respiraba tranquilo.
Sin embargo, al arranque del complemento las cosas se pusieron de color hormiga: tras un tiro de esquina, el árbitro turco Cakir Cuneyt consideró que un empujón de Javier Mascherano era penal para Nigeria y, a pesar que desde la cabina del VAR parecían indicar lo contrario, el colegiado mantuvo su postura y dictaminó la pena máxima a favor de la escuadra africana. Víctor Moses no dudó y ejecutó el disparo con certeza: a los cinco minutos del segundo período, Nigeria igualaba las acciones y con el empate entre Croacia e Islandia, se estaba clasificando para los octavos.
Argentina se puso nervioso y comenzó a perder el control de la pelota y del juego; Enzo Pérez, quien había tenido un muy buen primer tiempo, no lograba volver a su timing y, de golpe, los fantasmas comenzaban a acechar; otra vez Lionel Messi tenía que buscar la pelota en mitad de cancha y crear juego, sin que nadie se acercara para asociarse.
Esta prerrogativa se modificó a favor desde el ingreso de Cristian Pavón a los 15 minutos del complemento, reemplazando precisamente a Pérez. La velocidad del volante de Boca Juniors abrió una brecha por la derecha del ataque y Nigeria se volvía a replegar, dejando sus posibilidades de una ofensiva sólo a algún pelotazo largo que alguno de sus atacantes pudiera atrapar.
De todas formas, el elenco africano pudo haberse puesto en ventaja; primero con un tiro libre que salió muy cerca del palo izquierdo de Armani y después con un mano a mano que el mismo arquero de River contuvo. Fue una atajada fundamental, el salvavidas del duelo mundialista y pasó casi inadvertida. De lo que podría haber sido el 2 a 1 en contra, Argentina sacó otra perspectiva y entendió que era hora de ganar la batalla. El ingreso de Maximiliano Meza por Ángel Di María y Sergio Agüero por Nicolás Tagliafico daban claras muestras de lo que se pretendía: era a matar o morir, futbolísticamente hablando, claro.
Y así fue, con la Selección volcada en ataque, con la defensa prácticamente en mitad de cancha y con la concentración que había en la primera etapa reinstaurada en los jugadores, la “celeste y blanca” renovó su fe y a cuatro minutos del final, alcanzó su objetivo: Cristian Pavón la abrió hacia la derecha del ataque, Gabriel Mercado envió un centro al corazón del área y Marcos Rojo, sin marca y sin desesperarse, golpeó la pelota como el mejor “9” del mundo: gol argentino y locura desatada.
Los minutos restantes fueron de más dominio argentino y cuando llegó el pitazo final, los llantos emocionados y la felicidad de nuestra selección desbordaron el ambiente. Nigeria, que con su victoria en la fecha dos le había dado una vida más a Argentina, caía ante la albiceleste por quinta vez consecutiva en partidos mundialistas y quedaba afuera de Rusia 2018.
Después de tantos vaivenes, de sufrir y de no encontrarse en el verde césped, el equipo de Jorge Sampaoli pudo, por fin, asociarse y darle al as bajo la manga, la posibilidad de marcar diferencias. Sin embargo, lo mejor que tuvo Argentina en esta ocasión fue el juego de equipo. De aquí en más, quedarán partidos definitorios y el rival en octavos de final es el peligroso Francia. El duelo será el próximo sábado a las 11 de la mañana, horario de nuestro país, en el estadio de Kazán.
DETALLES DEL PARTIDO
FOTO DESTACADA: “Celebración del segundo gol argentino”
@HysusQuemeros
FOTOS:
La Nación
@ArmaniFranco34, twitter oficial del arquero Franco Armani
@Argentina, twitter oficial de la Selección Argentina de Fútbol