Los Toffees siguen haciéndose fuertes en casa y esta vez bajaron categóricamente a West Brom por 3-0, con Lukaku anotándose en el marcador para ser el goleador de la Premier junto a Kane. Por otra parte, Bournemouth cortó ocho sin ganar superando 3-2 a West Ham y Hull City venció a Swansea en un duelo clave por la permanencia.
La acotada jornada de Premier League de este fin de semana no tendrá a la mayoría de sus animadores por estar avocados a la FA Cup -exceptuando a Liverpool, que juega mañana-. Es por esto que en el día de hoy se jugaron solamente tres encuentros. Everton, que sueña con estar en Europa League la próxima temporada, se sacó de encima a West Brom por 3-0. Mientras tanto, en un duelo importante por el descenso, Hull City superó 2-1 a Swansea y quedó a un punto de Crystal Palace, el primero de los que se está salvando. Por último, Bournemouth cortó una racha adversa de otro encuentros sin ganar al llevarse un 3-2 agónico ante West Ham con un hattrick de su goleador, Joshua King. Observá lo mejor de cada encuentro.
Everton se recuperó y apunta a Europa
Los Toffees, que venían de caer derrotados ante Tottenham, firmaron otra actuación acorde a lo que es su buen 2017 y dieron cuenta de un West Brom cuyo destino inexorable parece la mitad de la tabla. En un primer tiempo absolutamente dominado por el local, con Morgan Schneiderlin y Gareth Barry adueñados del mediocampo, el conjunto de Ronald Koeman se instaló en campo rival y generó la primera chance. Tras una buena combinación entre Tom Davies y Barry, éste último habilitó a Romelu Lukaku, que sacó un derechazo demasiado cruzado que salió cerca del palo. Everton continuó animando el duelo y Lukaku volvió a avisar, esta vez con un cabezazo que salió cerca. Un remate de Ross Barkley se sumó a los intentos de un conjunto azul de Liverpool que recién vio algo de riesgo por parte de su oponente a diez minutos del descanso, cuando Nacer Chadli probó a Joel Robles desde lejos y lo obligó a enviar su tiro al córner. No obstante, el dueño de casa continuó su dominio y halló la ventaja tan buscada a los treinta y nueve: Barkley tomó un balón suelto y disparó, lo que provocó un rebote corto de Ben Foster, que le cedió el 1-0 a un atento Kevin Mirallas. Los Toffees agarraron el envión del tanto y encaminaron el juego justo antes de irse al entretiempo. Lukaku recibió fuera del área, aguantó la pelota ante dos rivales y le metió un fabuloso pase en cortada a Schneiderlin, que se internó en el área y definió de gran manera ante la salida del arquero visitante.
En la segunda mitad, con la ventaja a su disposición, Everton aminoró la marcha y cedió un poco la iniciativa a unos Baggies que lejos estuvieron de generarle peligro. En el cuarto de hora, Barkley tomó un centro rasante de Mirallas y, tras enganchar dos veces ante Gareth McAuley, casi pone el tercero. Sin embargo, ese tanto local iba a llegar a ocho del final a través de su goleador. Barkley completó su muy buen partido al asistir con un centro medido a un Lukaku que se subió a la cima de la tabla de artilleros -está igualado en 19 con Harry Kane- al ponerle la cabeza a ese envío y decretar el 3-0 final para unos Toffees que vienen muy dulces, alcanzaron cuatro victorias seguidas de local y sueñan con bajar al United de puestos de Europa League.
La tarde del ‘King’ de Bournemouth
El partido más loco de la jornada estuvo sin dudas en el Vitality Stadium, en lo que fue para el local la tarde de los penales errados pero también el duelo en el que cortaron una racha de dos meses sin ganar. En un inicio iluminado de los Cherries, Benik Afobe tuvo el primer tanto tras cabecear un centro de Mark Pugh, pero su intento salió desviado. A los ocho, los de Eddie Howe se encontraron con una inmejorable chance de ponerse arriba: una aparición de Charlie Daniels en el área fue detenida con falta por Sofiane Feghouli y sancionada como penal por Robert Madley. El que tomó la responsabilidad fue Joshua King, que envió al arquero Darren Randolph hacia el otro lado, pero increíblemente su ejecución salió al lado del palo. Para colmo de males en el local, West Ham encontró la ventaja dos minutos después: una pérdida en su propio campo derivó en una asistencia de Feghouli para Michail Antonio, que acomodó la pelota contra el palo izquierdo de Artur Boruc. El local no se desanimó y continuó en busca de un empate que estuvo a punto de llegar con un disparo de Ryan Fraser, despejado por Randolph, y un cabezazo de Steve Cook. Esa igualdad llegó en media hora de juego, cuando el noruego King se redimió de su penal fallado al recibir de espaldas en el área y rematar de zurda tras sacarse de encima con un sombrero muy distinguido a José Fonte. Para aumentar el dramatismo, los Cherries tuvieron un nuevo penal en su favor luego de una falta de Fonte a Pugh. Esta vez fue Afobe quien lo tiró, pero el disparo del ex Arsenal fue muy débil y Randolph lo contuvo sin problemas. Los Hammers respondieron a través de Feghouli, pero fue Boruc quien se interpuso en su camino negándole el gol.
La parte complementaria tampoco escatimó en emotividad, ya que a los tres minutos el local se puso en ventaja a través de la pelota parada. Nuevamente King fue el responsable, apareciendo por el medio del área para conectar un primer un cabezazo de Cook. Tras ese gol el duelo entró en un desarrollo parejo, en el que los dos tuvieron sus ocasiones. El local, al no poder concretar las dos que tuvo un hoy impreciso Afobe, fue perdiendo algo de intensidad y West Ham empezó a empujar en busca de la igualdad, algo que llegó a ocho del final. Tras un aviso previo de Antonio, fue el ingresado André Ayew el encargado de estampar el 2-2. Un gran pase profundo de Pedro Obiang ubicó al lateral Sam Byram, quien le sirvió el tanto al ghanés centrando atrás. A pesar de que la cosa parecía juzgada, Bournemouth tuvo la última palabra en el descuento debido a que no perdió la lucidez para atacar. Jack Wilshere, ingresado en esos últimos minutos, habilitó a Pugh y éste le devolvió un centro atrás para que el hombre del Arsenal remate. Randolph apareció para negarle el gol al volante, pero no pudo hacer nada ante King, el hombre del partido, que decretó su hattrick y un 3-2 vital para los Cherries. El delantero noruego es el primero de ese país en marcar tres goles desde que John Carew lo hiciera para Aston Villa en 2008 y con sus goles ayudó a que los de Eddie Howe cortaran ocho partidos en hilera sin victorias para respirar más tranquilos en la tabla.
Hull y tres puntos claves en la lucha de abajo
El KC Stadium fue testigo de un duelo clave por la permanencia entre unos Tigers en zona de descenso que pretendían hacerse fuertes en casa para no hundirse y unos Swans cuyo objetivo era seguir alejándose de la zona roja. Primeros veinte mostraron mejor a un Swansea que tuvo la más clara cuando Gylfi Sigurdsson dejó mano a mano a Wayne Routledge con Eldin Jakupović, que alcanzó a salvar con el pie. Luego de perder a Fernando Llorente y Ángel Rangel por lesión los galeses se apagaron y dejaron lugar para que el local crezca. Kamil Grosicki, el mejor de los Tigers en ese primer tiempo, empezó a inquietar y obligó a Lukasz Fabianski a intervenir en un par de ocasiones, con un disparo y un centro peligroso que el arquero le sacó de la cabeza a Abel Hernández. En el complemento hubo veinte minutos de un trámite parejo, con chances de gol para ambos. Swansea estuvo a punto de desnivelar cuando Sigurdsson habilitó de taco a Tom Carroll y éste metio un centro que Jakupović dejó corto y Routledge elevó insólitamente al tomar el rebote. El local, por su parte, tuvo un disparo de Grosicki salvado en la línea por Alfie Mawson luego de una confusión en el área. Finalmente, a veinte de la terminación del duelo, el choque se inclinó del lado local de la mano de una carta que el entrenador Marco Silva tenía en el banco: Oumar Niasse. El senegalés, a sólo diez minutos de haber ingresado, se combinó con Hernández y realizó una gran diagonal para superar el achique de un visitante mal parado en esa acción para irse mano a mano con Fabianski y tocársela por un costado. Tan sólo ocho minutos después, el propio Niasse aprovechó un pase de Ahmed Elmohammady – nuevamente con Swansea dejando espacios- para fulminar al arquero polaco y decretar el 2-0. Un conjunto galés desmoralizado fue en busca del descuento, pero éste llegó muy tarde. Mawson conectó con justeza un tiro libre de Sigurdsson y puso el 2-1 en el descuento, sin tiempo ya para intentar el milagro. Victoria importantísima de Hull City, que a pesar de seguir en descenso directo aún alimenta la ilusión de zafar. Por ahora, los Tigers están a un solo punto de alcanzar ese objetivo.
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