Los “Blues” levantaron la corona doméstica ante su gente y se dieron el gusto de igualar el récord de victorias conseguidas en una temporada. John Terry tuvo su despedida con gol… y errores.
Chelsea derrotó 4-3 a Watford en Stamford Bridge y vive en continuado la fiesta del campeonato. Una clara muestra de jugar y dejar jugar por parte de los entrenados por Antonio Conte, que ahora van por el doblete local nada menos que ante Arsenal, por la FA Cup.
Respetuoso pasillo de honor por parte de las “Hornets” de Watford, lo más dulce que se haya visto en este fútbol cargado de chicanas, palabras de más y actos de violencia. Recuerden que hace 3 décadas se hablaba de los hooligans y eran temidos en cualquier parte del mundo donde se los recibiera. Hoy se juega cualquier partido de la Premier League sin alambrados.
Un equipo local con mayoría de suplentes, producto del trajín que significó una temporada más que exigente. Del once ideal de Conte, solamente César Azpilicueta, Willian y Eden Hazard salieron a la cancha desde el arranque.
La primera gran emoción estuvo reservada para el “Gran Capitán”. En el minuto 22, la locura se apoderó de un sector de Londres porque un tiro de esquina ejecutado por Willian encontró a un activo John Terry, quien tomó un balón que picaba y lo mandó al fondo del arco defendido por Heurelho Gomes. Grito de guerra para el defensor con más goles en la historia de la Premier League (41 por torneos locales y un total de 65 con la camiseta de Chelsea). Además, esta leyenda de los “Blues” anotó en forma consecutiva en las últimas 17 temporadas.
Pero no podía ser todo tan color de rosa, y Terry se volvió Terry con un error defensivo. A los 24´, un centro de Kurt Zouma tuvo un pésimo rechazo de John y el balón le quedó a Etienne Capoue, quien estuvo rápido para definir de cabeza sobre la humanidad de Asmir Begovic.
Sin embargo, los “Blues” recuperaron la ventaja y otra vez gracias a una pelota parada. Córner desde la izquierda por parte de Hazard y un despeje parcial de José Holebas. En la puerta del área estaba Azpilicueta, quien sacó un preciso derechazo para el 2-1 parcial a los 36´.
En la etapa final, Chelsea volvió a mostrar su jerarquía y sacó un gol más de diferencia en los primeros minutos. Nathaniel Chalobah rompió el achique de la defensa visitante y ubicó solito y solo a Nathan Ake. Generoso el jovencito holandés, vio que por el medio venía mejor ubicado Michi Batshuayi, y el belga solamente tuvo que darle un pase a la red, para decretar el 3-1 en 49 minutos de juego.
Pero las “Hornets” no se desanimaron y volvieron enseguida al partido, con el descuento de Daryl Janmaat, 2 minutos más tarde. Un hermoso slalom por izquierda armó el holandés, quien terminó la jugada a puro amague y con una soberbia definición al segundo palo.
El partido estaba para que Chelsea sentenciara la historia de una vez, pero las atajadas de Gomes impedían el gol de la tranquilidad. Primero se lo negó a Hazard y luego a Azpilicueta, para dejar con vida a los entrenados por Walter Mazzari.
Y cuando menos lo esperaba, Watford alcanzó un empate impensado. A los 74´, un centro al punto del penal por parte de Tom Cleverley fue despejado a medias por Terry. Stefano Okaka-Chuka capturó el rebote y fusiló a Begovic, para dejar el marcador en tablas y arruinar la fiesta.
El alivio llegó a 2 minutos del final. Un pase de Willian – tras un amague – de la derecha al centro fue directo a la puerta del área. Allí estaba Cesc Fabregas, quien sacó un derechazo de primera y algo mordido. La pelota viajó al palo derecho de Gomes y al inflarse la red desató el delirio azul en las gradas (por supuesto que la habitual locura de Conte). Excitante 4-3 para alcanzar las 29 victorias e igualar el propio récord del club, obtenido en la temporada 2004/05.
Quedó tiempo para que una artera patada de Sebastian Prödl sobre Pedro fuera castigada con una tarjeta amarilla y el austríaco deje a su equipo con un jugador menos.
Brillante temporada para los “Blues”, que ahora sueñan con la doble corona local, para calentar motores y demostrar en la próxima UCL que los únicos londinenses que han levantado la “orejona” están de vuelta en el continente.
(Foto Principal: Somos Invictos)