En 1968 Estudiantes de La Plata se consagraba campeón mundial al levantar la Copa Intercontinental.
Primero me tocó escribir sobre un jugador que haya dejado una huella, elegí a Oscar Malbernat, el eterno capitán. Luego, un DT que tenga un paso imborrable, imposible no elegir a Osvaldo Zubeldía. Continuando con la tanda de informes temáticos, hoy me tocó elegir un partido histórico. y también es muy difícil no elegir algo de esa época. Época vieja, pero época dorada, tiempo de gloria para el club, que logró verdaderas epopeyas.
Vamos un poquito atrás en el tiempo: una división de juveniles, apodada “la tercera que mata” se haría prácticamente invencible. El club no andaba bien futbolísticamente, peleaba más abajo que arriba, hasta que se decide contratar a Zubeldía en 1965. El “zorro” cambió el club: instauró las concentraciones, jugaba a un fútbol distinto, todo raro para la época, y revolucionario, por supuesto. En 1967 Estudiantes quiebra la hegemonía de los 5 grandes y levanta el Metropolitano, lo que le da el pase a la Libertadores 1968. Arrasa a todos y llega con facilidad a la final, donde se debe medir ante el temible Palmeiras, al que, en 3 partidos, vence.
El “pincha” es campeón de Ámerica, lo que le permite disputar la Copa Intercontinental. En frente tenía nada menos que al legendario Manchester United de Bobby Charlton, Denis Law y George Best, comandado por Matt Busby. Había “pica” desde el Mundial 66, pero los ingleses fueron recibidos aceptablemente. La ida se jugó en La Bombonera, estadio de Boca, y de entrada, Zubeldía y Bilardo se encargaron de sacar todas esas tácticas inesperadas, rozando el limite de la suciedad y la violencia. Era una presión y un asfixio constante, y Togneri cabeceó un corner y anotó, aunque el arbitro se lo concedió a Conigliaro. 1-0 y la ida en el bolsillo.
La vuelta, algunos días después se jugo por supuesto en el mitológico Old Trafford. Los “diablos rojos” arrancaron dominando el encuentro, pero se toparon con el arquero Poletti. Para colmo, rápido, Estudiantes lograba el gol: Juan Ramón Verón se anticipaba a todos tras centro de Medero y vencía al portero Stepney. Se hizo un partido de ida y vuelta en el que el conjunto inglés estaba lanzado en ataque buscando equilibrar el marcador y el elenco argentino intentando sentenciar de contra. Pasaban los minutos y la cosa se mantenía, Poletti fue figura absoluta, hubieron trifulcas, hubieron rojas y el United logró el empate por intermedio de Morgan al final del encuentro, pero no fue suficiente.
Estudiantes de la Plata llegaba a lo más alto del mundo. Campeón nacional, campeón continental, y ahora campeón mundial. El “pincha” tocaba el cielo con las manos y ante que equipo y en que lugar. Y encima sin saber que en los años subsiguientes repetiría la gesta en la Libertadores, ganando en 1969 y en 1970, no así en la Intercontinental, cayendo ante Milan de Italia y Feyenoord de Holanda respectivamente. Zubeldía y sus dirigidos dejaron un paso imborrable para el club, logrando hazañas irrepetibles e inolvidables y por eso este informe de Partidos Históricos está dedicado en su honor.
Fotos: Wikipedia.