No falta nada para el clásico con Huracán y Nicolás Blandí sigue en duda. Pablo Mouche está descartado. Almirón aguarda por la recuperación de Fabricio Coloccini y Rubén Botta, ambos con molestias musculares. El azulgrana es una enfermería.
Además de luchar con la pálida imagen que dejo en los dos primeros partidos bajo su mando, y por ende también con resultados adversos, Jorge Almirón lucha contra fantasma: el de las lesiones. Es que varios jugadores del plantel azulgrana continúan con diversas molestias y eso dificulta el trabajo del nuevo entrenador de cara al clásico del próximo domingo con Huracán.
El caso más emblemático es el del capitán y goleador Nicolás Blandí. El 9 está ausente desde el choque con Temperley por Copa Argentina afectado por un traumatismo en su rodilla derecha. El Ciclón lo extraña: es el goleador del semestre con 7 tantos. Y estando a miércoles sigue sin poder entrenar con normalidad por lo que su presencia en el clásico está en duda. Quizás una alternativa, si es que evoluciona, es que ocupe un lugar en el banco de suplentes.
La presencia o no de Blandí dispara un inconveniente para Almirón. Si mantiene a Reneiro como único punta, como sucedió en los dos últimos partidos (el “Príncipe” no se siente cómodo solo en la delantera), o incluye al juvenil Adolfo Gaich como su acompañante.
Pablo Mouche, con una distensión en el soleo derecho, está descartado para el domingo. Y tanto Fabricio Coloccini como Rubén Botta entrenaron hoy de manera diferenciada a raíz de molestias musculares. Se aguardara el progreso de la semana para evaluar a ambos.
Hoy Almirón hizo nuevamente trabajos de tenencia de balón y presión en espacios reducidos con especial énfasis en la salida desde abajo de los arqueros.
Los del Bajo Flores volverán a entrenarse mañana y quizás empieza a verse un panorama más claro en torno al equipo para el domingo. El clásico con Huracán puede ser la oportunidad de volver al triunfo tras cinco partidos y de darle una alegría a la gente.
Imagen destacada: Vamos Ciclón