Francia 2019

Niza, la historia convulsionada de una ciudad paqueta

La ciudad francesa de Niza se encuentra ubicada en la bella Costa Azul. Fue fundada por griegos de la antigua Focea, cuyo territorio pertenece actualmente a Turquía. Según Herodoto (historiador y geógrafo griego), los foceos fueron los primeros griegos que realizaron grandes viajes por mar. Recorrieron el Mediterráneo dejando varias colonias durante sus aventuras, además de Niza, también se asentaron en Cannes, Marsella, Córcega y otras. Desde sus colonias comerciaban con las ciudades de la región hasta que aparecieron los romanos y toda la zona de la Costa Azul fue incorporada a la Región romana de Liguria.

Pero el famoso Imperio Romano se vino a pique y en Niza aparecieron los Ostrogodos, luego gobernaron lombardos y más tarde tuvieron que lidiar con los sarracenos. Un tiempo después, el famoso pirata Barbarroja asaltó la ciudad, la saqueó y se llevó unos cuantos miles de esclavos. Y como si todo esto fuera poco, una gran peste azotó Niza, allá por el 1550 y otra vez el desastre. Para cuando cesó la enfermedad, aparecieron los hugonotes y todo marchaba de manera próspera hasta que el Rey Luis XIV se conflictuó con los españoles, entonces aparecieron los duques de Savoya (que era una región del Sacro Imperio Romano Germánico)  y ¡adiós a la paz!

En el Museo Arqueológico de Niza se pueden encontrar restos del pasado, entre ellos, el romano. Foto: www.telocuentoenunmomento.wordpress.com

Luego, Francia tomó la ciudad y fue expulsada al poco tiempo. Volvió a tomarla y nuevamente logran expulsarla, y así de conflictuada estaba la situación hasta que en 1860 (¡por fin!), los franceses anexan Niza a su territorio firmando un tratado de paz. El tema es que muchos habitantes nizardos eran, en realidad, italianos y como Italia estaba en alianza con Francia, la firma de un tratado fue como que los dejó solos frente al conflicto que también mantenían con el Sacro Imperio Romano Germánico y se volvió a pudrir todo. Ahí aparece un conocido por estos lados, Giuseppe Garibaldi, que se levantó en rebeldía porque pensaba (y no estaba muy errado) que la votación realizada para llegar a la firma del bendito tratado estuvo adulterada.

Escribió Giuseppe: “Esperado que el voto presente se celebró con irregularidades muy graves, pero que la experiencia del pasado nos niega toda esperanza de ver ordenado una encuesta para este sujeto. Firmados, creemos de nuestro deber de depositar nuestro mandato de representantes de Niza, protestando contra el acto de fraude y de violencia perpetrado, hasta que el tiempo y las circunstancias nos permitan y a nuestros conciudadanos hacer valer con una libertad efectiva nuestros derechos, que no pueden ser aminorados por un pacto ilegal y fraudulento”.

El hombre estaba enojado y pedía la unificación de Niza con Italia así que desde Paris enviaron un ejército para apagar el fuego rebelde. Toda esta cuestión de unificación y represión duró muchos años y, como si esto fuera poco, una de las primeras decisiones políticas de la cúpula francesa fue prohibir el idioma italiano en la ciudad.

La plaza principal de Niza se llama Garibald y tiene, en uno de sus sectores, una estatua de Giuseppe. Foto: www.tortajadanieto.com

Para comienzos del siglo XX, Niza ingresaría en un periodo de crecimiento y desarrollo dejando atrás todo este mamarracho de conquistas, guerras y represiones que duraron más de 2.000 años y que yo se los resumí de manera sumamente arbitraria como para que usted, lector y lectora, se haga una idea de la importancia que tenía esa región para los distintos actores que pusieron sus ojos en Niza.

Con el correr del nuevo siglo, la Costa Azul, también conocida como Riviera Francesa se volvió uno de los centros turísticos más importantes del mundo, donde habitan celebridades y toda clase de gente adinerada que poco le debe importar si foceos, romanos u ostrogodos se pelearon por un pedazo de su territorio.

En fin, la región es por demás hermosa. El litoral mediterráneo que comprende la Costa Azul lo forman, además de Niza, Montecarlo (en el principado de Monaco), Saint Tropez y Cannes, entre otros.

Niza es considerada la capital de la Costa Azul. Foto: www.blog.expedia.mx

Y todo esto para decir que Niza va a ser sede de la próxima Copa del Mundo. Porque allí se encuentra el Estadio de Niza (llamado Allianz Riviera por cuestiones de patrocinio) que fue inaugurado en el año 2013 y que supo albergar algunos partidos de la Eurocopa 2016. En ese recinto juega el Olympique Gymnaste Club Nice Côte d’Azur más conocido como el OGC Niza (y apodado Gym). Este equipo supo ganar 4 ligas francesas en 1951, 1952, 1956 y 1959. También conquistó 3 Copas de Francia en 1952, 1954 y 1997.

Un argentino figura como uno de los tres jugadores que más partidos utilizó esa camiseta y se trata de un tal Pancho González, un defensor que entre 1951 y 1961 jugó 296 encuentros. Darío Cvitanich (otro argentino) y Alphonse Tchamí (camerunés) también vistieron los colores del OGC Niza.

Un detalle del Allianz Riviera es que es un estadio “ecofriendly” ya que cuenta con más de 4.000 paneles solares para generar energía eléctrica y utiliza el agua de lluvia que cae en su techo para el riego del campo de juego.

Tiene una capacidad para 35.100 espectadores y su verde césped se utilizará para jugar cuatro partidos de la fase de grupos, un encuentro por los octavos de final y el tercer puesto:

9 de junio. Inglaterra vs Escocia (Grupo D)

12 de junio. Francia vs Noruega (Grupo A)

16 de junio. Suecia vs Tailandia (Grupo F)

19 de junio. Japón vs Inglaterra (Grupo D)

22 de junio. Partido por los Octavos de Final

6 de julio. Partido por el Tercer Puesto

Y hasta aquí el repaso por la historia, por demás convulsionada, de Niza. Nos queda un último destino: Reims. Nos leemos.

Foto principal: www.es.france.fr

Diego González

Diego Gonzalez nació un 11 de agosto del año 1975 en el Hospital Evita de Lanús, exactamente el mismo lugar donde también nació un cara sucia de Fiorito que años más tarde regaría de alegría el suelo argento. Estudió historia, de ahí su pasión por esa rama de las Ciencias Sociales, además de trabajar en una escuela pasa varias horas de la semana metido en el Archivo Histórico de Barracas donde aprendió a desempolvar documentos, libros y fotos. Hace un tiempo estuvo recluido en un retiro espiritual rogándole (quien sabe a quién) que sus neuronas no lo abandonen y se alineen correctamente para poder hacer uso de su pluma en pos de informar y entretener, siempre desde sus tres pasiones: la historia, el fútbol de ascenso y, desde hace algunos años, el fútbol femenino.

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