En el cierre de la jornada inicial de la She Believes Cup, Estados Unidos trabajó todo el partido para derrotar a Canadá. Fue 1 a 0 con un derechazo de Rose Lavelle cuando al partido le restaban doce minutos de juego.
Para Estados Unidos era un partido muy especial. Porque enfrente tenía a su clásico rival y porque, aunque no lo necesita, siempre busca ratificar que es el mejor equipo del mundo. A Canadá la invitaron por primera vez a este torneo y por lo que mostró hoy, no está dispuesta a pasar inadvertida. Jugaron un partido electrizante, con pases rápidos y una gran cantidad de ocasiones de peligro, sobre todo en el arco defendido por Stephanie Labbe, quien había ingresado en la primera etapa sustituyendo a su compañera lesionada.
La arquera y la defensa canadiense fueron figuras estelares. En el primer tiempo, Estados Unidos buscó el gol combinando buenos pases y generando peligro a través de Carli Lloyd, Lynn Williams y Megan Rapinoe, pero siempre se encontraban con la figura de Labbe y su defensa muy bien equilibrada.

En la segunda parte, a Lloyd no se le abría el arco y desperdiciaba situaciones increíbles. Los cambios llevaron aire fresco al ataque estadounidense pero la historia no podía resolverse. Alex Morgan cayó en la misma maldición que Lloyd y no encontraba la manera de anotar. Hasta que un centro al área canadiense devino en un mal despeje, un rebote y la aparición de Rose Lavelle para romper el maldito encantamiento. 78 minutos le costó a Estados Unidos quedarse con los tres puntos, pero a fuerza de perseverancia (y buen fútbol), lo logró.
Canadá apeló al contraataque y casi le da resultado en el segundo tiempo, cuando Janine Beckie quedó mano a mano con Alyssa Naeher y la uno local logró tapar su remate. Más allá del resultado, fue una buena lección defensiva la que presentó Canadá.
El domingo se jugará la segunda jornada de la Copa. Estados Unidos enfrentará a Brasil mientras que Canadá se medirá frente a Argentina.
Fotos: Twitter @USWNT