El más ganador de Japón quiere extender su dominio más allá de sus fronteras y le asestó 2 golpes con su cornamenta al “Ejército Rojo”, gracias al poder de gol brasileño.
Kashima Antlers superó 2-0 a Persépolis de Irán y puso en marcha su sueño continental de la mejor manera. Cuarta victoria al hilo en casa para los de Go Oiwa, que esta vez quieren jugar el Mundial de Clubes como justos reyes de Asia (en 2016 fueron los organizadores).
El Kashima Soccer Stadium en la “Isla de los Ciervos” tuvo a 35 mil almas que vivaron a un esperanzado equipo nipón. Enfrente un duro conjunto persa, que cosechaba 2 halagos en sus últimos 5 juegos continentales fuera de casa.
La primera emoción la trajo el visitante. Un centro desde la derecha le quedó en el corazón del área a Ali Alipour. El goleador se ató la servilleta al cuello y quiso disfrutar del plato del gol, pero su disparo se encontró con la humanidad de Jung Seung-Hyun. Reclamaron mano pero fue una espectacular salvada in extremis … con la cara.
Los visitantes volvieron a inquietar con un tiro libre desde la izquierda ejecutado por Ahmad Nourollahi. La bola se fue cerrando y describió una extraña parábola, hasta que el portero Kwuon Sun-Tae metió el manotazo salvador para enviarla por arriba del horizontal.
Kashima apenas pudo reaccionar con una volea de Yuma Suzuki dentro del área. Al joven delantero de 22 años le quedó un balón picando dentro de la 18 persa y sacó una media vuelta que se fue apenas desviada.
Un primer tiempo dominado por los nervios y la fricción. Demasiado despliegue físico y poco de fútbol, para 2 equipos que se comportaron como lo que eran: debutantes en una instancia decisiva.
En el complemento, el local se soltó un poco y comenzó a funcionar el circuito brasileño. Serginho aguantó una pelota dentro del área y vio que llegaba limpio Leo Silva. El oriundo de Maranhao abrió demasiado su pie derecho y la pelota se fue desviada.
Y dos minutos antes de la hora de partido, Kashima quebró el cero. Escalada de Shoma Doi por la derecha a toda velocidad y pase al medio para un Leo Silva que llega siempre. Enganche del brasileño para su pierna izquierda y tiro rasante que se metió junto la palo derecho del arco de Alireza Beiranvand.
A los 70´, el valor de no rendirse ante una segunda jugada dio sus frutos. Tras un tiro libre desde la derecha, el juego se trasladó de un lado a otro y la defensa iraní no podía terminar con el asedio nipón. La caprichosa picaba afuera del área y Kento Misao fue cerebral: en lugar de rematar, se la cedió a un Serginho que venía como un tren bala. El paulista cambió velocidad por calidad y acarició la redonda, para engañar al arquero y elevar la cuenta a 2.
El “Ejército Rojo” se tomó demasiado en serio la batalla y cometió un pecado de guerra en tiempo adicional. Siamak Nemati forcejeó en la izquierda de su defensa con Daigo Nishi y le dio un empujón en las narices del asistente. Segunda tarjeta amarilla y se pierde el partido de vuelta.
La revancha será en 7 días en el Azadi Stadium de la ciudad de Teherán, donde Persépolis lleva 16 encuentros por la Champions Asiática sin conocer la derrota.

Síntesis:
Kashima Antlers (2): Kwuon; Nishi, Jung, Shoji y Yamamoto; Doi, Misao, Leo Silva y Abe; Serginho y Sukuzi. DT: Go Oiwa.
Persépolis (0): Beiranvand; Khalilzadeh, Hosseini, Anzari y Mosleh; Nemati, Kamyabinia, Bonyan y Nourollahi; Alipour y Mensha. DT: Branko Ivankovic.
Árbitro: Ma Ning (China).
(Foto Principal: AFC Champions League TW)