Una estrella fugaz, un eclipse de luna, un trébol de cuatro hojas. Un gol olímpico. Hay que tener paciencia y mantener los ojos abiertos, porque son instantes que aparecen cada tanto. El Gigante de Arroyito fue testigo de uno de esos momentos mágicos: Ángel Di María, con un córner perfecto, dibujó en el aire la parábola que sentenció el 1-1 entre Rosario Central y Boca, por la novena fecha del Torneo Clausura 2025.
El equipo de Ariel Holan estaba en desventaja porque cuatro minutos antes, en un primer tiempo intenso pero cortado, Rodrigo Battaglia había puesto en ventaja al Xeneize de cabeza, repitiendo lo que ya había hecho ante Aldosivi. La respuesta no tardó en llegar, y esta vez fue con sello de crack: “Fideo” convirtió su segundo gol olímpico en la carrera, pero nunca con la estética y la precisión que mostró en su casa, en Rosario.
Fue un partido jugado al ritmo de campeones del mundo. Leandro Paredes manejó los hilos en Boca con la pelota bajo la suela, mientras Di María desbordaba de jerarquía cada vez que se hizo cargo de una pelota parada o un desborde. Los otros veinte acompañaron, y los que mejor lo hicieron fueron claves: Battaglia en el medio xeneize, Víctor Malcorra en la construcción auriazul.
Boca tuvo solidez en su zaga con Ayrton Costa y Di Lollo, aunque sufrió en el arco con la juventud de Leandro Brey, reemplazante del lesionado Marchesín, que se encandiló con el córner del gol. Central padeció la lesión de Alejo Véliz y buscó alternativas con Campaz y Komar, pero no logró quebrar otra vez.
Ambos equipos contaron con ocasiones: Central, más claro en el primer tiempo, con Malcorra y Campaz exigiendo a Brey; Boca, más suelto en el segundo, con Merentiel y un ingreso tardío de Milton Giménez. El empate terminó siendo justo en un choque parejo, intenso y jugado bajo la presión de un Gigante exultante, todavía encendido tras el triunfo clásico sobre Newell’s.
La noche tuvo un condimento especial: la vuelta de Miguel Ángel Russo al banco de Boca tras superar una infección urinaria. El DT recibió un homenaje en las tribunas con una bandera que rezaba “Gracias Miguel”, gesto que emocionó al entrenador que en 2023 dio una vuelta olímpica con Central en ese mismo estadio.
Al final, Boca cortó una racha de tres triunfos consecutivos, pero se mantiene firme en la pelea por la Copa Libertadores 2026. Central, que sigue invicto con Di María en cancha, disfruta de la magia de su ídolo y sostiene la ilusión en playoffs.
El empate supo a poco para ambos, pero dejó una certeza: en el cielo de Arroyito brilló una estrella llamada Ángel.
Imagen Destacada: Rosario Central.
Informe: Martina Gimenez

