San Lorenzo ya tiene tres refuerzos, pero aún no levantó las inhibiciones. Romagnoli prepara un equipo sin caras nuevas para jugar con Huracán. Con Vombergar adentró, se complicó lo de Mortadela Rodríguez.
El sábado San Lorenzo volverá a la actividad con un partido de peso, el clásico con Huracán. Si bien el Ciclón está en los octavos de la Copa Libertadores, en la Liga Profesional el andar es errático. Un punto sobre quince posibles obligan a levantar cabeza al Cuervo. Por eso, Leandro Romagnoli pidió refuerzos, que llegaron, pero que por ahora no pueden ser utilizados.
Matías Reali, Emanuel Tripichio y Andrés Vombergar son las caras nuevas con las que cuenta San Lorenzo. Los dos primeros fueron presentados oficialmente y firmaron contrato. La Bomba no, pero ya se entrena bajo las órdenes de Leandro Romagnoli. El regreso de Vombergar sorprendió a todos. En un momento, desde e entorno del jugador se escuchó la negativa al regreso. Pero se llegó a un acuerdo y el delantero arribará a préstamo por un año
Algunos de los refuerzos por los que tanto insistió el DT, ya están. Aunque hay otro gran problema que la dirigencia del CASLA debe resolver: el de las inhibiciones. El club de Boedo adeuda aproximadamente 2.600.000 millones dólares por cinco caso diferentes. Incluso la FIFA sumó un nuevo importe, de 250.000 mil dólares, por un reclamo de Cristian Zapata, aunque en este caso, recién se contabilizará para el próximo mercado de pases.
Con este panorama, si San Lorenzo no abona los 2.600.000 de dólares hoy, Romagnoli no podra usar los refuerzos el sábado. El Pipí es consciente de esta situación y, por esta razón, paró un once sin caras nuevas en el entrenamiento de ayer. Facundo Altamirano; Nahuel Arias, Jhohan Romaña, Gastón Campi, Malcom Braida; Elián Irala, Eric Remedi; Iván Leguizamón, Nahuel Barrios, Alexis Cuello; y Cristian Tarragona son los que se perfilan para enfrentar al Globo.
En tanto que la llegada de Santiago Rodríguez entro en un impasse, cuando desde el Azulgrana, el fin de semana, lo daban por hecho. El goleador de Instituto era una de las alternativas para reemplazar a Adam Bareiro, pero surgieron diferencias en la forma de pago. Mientras que desde el conjunto cordobés lo dan por caído, en el Cuervo hay esperanzas de reflotarlo. Aunque la atención ahora está puesta en levantar las inhibiciones.
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