A horas del duelo con Palmeiras para cerrar el grupo F de la Copa Libertadores, Almirón ratificó sus ganas de seguir al frente del Ciclón. “Lo de llegar a Buenos Aires e irme no lo pensé”, expresó.
Jorge Almirón está en el centro de la escena. La eliminación a manos de Argentinos de la Copa de la Superliga y la posterior reacción de la gente puso en duda su continuidad al frente de San Lorenzo. Y a pesar de estar clasificado para los octavos de final de la Copa Libertadores…
Su llegada generó entusiasmo en el público Azulgrana. Pero Almirón nunca consiguió que se vea su mano en el equipo. San Lorenzo juega mal, no tiene peso ofensivo y los resultados deportivos no son los esperados. Por eso se hablo mucho de una reunión del entrenador de el Cuervo con la dirigencia a la vuelta de Brasil, de las repercusiones que se generaron sus declaraciones el domingo (“hay que jerarquizar el plantel”) y de la relación del DT con el plantel del CASLA.
Ayer Almirón hablo y expresó que “entiendo que los resultados mandan y a veces es mucho más fácil cortar por lo más delgado por una cuestión también de imagen. No hablo de este caso, en el fútbol es así. He estado con gente que tiene una visión mucha más amplia de todo, ve las cosas positivas y las cosas que se pueden mejorar. Pero no depende de mí, hay que ver los directivos a dónde apunta. Si me toca no estar más ojalá sea un gran entrenador el que traigan. Yo estoy preparado para seguir y ojalá que estemos todos en la misma línea para hacer algo importante”.
El DT remarcó que “lo de llegar a Buenos Aires e irme no lo pensé. Es un año político también, hay muchas cosas que se pueden meter en el camino. No es mi estilo, primero tengo que hablar con la gente que me contrató”, y agregó que “uno está trabajando el día a día y quiere seguir porque estamos en la mitad del proceso. Hay muchas cosas que se han mejorado, pero hay que ver a dónde apuntan los directos que son los que toman decisiones. El equipo tiene una idea, pero falta esos jugadores que te marcan la diferencia, ésa es la jerarquía que yo hablo, no quejándome o echándole la culpa a los jugadores. Más en un equipo que los resultados no se dan”,
Sobre la posibilidad de que tome la decisión de irse sino llegan esos jugadores de jerarquía de los que hablo el domingo, el ex DT de Lanús comentó que “son conjeturas, no puedo hablar de supuestos. Nos sentaremos, charlaremos… pero ellos también lo saben. Estos directivos ganaron ya la Copa Libertadores, y saben que para poder ganarla lleva tiempo. No se armó un equipo y la ganó. Viene de un proceso. Armar un equipo competitivo lleva tiempo”.
Sobre la relación con los jugadores manifestó que “si ellos están molestos no lo manifiestan o por lo menos no lo noto en la intensidad de los entrenamientos. Fastidio, cara larga o confrontación lo hago desde el primer día. Respeto a todos y lo hice siempre. Cuando tengo que confrontar, lo digo porque es parte del trabajo del entrenador, pero no cambio mi forma de ser cuando gano o pierdo. Si confronto lo hago hacia adentro, pero es para que el equipo mejore y seguir creciendo ”.
Y para cerrar se refirió a cómo puede impactar que sea un año de elecciones en el Azulgrana: “Es un año político. Entonces, hay mucha gente que quiere destruir. Es normal. Hay elecciones, hay muchas cosas detrás. No lo sé… pero uno lo puede llegar a pensar. Es difícil porque los jugadores lo sienten también, lo vienen sufriendo desde hace rato y creo que en este momento la gente de San Lorenzo debería sumar, más allá de quién sea el entrenador. Estando aquí adentro veo cómo lo va sufriendo el equipo. Tendría que apoyar, los equipos grandes también han pasado por momentos difíciles”.
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