La nueva generación de futbolístas necesitará involucrarse mucho más en su formación y crecimiento si desea llegar ser un verdadero profesional en este deporte cada vez mas competitivo a nivel mundial.
Con sólo tener talento ya no alcanza para dedicarse a esta profesión de privilegio. Todo jugador, desde sus comienzos, deberá autogestionar su carrera, necesitará planificar sus acciones, trabajará para descubrir sus puntos fuertes y débiles, no solo en lo futbolístico sino también a nivel emocional.
No podrá alcanzar la perfección en todas las áreas del juego, pero sí se esforzará para llegar a ser la mejor versión de sí mismo, deberá liderar y gestionar integralmente su carrera deportiva, no delegará ésta en manos de terceros. Como cualquier empresario que quiere ser competitivo y desea ocupar un puesto en el mercado, trabajará día a día en el desarrollo de una ventaja competitiva en su juego que lo distinga de los demás en su mismo puesto. Sabrá que su jornada de trabajo no se limita a las horas de entrenamiento básico sino que continuará con el descanso, la nutrición y la perfección de alguna cualidad necesaria de su puesto.
El jugador debe pensarse a sí mismo, visualizarse en el mejor de sus momentos y planificar todas aquellas acciones que lo llevarán a convertirse en un jugador más completo.
El jugador deberá profesionalizarse en todos sus aspectos: social, deportivo y comunicacional, para alcanzar la excelencia que requiere este juego en el mundo.
Además necesitará ser su propio animador. Será imprescindible incrementar al máximo su nivel de confianza, optimismo y sobre todo su deseo de triunfar. ¿Yo empresario? Sí, con esta nueva mentalidad deberá defender su sueño, si es que en verdad desea que su carrera sea todo un éxito.
Fotos: Gentileza de Marcela Luna
