Y una tarde, volvió el Fortín. Aquel que solíamos ver los últimos años, luchando en la élite del futbol argentino. Aunque esa rica historia contemporánea parecía muy distante, en el comienzo de la tarde lluviosa de Liniers. La urgencia y la necesidad imperiosa de puntos parecían impostergables e ineludibles. Y fue así que asomó el sol, casi como una premonición para los dirigidos por Omar De Felippe.
Desde el comienzo se vio un Vélez distinto, desde el orden táctico y la ambición futbolística. Fue asi durante gran parte del primer tiempo, donde Colón no inquietó en el aspecto ofensivo, más allá de algunas aproximaciones sin riesgo. Sólo la amarilla a Fabián Cubero condicionó la zona defensiva de Vélez, que mantuvo siempre el orden en todas las líneas. Pero el fútbol poco entiende de lógicas y casi en el segundo minuto de descuento, el lateral del sabalero Iván Torres, clavó un zurdazo de otro partido, ante la mirada pasiva de Assmann, que nada pudo hacer. De esa manera, culminó el primer tiempo, donde la eficacia del conjunto de Paolo Montero marcó la única diferencia en el marcador.
En la segunda etapa, pudimos observar lo mejor del Fortín en lo que va del torneo. Fue así como a los 8 minutos, después de una gran jugada entre Caire y Zabala por la banda derecha, Hernán Barcos conectó un cabezazo, tras un gran centro del ex Sarmiento que venció la valla de Broun, quien poseía hasta entonces una racha importante sin goles en su contra.
A partir del empate, fue todo de Vélez, quien busco la victoria con ciertas imprecisiones en los últimos metros, pero con la clara ambición de conseguir los tres puntos en casa.
A diez del final, cuando el partido parecía encaminado hacia un empate inminente, apareció el ingresado Alvarenga, a través de un centro que derivó en los pies de Zabala, para marcar un verdadero golazo tras un remate de volea al palo derecho del arquero.
Los instantes finales fue sólo “aguantar los trapos”, aunque el volante uruguayo del Fortín, lo tuvo nuevamente con un buen cabezazo, despejado sobre la línea por Germán Conti. El Sabalero quemó todas las naves y lo fue a buscar, con más voluntad que futbol. Así llegó su gran oportunidad, tras un contraataque a plena velocidad, que dejó mano a mano al delantero santafesino con Assmann, quien tapó el remate de manera brillante para cerrar definitivamente un triunfo muy importante, en esta nueva etapa con Omar de Felippe a la cabeza.
El conjunto de Liniers mostró otra cara, y consiguió su segunda victoria en el torneo, alejándose de la tabla tan temida de los promedios. La solidez defensiva, la importancia de Hernán Barcos en los últimos metros y la excelente actuación de Caire y Zabala sobre la franja derecha, fueron los pilares que permitieron un gran desahogo en Liniers.
En tanto, Colón sumo su primera derrota en el torneo, tras un buen comienzo del mismo.
excelente cronica!