Los “Colchoneros” se llevaron un empate y un gol en su visita a la capital británica, para soñar con el pase a la quinta final europea en los últimos 9 años. Marsella fue efectivo y ordenado, y también tiene pedal como para ilusionarse con una definición continental tras 14 años.
Arsenal y Atlético Madrid igualaron 1-1 en el Emirates Stadium, en el partido de ida por una de las semifinales de la Europa League. Quizás haya sido el último encuentro europeo como local de Arsene Wenger en el banquillo de los “Gunners”, que desean despedir a su maestro con gloria y loor continental.
Apenas 6 minutos le tomó al anfitrión llevar peligro a la portería visitante. Linda bola cruzada de Danny Welbeck desde la izquierda para una volea algo mordida de Alexandre Lacazette. Le faltó suerte al galo, cuyo remate besó el vertical sin que Jan Oblak pudiese reaccionar.
Segundos más tarde el arquero esloveno sí hizo honor a su apellido. Es que literalmente le bajo la persiana a un estupendo cabezazo a quemarropa de Lacazette con una atajada descomunal.
Los ingleses crecían en juego y confianza, mientras que el “Aleti” no se despertaba y extrañamente carecía de su orden habitual. Para colmo de males, llegó el caos en el visitante cuando Sime Vrsaljko tan sólo en 10 minutos vio 2 veces la tarjeta amarilla y dejó a su equipo con uno menos (hasta Simeone protestó de manera airada y también se fue expulsado).
A los 20´ zozobró la armada española con una linda combinación entre Jack Wilshere y Danny Welbeck, que terminó con un remate del ex Manchester United que fue resuelto a puro reflejo de Oblak, con su pie izquierdo.
Los “Gunners” honraban a su apodo y todos se animaban a disparar munición gruesa. Incluso hasta los del fondo, con sendas apariciones de Laurent Koscielny y de Nacho Monreal, que terminaron con remates desviados.
“Aleti” salió del asedio con un arresto individual de Antoine Griezmann. El galo encontró una pelota suelta en la puerta del área y disparó de aire, pero David Ospina estuvo muy atento y controló la situación.
Y casi patea el tablero con una jugada de antología de Thomas Teye Partey. El ghanés ensayó un slalom maradoniano y dejó en el camino a cuanto rival se le cruzó. Soltó justo la pelota para Griezmann y el francés sacó un fierrazo de zurda, pero le salió muy al medio y Ospina salvó de manera providencial.
Sobre el final del primer capítulo, Kevin Gameiro habilitó a Ángel Correa sobre la izquierda y el ex San Lorenzo de Almagro se las ingenió para generar riesgo. Enganche ante la marca de un defensa y derechazo que salió apenas alto.
En el complemento, la intensidad bajó un poco y los “Colchoneros” comenzaron a sentir el desgaste por jugar con uno menos. Arsenal no inclinó la cancha con el mismo vértigo de la etapa inicial, pero cada incursión en territorio ibérico venía con esa sensación que en cualquier momento se quebraba el cero.
Y recién a la hora de partido se escuchó el primer cañonazo, tan potente como el ceremonial de Cuba. Con más tozudez que fútbol, los “Gunners” construyeron su gol desde la izquierda. Exitosa presión de Monreal y Wilshere y toque al medio para Aaron Ramsey. El galés buscó el desborde de Jack, quien mandó un centro cargado de esperanza, para que de una buena vez gritase “¡Stop the monster!”. Por el segundo palo ingresó Lacazette y la tercera fue la vencida: salto para ganarle a Lucas Hernández y cabezazo de pique al suelo para batir a Oblak.
Ventaja en el marcador y el manojo de nervios que aflojaba. Solamente había que serenarse y dejar que el reloj hiciera su parte. Pero hay otro factor fundamental a tener en cuenta y en eso falló Arsenal: no sostuvo la concentración.
A 9 minutos del final, una largo pelotazo del uruguayo José María Giménez tuvo como destino la soledad de Griezmann. El francés aprovechó un resbalón de su compatriota Koscielny a la hora de marcar y se llevó la redonda para enfrentar a Ospina. Tapada del colombiano en primera instancia y rebote hacia un costado. Antoine tenia que acertarle al arco mientras cerraba en la línea Monreal. Pero tampoco pudo hacer pie el defensor español y Griezmann infló la red local para el inesperado gol del Atlético.
El corolario de la mala suerte inglesa fue un cabezazo de Ramsey tras un centro de Lacazette, que Oblak sacó al tiro de esquina con una parada crucial. Casi se muere un famoso con semejante atajada.
Fuera de casa, con uno menos y superado por el rival… si le decían a Simeone que bajo estas condiciones se llevaba un empate a 1, la firma de “Cholo” ni se hacía esperar.
Olympique de Marsella derrotó 2-0 a Salzburgo en el Vélodrome y sacó una buena ventaja en su carrera ciclística hacia la final. En los momentos justos golpearon los de Rudi García, ante un equipo que supo ser la piedra en el zapato de cualquier adversario en la presente competición.
Los galos tuvieron su cuarto de hora y desbloquearon el marcador a los 14´, gracias a un balón detenido. Centro desde la izquierda por parte de Dimitri Payet y pésimo error de cálculo del arquero Alexander Walke en la salida. Florent Thauvin dijo que sí con la cabeza y estableció el 1-0 parcial.
Poco y nada por parte de los austriacos, que no acompañaron en el ataque a Munas Dabour, un verdadero llanero solitario. Así y todo, el israelí se las ingenió para generar una situación clara de gol, que derivó en la polémica de la noche: una clara falta sobre Dabour dentro del área que el árbitro escocés Collum no sancionó con la pena máxima.
Como si tuviese la bola de cristal, Rudi García mandó a la cancha a Clinton N´Jie en lugar de Maxime Lopez, y 2 minutos más tarde llegó el segundo gol marsellés.
A los 62´, N´Jie aguantó con el pecho un bochazo desde el fondo y buscó por la izquierda a Payet. El ex West Ham United fue un paciente inglés, ya que esperó por la llegada del propio N´Jie. Hermoso pase filtrado para la entrada del camerunés, quien definió con frialdad y elevó la cuenta a 2.
No ligó el visitante en la más clara que tuvo para el descuento. A 12 del final, un centro cruzado de Andreas Ulmer tuvo un anticipo ofensivo de Fredrik Gulbrandsen, pero la caprichosa fue literal porque se estrelló en el poste.
Cuarta victoria al hilo para el OM, que tiene todo a su favor para obsequiarle al fútbol francés ese título europeo que es esquivo desde 1996 (PSG se quedó con la Recopa de Europa ante Rapid Viena).
(Foto Principal: mirror.co.uk)
