Les alcanzaba con no perder pero tanto germanos como ingleses ganaron sus respectivos compromisos y estarán en la Copa del Mundo. Los polacos jugaron al tenis en Yerevan y tienen un pie y medio en Rusia. Escocia fue más guerrero que William Wallace y sueña con un lugar en el play-off.
Alemania superó 3-1 a Irlanda del Norte en Belfast y sacó pasaje mundialista con autoridad. Sólida performance para el campeón del mundo, que se reinventa en cuanto a nombres pero que mantiene el espíritu ganador y la jerarquía de siempre.
Un equipo B se alzó con la Copa Confederaciones y ese banco de pruebas ya avizora una camada de jugadores que ensamblan a la perfección en el funcionamiento de siempre, ese que prioriza a un equipo por sobre la suma de estrellas individuales.
Apenas 2 minutos le tomó a “Die Mannschaft” ponerse en ventaja, con un impacto fulminante de Sebastian Rudy. Quedó boyando una pelota afuera del área y el volante del Bayern sacó un misil teledirigido que se coló en el ángulo superior izquierdo de la valla defendida por Michael McGovern.
Sandro Wagner estuvo a punto de aumentar la diferencia a los 18´ con un cabezazo tras centro de Joshua Kimmich, pero la pelota fue devuelta por el poste. Sin embargo, 3 minutos más tarde, el delantero del Hoffenheim tuvo su revancha.
El reloj marcaba 21 minutos y Wagner recibió un balón unos metros afuera de la 18. Buscó su perfil izquierdo y sacó un zurdazo más hermoso que las Valquirias, que infló la red británica y elevó la cuenta a 2.
La hegemonía germana era abrumadora y Thomas Müller metió un cabezazo con destino de gol, que tuvo una colosal atajada de McGovern. Pero el tercero se caía de maduro y llegó a 4 minutos del epílogo.
Bola cruzada desde la izquierda por parte de Marvin Plattenhardt y un despeje a medias de Johnny Evans. Por el segundo palo apareció Joshua Kimmich, quien metió una volea llena de confianza y puso las cosas 3-0.
Los locales al menos tuvieron el tanto del honor en tiempo adicional y no podía ser de otra manera que a balón detenido. Tiro de esquina de Chris Burnt para la cabeza de Gareth McAuley, quien metió la pelota en el área chica. Por la misma vía, Josh Magennis levantó a su gente y selló el 1-3 definitivo.
República Checa derrotó 2-1 a Azerbaiján en Bakú y cortó la sequía de 3 juegos sin victorias. Mostraron un poco más de orgullo los entrenados por Karel Jarolim, que treparon al tercer puesto aunque sin chances de nada.
Jan Kopic adelantó a los visitantes en el minuto 35 y Afran Ismayilov estableció la paridad a los 55´, mediante un tiro penal. Pero a los 66´, Antonin Barak le devolvió la ventaja a los checos para equilibrar la balanza en una eliminatoria mediocre: 3 éxitos, 3 igualdades y 3 caídas.
Noruega no tuvo piedad con San Marino y lo aplastó 8-0 en Serravalle. Muy lejos quedó la generación dorada de esos vikingos que jugaron 2 mundiales y 1 Euro, pero de a poco los nórdicos buscan afianzar una camada de jóvenes que tal vez en unos años puedan devolverle la esperanza perdida de protagonismo.
Triplete de Mohamed Elyounoussi (40´, 48´ y 68´), Joshua King por duplicado (14´ y 17´, el primero de penal) y los restantes goles de Markus Henriksen (8´), Ole Kristian Selnaes (59´) y Martin Linnes (87´) fueron demasiado para un seleccionado sanmarinense que suma 63 derrotas (y apenas 2 empates) en 65 partidos de fases de clasificación para una Copa del Mundo.
Inglaterra le ganó con el último suspiro 1-0 a Eslovenia y aseguró su boleto mundialista. En Wembley, apenas un empate le bastaba a los “Tres Leones” para confirmar su cita en Rusia y el merecido triunfo llegó en el cuarto minuto de adición.
Los comandados por Gareth Southgate hicieron todo para ganar y el alivio vino en el epílogo, cuando el empate sin goles parecía inamovible. A los 94´. Kyle Walker escaló por la banda derecha y metió una de esas bolas cruzadas que dejan al arquero a mitad de camino y a la defensa lejos de reaccionar. Harry Kane confirmó su gran presente y con un anticipo ofensivo toco justito para descolocar al arquero Jan Oblak. La reacción desesperada del portero del “Aleti” le puso más dramatismo a una pelota que traspasó la línea de gol en cámara lenta y levantó a la Catedral del Fútbol con el preciado grito de “¡Yes!”.
Desde la hecatombe que significó no asistir a Estados Unidos 1994 (una sorprendente Noruega la dejó afuera junto con Holanda), Inglaterra no volvió a faltar a una Copa del Mundo. El tercer puesto en Italia 1990 fue la actuación menos sospechosa de su historia que realmente lo mostró como un seleccionado protagonista. Desde entonces han sido más los sinsabores que las alegrías para los que han sido presentados como los inventores del fútbol… pero que todavía tienen mucho por aprender.
Escocia doblegó 1-0 a Eslovaquia sobre la hora y todavía confía en clasificar para la repesca. El Hampden Park de Glasgow fue un verdadero manojo de nervios porque los “Tartan Terriers” pasaron de quedar eliminados a tener chance reales de jugar el play-off. No quedaba otra opción que sumar de a 3 y el grito sagrado cayó a un minuto del final.
Los eslovacos se quedaron con uno menos desde el minuto 23 porque Robert Mak vio 2 veces la tarjeta amarilla (estaba amonestado y simuló un penal de forma muy grosera). Se le hizo cuesta arriba el partido al seleccionado de Europa del este y su resistencia finalmente se quebró en el minuto 89.
El aviso llegó a los 71´, con un magnífico tiro libre ejecutado por Leigh Griffiths que rebotó en el horizontal. Pero la explosión de júbilo llegó con una escalada de Ikechi Anya por izquierda y un centro para la llegada de Chris Martin. Hubo complicidad con Martin Skrtel en el cierre y la ficha indica que fue un gol en contra. Suficiente para que Escocia pueda brindar en las rocas e ilusionarse con el regreso a un torneo mayor luego de 20 años.
En Ta´Qali – y solo para cumplir – Malta y Lituania empataron 1-1. Se esperaba algo más de los bálticos en estas eliminatorias pero han completado una pésima participación, apenas con un previsible triunfo sobre los mediterráneos en casa.
Andrei Agius adelantó a los malteses a los 23´ y consiguió así su noveno tanto con la camiseta de su país. Pero Vykintas Slivka estableció la paridad en el minuto 53 y el reparto de puntos fue definitivo.
Polonia apabulló 6-1 a Armenia en Yerevan y está a un paso de quedarse con la plaza directa hacia Rusia. Noche soñada (y van) para Robert Lewandowski, autor de un triplete que le permitió posicionarse como el máximo artillero histórico de la Selección “Blanquirroja”.
Kamil Grosicki abrió la cuenta a los 2´ y Lewandowski hizo su aparición al facturar por duplicado (18´ y 25´). Hovhannes Hambardzumyan achicó la diferencia para los locales a los 39´ y así se fueron al descanso.
Polonia metió el pie en el acelerador en la etapa final y completó la media docena, cortesía de Jakub Blaszczykowski (58´), otra vez Lewandowski (64´) y Rafal Wolski (89´).
Dinamarca tiene todo lo que ella quiere porque se impuso 1-0 a Montenegro como visitante y se aseguró al menos el play-off. Se convirtió en una “Nación Feliz” el conjunto que dirige el noruego Age Hareide porque consiguió su cuarta victoria en fila y quedó a 3 puntos del líder Polonia.
La excelsa pegada de Christian Eriksen en el minuto 16 fue fundamental para sacudir la red del arco custodiado por Danijel Petkovic. Un zurdazo desde la puerta del área significó el único grito del encuentro, que echó por tierra las ilusiones del seleccionado de la ex Yugoslavia.
Sin chances de nada, salvo las de conservar el honor, Rumania venció 3-1 a Kazajistán y obtuvo su segundo éxito en fila jugando como local. Debut con alegría para el entrenador Cosmin Contra, que tendrá la complicada misión de reconstruir el fútbol rumano, que no participa en una Copa del Mundo desde 1998.
Doblete de Constantin Budescu (33´ y 38´, el segundo de penal) y el restante gol de Claudiu Keseru (73´) imprimieron sus nombres en la pizarra del gol. Bayurzhan Turysbek maquilló la inevitable caída de los kazajos a 8 minutos del cierre.
(Foto Principal: Polideportivo84)
