Un postrero tanto de Foden enderezó la nave de Guardiola, ante un rival que se la hizo bien difícil. Fin de la racha de imbatibilidad para Ederson Moraes, que estuvo 700 minutos con su arco en cero.
Le costó demasiado pero pudo sonreír sobre el final. En el Etihad (antes del dinero árabe, Maine Road), Manchester City derrotó 2-1 a Borussia Dortmund en el encuentro de ida por los cuartos de final de la UEFA Champions League.
En la fase anterior los “Cityzens” se habían cargado al hermano menor de la región de Renania del Norte-Westfalia, con un convincente 4-0 en el marcador global. Por su parte, Dortmund se deshizo de Sevilla, especialista en el estanque de la Europa League pero que en las aguas abiertas de la UCL no pudo salir a flote.
Con la Premier League casi en el bolsillo, es ahora o nunca para los de Pep Guardiola el esperado salto de calidad más allá de las fronteras. El gran momento de Ilkay Gündogan y la siempre vigente simpleza y elegancia de Kevin De Bruyne, hacen del conjunto ciudadano uno de los candidatos a levantar la orejona.
Distinta realidad para Die Schwarzgelben, que permanecen en el quinto peldaño de la escalera alemana y hasta peligra su participación en la próxima UCL.
El duelo fue cerrado y con más estudio que intenciones. Hasta que un error desbloqueó el resultado y allí todo análisis queda fuera de contexto. A los 19´, Riyad Mahrez interceptó en su propio campo un pase de Emre Can y encabezó la réplica. Toque para Kevin De Bruyne y el belga volcó el juego hacia la izquierda, para un Phil Foden que metió un centro rasante muy pasado. Mahrez apareció en el otro costado y se esforzó por alcanzar una pelota que venía complicada. Centro atrás del argelino y oportuna llegada de De Bruyne para el 1-0 parcial.
Erling Braut Haaland era una amenaza permanente pero fue controlado en los últimos metros por una defensa que se las ingenió para no regalarle siquiera un centímetro. Correcta labor tanto de John Stones como de Rubén Días ante un artillero noruego que decidió patear el tablero en los instantes finales.
Es que Haaland supo que si hacía lo mismo que Lukaku en el Inter, algún compañero podría romper los esquemas y la idea de tirarse unos metros atrás y pivotear, dio resultado. A los 84´, el noruego se vistió de pasador con una perfecta bola para Marco Reus, quien escapó al control de la defensa y al fin pudo vencer al imbatible de Ederson con un disparo cruzado. Grito fuera de casa que vale doble en este tipo de contiendas.
Pero lo importante es ganar, aunque sea por una mínima luz y pisar suelo germano con un empate no es lo mismo que con un éxito sobre la hora. Los “Cityzens” no se amedrentaron e inclinaron la balanza a su favor con otra delicia de jugada en conjunto.
Minuto 90 y De Bruyne con la zurda se mandó un pase excepcional para la escalada de Gündogan. El hijo pródigo germano la bajó como los que saben y se la cedió a Phil Foden, que sacudió la red visitante y selló el tardío 2-1.
Golpe anímico importante para Manchester City, que no pudo dominar a su adversario y refregarle en la cara el manual de la posesión, pero que sí consiguió asestarle un golpe al corazón. Porque esta clase de partidos demuestran carácter y a veces cuando el fútbol no aparece, el amor propio juega su papel fundamental.
Borussia Dortmund casi se lleva el premio exagerado con muy poco. En la revancha tendrá la responsabilidad de revertir el resultado y tiene sus armas nobles para conseguirlo. Los goles de Haaland se necesitan más que nunca, al menos para “quedarse en estos caminos”.
Síntesis:
Manchester City (2): Ederson; Walker, Stones, Días y Joao Cancelo; Mahrez, Rodri, Gündogan, Foden y De Bruyne; Bernardo Silva (Gabriel Jesús). DT: Josep Guardiola.
Borussia Dortmund (1): Hitz; Morey (Meunier), Akanji, Hummels y Raphael Guerreiro; Bellingham, Can y Dahoud (Delaney); Knauff (Reyna), Haaland y Reus. DT: Edin Terzic.
Goles: De Bruyne (19´) y Foden (90´) (MCI); Reus (84´) (DOR)
Árbitro: Ovidiu Hategan
(Foto Principal: @ChampionsLeague)
