El Mundial Sub17 se jugará por cuarta vez en Sudamérica y el local tiene la ilusión de levantar el trofeo. Nigeria es el candidato de siempre y la Argentina sueña con la única copa que falta en las vitrinas del fútbol masculino.
La XVIII edición de la Copa Mundial Juvenil Sub17 comenzará hoy y tendrá su clausura el 17 de noviembre. Brasil se quedó con la organización luego que la FIFA decidiera retirarle el privilegio a Perú, país designado como anfitrión en un principio. Sucede que una serie de inspecciones realizadas por el máximo organismo del fútbol mundial determinaron que las obras previstas no iban a cumplirse en tiempo y forma. Es por eso que se cambió de sede pero se primó el derecho sudamericano de albergar el certamen, por lo que Brasil rápidamente se ofreció para el evento.
Apenas 3 ciudades fueron elegidas como sedes y la idea era alejarse un poco de las grandes urbes como San Pablo o Río de Janeiro. Por lo tanto Gama, Goiania y Cariacica respirarán fútbol juvenil durante 22 días.
La disputa del campeonato es la misma que se implementó en el Mundial de mayores de 1986 a 1994: 24 equipos divididos en 6 zonas de 4, donde pasan a los octavos de final los 2 primeros + los 4 mejores terceros. Aquí están, estos son … los grupos de la Copa del Mundo Juvenil:
Brasil quiere emular a México en 2011 y sacar provecho como organizador: en las 17 ediciones anteriores el único anfitrión que pudo quedarse con el título fue el “Tri”, que venció a Uruguay 2-0 en la final.
Nigeria es el que más trofeos tiene en su palmarés, con 5 conquistas. Brasil posee 3 y con 2 lo siguen Ghana y México. Solamente una vez alcanzaron la gloria Rusia, Arabia Saudita, Francia, Suiza e Inglaterra.
Argentina pudo colgarse la medalla de bronce en 2 ocasiones. En Italia 1991 cayó ante España en semifinales pero tuvo su bálsamo al vencer a Qatar por el tercer puesto (empate a 1 y victoria 4-1 en la definición por penales). En Finlandia 2003 nuevamente los ibéricos privaron a la “Albiceleste” de jugar por el título, aunque sí pudieron subirse al podio otra vez gracias a los penales (5-4 sobre Colombia luego de igualar 1-1).
El suelo sudamericano no es apto para europeos, porque quienes gritaron campeones fueron seleccionados de otras confederaciones y los del “Viejo Continente” ni siquiera llegaron a la final. Ghana celebró en Ecuador 1995 (3-2 a Brasil), México hizo lo propio en Perú 2005 (3-0 al “Scratch”) y Nigeria salió airosa en el duelo africano de Chile 2015 (2-0 sobre Mali).
Hace un poco más de 6 años, un tal Jorge Bergoglio era elegido como el Sumo Pontífice número 266 de la Iglesia Católica. En su visita a Brasil, dedicó en su homilía unas palabras para los jóvenes: –“Espero lío. Aquí en Río de Janeiro sé que va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga fuera. Quiero que la Iglesia, las parroquias, los colegios salgan a la calle”. Ojalá que ese lío se traduzca en diversión, en animarse a romper con los esquemas, en disfrutar del espíritu deportivo y en mostrale al mundo que el idioma universal del fútbol aún está lleno de pureza.
Porque estos chicos serán el futuro y Brasil la gran vidriera para forjar carácter y amor por la pelota. Que haya lío dentro del campo de juego y paz en las tribunas. Que América Latina se olvide aunque por un breve tiempo de sus penurias. Y que el grito de gol hermane a un continente que necesita imperiosamente una caricia al alma.
(Foto Principal: Depor – Perú)