Aldosivi sufrió otro golpe duro en esta Superliga. Fue ámpliamente superado por Rosario Central por 5-1, recibió ocho goles en dos fechas (antes perdió por 3-0 con Gimnasia en Mar del Plata), no gana hace cuatro (estas fueron todas derrotas) y no muestra signos de mejoría.
Primero se intentó rearmar prácticamente un plantel nuevo a inicios de temporada, hubo algunas inclusiones de inferiores pero estas fueron las menos y se desarmó la columna vertebral del equipo con la no continuidad de Emiliano Amor, Dardo Miloc, Matías Pisano y Cristian Chávez. El primero de los mencionados tenía, según su representante, sueños de Europa y por tal motivo y porque supuestamente Vélez no lo prestaría, sino que lo vendería, no siguió y finalizó en San Martín de Tucumán jugando la Primera Nacional.
Dardo Miloc fue una cuestión exclusivamente económica. El jugador estaba a gusto en Mar del Plata pero según aseguró en su momento, la brecha entre lo que pretendía ganar y lo que le ofrecía el club era considerable, siguió su carrera en Patronato; Matías Pisano era otro de los nombres con los que el por entonces técnico, Gustavo Álvarez, quería seguir contando, pero no pudieron competir con la oferta del América de Cali de Colombia.
El caso de Cristian Chávez fue quizás el que hizo más ruido. El delantero sabía de su gran momento tras haber formado parte del plantel que logró la mejor campaña en Primera División y quiso pegar un salto de calidad; estuvo un mes a punto de ir a Rosario Central, pero en dos días se lo llevó Independiente de Avellaneda, donde no logró la participación deseada y ahora suena en Mar del Plata para el próximo mercado.
Otra cosa extraña fue la continuidad de Alan Ruiz, un jugador que el campeonato pasado prácticamente no jugó y que cuando lo hizo no demostró gran nivel fue nuevamente llamado desde Aldosivi y en este torneo, salvo algunos goles, sigue pendiente la muestra de juego que adeuda. La estrella de las incorporaciones tuvo nombre por todos sus antecedentes, Román Martínez; pero el ex San Lorenzo de Almagro y Estudiantes de La Plata tuvo una participación casi displiscente además de que el tema físico fue algo que le quitó la consideración varias fechas.
Gonzalo Verón llegó con otra expectativa a La Feliz, marcó algunos goles pero el nivel general de Aldosivi en materia ofensiva fue siempre bajo. Igualmente la principal debilidad es el área defensiva, recibió 25 goles en 14 encuentros hasta el momento.
- Cambio de técnico, fue peor la cura que la enfermedad
Tras haber perdido como local ante Unión de Santa Fe por 2-1 (fecha 8), Álvarez decidió renunciar a su cargo porque no contaba con la fortaleza anímica ni veía que el equipo respondiera. La fecha siguiente estuvo de forma interina Fabio Radaelli (coordinador de divisiones inferiores) y cayó con Racing Club en Avellaneda por 2-0.
Llegó Ángel Guillermo Hoyos y lejos de lo que esperaba la comisión directiva que lo eligió, la situación empeoró y la crisis futbolística se acentuó fecha a fecha. Su debut fue ante Defensa y Justicia por la fecha diez y se impuso en casa por 1-0, había aroma de renovación; pero se esfumó con el viento. Después perdió los restantes cuatro compromisos, su equipo marcó cinco goles con un aceptable desempeño de Federico Andrada en la delantera, pero recibió 11.
Ahora se le viene Independiente de Avellaneda y el Tiburón está obligado a ganar. Por la situación que atraviesa, a esta altura ya hasta el empate ante un rival en levantada es malo, más aún jugando de local. El hincha no está contento con el técnico que deberá cuanto antes revertir el duro presente y demostrar por qué hoy está él; sino el famoso “proyecto” quedará en la nada y podría el club estar buscando un eventual tercer entrenador en una misma temporada.
Aldosivi tiene una ventaja que debe comenzar a aprovechar, divide distinto, pero para eso hay que ganar. Pase lo que pase en estas dos fechas previas al parate futbolístico, habrá que trabajar muy a fondo lo psicológico y adentrarse de lleno en el próximo mercado de pases. Aún está a tiempo.
Foto: Marca Deportiva
