El ídolo Xeneize vive un gran presente. Pleno físicamente, protagonista y goleador, en él se sostienen parte de las ilusiones azul y oro para la Libertadores. El Apache busca revancha después de un 2019 para el olvido.
“Tiene que ser el abanderado del equipo”, manifestó Gustavo Alfaro pocos días después de asumir como DT de Boca. Se refería a Carlos Tevez, allá por enero de 2019 y con la herida por la final perdida en Madrid muy latente aún. El Xeneize empezaba una dura reconstrucción y para el ex entrenador de Huracán, Tevez era una base fundamental para su proyecto.
Finalmente la realidad no se equiparó con las palabras. Alfaro relegó a Tevez a un segundo plano e incluso no lo puso en el clásico contra River por la Superliga, lo que el Apache consideró como “una falta de respeto”. Lo que pasó después es historia conocida: elecciones, cambio dirigencial en Boca y cambio de cuerpo técnico.
Seguramente Alfaro no pudo sacar lo mejor del Apache, pero también el ídolo Xeneize no mostró, de mínima, esa dosis de rebeldía tan propia en su historia. Se lo notaba apagado, carente de ganas. Por eso el nivel que el ex hombre de la Juventus muestra en este 2020 no deja de sorprender, aunque es acordé a un jugador de su categoría.
Los dos tantos que el delantero marcó ante Caracas son un reflejo del gran momento que atraviesa. El extenso parate por la pandemia de Covid, despertó incógnitas respecto al estado de Tevez, de 36 años. Sin embargo, a Tevez se lo observa fino, a pura potencia, como en sus mejores años.
Carlitos fue protagonista en cada uno de los partidos del Xeneize desde el regreso a la competencia. Solo le faltaba el gol que se le dió por duplicado ante Caracas, partido donde el atacante participó activamente de la creación del juego en asociaciones por demás interesantes con Edwin Cardona.
Los 20 goles marcados con la casaca azul y oro en la historia de la Copa Libertadore y los 250 encuentros disputados con el Xeneize, son números que representan la historia de Tevez en Boca. Pero las cifras de este 2020 son categóricas: el Xeneize disputó 10 partidos oficiales hasta antes del parate, Carlitos jugó 8, todos desde el inicio, y marcó 6 tantos, entre ellos el del campeonato ante Gimnasia. Si se suman los partidos post parate, son 12 encuentros con 8 goles para el ídolo.
“Cuando asumimos, Carlos Tevez era un ex jugador de fútbol. Venía muy golpeado por lo ocurrido el año pasado, no tenía confianza y tenía un protagonismo que no estaba claro. Para mucha gente Tevez estaba de salida y Román llegaba para darle el puntapié y que se fuera”, expresó en tono polémico Jorge Bermúdez en junio pasado.
Sin dudas que Juan Román Riquelme fue clave en este presente de Tevez, a darle al ídolo el lugar que se merecía. La otra pieza clave fue Miguel Ángel Russo, quien supo sacarle el jugo al Apache y de esta manera logró que el atacante explote.
Las atacadas de Andrada, la categoría de Salvio, el nivel de Campuzano, la protección por ambos laterales, lo que insinúa Cardona, lo que puede significar el regreso de Villa, la sapiencia de Russo en el banco de suplentes… son muchos de los puntos en donde se alimenta el sueño de la Libertadores para el mundo Boca. Pero sin dudas que Carlos Tevez es el capitán del barco Xeneize que quiere recorrer América en busca de la gloria.
Imagen destacada: Twitter Oficial Boca Juniors
